Festejan a quinceañera de talla chica, pero de corazón grande
Amigos y familiares le hacen su fiesta de quinceañera
Elizabeth Miramontes ha entrado al quirófano más de una docena de veces desde que era una bebé, por eso arribar a sus 15 años con vida y celebrarlo con una fiesta familiar, la hizo bailar y llorar de felicidad.
“Doy gracias porque después de tantas cosas que hemos pasado, Dios dejó a nuestra hija llegar a sus 15 años”, dice su madre Martha Miramontes.
Elizabeth nació el 17 de abril del año 2006 en Los Ángeles. Es la más chica de cuatro hijos de Martha y Vicente Miramontes, inmigrantes del estado de Zacatecas, México.
“Yo me di cuenta que Elizabeth era diferente porque al acostarla cuando era bebé, no se rodaba. Se quedaba en la misma posición”.
Al ser evaluada por los médicos, descubrieron que había nacido con una condición que se llama acondroplasia, un trastorno en el crecimiento de los huesos que ocasiona uno de los tipos más comunes de la estatura pequeña.
“A los 11 meses de nacida le hicieron la cirugía más grande que ha tenido para removerle un huesito que hacia que la espalda se le encorvara”, relata su madre.
Después de esa intervención, vinieron varias cirugías más al oído porque los médicos encontraron que padecía pérdida de audición. “A los tres años la operaron porque el ojo derecho se le torcía. Tenía lo que se conoce como ojo vago”.
Elizabeth ha logrado superar casi todos sus problemas de salud. Hoy en día solo le toca lidiar con la apnea del sueño, un problema que hace que la respiración se detenga y reinicie mientras se duerme. Para aliviar este mal, los médicos recomiendan a quienes lo sufren, colocarse una mascarilla conectada a una máquina, lo les permite respirar bien al dormir.
Sin bullying
Martha dice que cuando le dijeron que su hija sería de estatura pequeña, lo que más le angustió fue el bullying. “¡Ay, cómo va a sufrir mi hija!”, pensó.
Sin embargo, reconoce que hasta este momento no ha sido objeto de burlas. “Mi preocupación es el bullying en la preparatoria (high school), pero durante su primer año en la escuela Workman High School, las clases han sido en línea debido a la pandemia. Así que todo ha estado bien”.
A veces, su madre reconoce que es molesto observar cómo los niños se le quedan viendo con mucha curiosidad cuando salen a la calle. “Yo les pregunto ¿la conoces? En ese momento paran de verla”.
Al entrar a la adolescencia, Elizabeth se ha encerrado mucho y casi no quiere salir. “Como que le da vergüenza”, considera su madre.
Una vez dice que su hija le preguntó por qué había nacido con estatura baja ya que sus hermanos y padres son de altura regular. “Yo le contesté, Diosito te escogió así”. Desde entonces, Elizabeth no le ha vuelto a preguntar nada.
Martha recuerda que se embarazó a los 41 años de edad y los médicos le dieron la opción de una prueba para ver la condición en la que venía su hija. “Rechacé hacerme el examen y le hice ver al médico que aceptaría a mi hija tal y como viniera”.
A pesar de todos los problemas de salud que se le han presentado en su vida, Martha dice que su hija puede hacer todo, pero despacio. “Por ejemplo, no puede caminar grandes distancias porque se cansa”.
Felices 15
Elizabeth siempre tuvo la ilusión de festejar sus 15 años con una misa y se le hizo. La celebración religiosa fue en la Iglesia San Luis de Francia de la ciudad de La Puente. Pero no todo quedó ahí. Entre familiares y amigos se movilizaron para armarle una fiesta. “Mi hermana puso la música; una amiga, el pastel; otra, los tacos; una más nos prestó la casa, y así todos fueron aportando algo. Su padrino Nino Mendoza vino de Arizona y su madrina, fue mi sobrina Ashley Hernández”, dice su madre.
En su fiesta de quinceañera, Elizabeth parecía sacada de un cuento de hadas con un vestido color rosa y una resplandeciente corona. “Todo salió muy bien. Fue un festejo en familia. Nos acompañó hasta la enfermera que estuvo en el parto cuando mi hija nació”.
Con timidez Elizabeth confiesa que el momento más feliz de sus 15 años fue cuando bailó con su padre. Aunque también gozó bailando con sus padrinos y hasta con su muñeca.
“Me gustó mucho mi fiesta de 15 años”, dice.
Y revela que tiene dos grandes sueños, trabajar cuidando animales cuando sea adulta, y uno más que espera que se le haga más pronto, ir a un concierto de su banda favorita, el grupo de pop australiano ‘5 seconds of Summer’.
Elizabeth es conocida en su comunidad por su carisma y amabilidad lo que ha hecho que todos la llamen “La Chula”.
Araceli González-Burkle, una amiga de la familia quien fue invitada a la fiesta de quinceañera, dice que Elizabeth es “calladita”, pero buena y noble. Y se siente admirada de la confianza que tiene en ella misma. “No se acompleja de su pequeña estatura y siempre tiene una sonrisa cautivadora. “Es muy fácil encariñarse con ella”.