China se consolida como el productor de baterías para vehículos eléctricos; Estados Unidos enciende alarmas
Ante el avance de China en este rubro, el gobierno piensa invertir $400,000 millones de dólares en I+D para energía limpia, especialmente en el terreno de las baterías
El desarrollo de la industria de los vehículos eléctricos y sus componentes poco a poco se ha consolidado a nivel mundial por la necesidad de cambiar los autos de combustibles fósiles por aquellos que se muevan por medio de las energías limpias. En este sentido la competencia se está incrementando en todos los países.
Por tal razón, es fundamental la parte relacionada con los componentes de estos vehículos, en especial el desarrollo y producción de baterías para este tipo de autos. El tema va más allá de una competencia empresarial esto se ha convertido en una cuestión de Estado para Estados Unidos.
Estados Unidos no se disputa la hegemonía de este sector con el mercado europeo como se podría llegar a pensar, se lo está peleando frontalmente con una de las economías ascendentes en este siglo XXI, China. La nación asiática está consciente que entrar al negocio de los autos eléctricos podrá expandir sus horizontes económicos.
De acuerdo con cifras del gobierno estadounidense, China es el principal mercado mundial de vehículos eléctricos. Aunado a esto, la administración Biden ha señaló que los asiáticos monopoliza la mayor parte de la producción de las baterías eléctricas que representa el 80% de la producción mundial.
En este sentido, el gobierno central de China está sumamente interesado en el desarrollo de este sector productivo, incluso los expertos ya consideran que se ha puesto por delante del estadounidense. Esto ha generado una inquietud en Estados Unidos al haberse quedado detrás de China.
De acuerdo con EFE, los gobiernos estadounidense como chino tienen claro que esta industria se perfila para ser crucial en el futuro a mediano y largo plazo, por ello no piensan dar tregua ni uno ni otro, así como también no escatimarán recursos y esfuerzos para que esta industria sea una realidad en ambos países.
Pese a que los estadounidenses tienen ensambladoras que hacen autos eléctricos que se comercializan en Estados Unidos y Europa como Tesla o las clásicas GM, Ford, por ejemplo, China ofrece apoyo estatal a industrias claves como la de los chips o la Inteligencia Artificial frente a una economía mundial de mercado.
El presidente Joe Biden públicamente reconoció el rezago de Estados Unidos frente a China en el sector de los autos eléctricos en el marco de su visita que realizó a Rouge Electric Vehicle Center, complejo que Ford está desarrollando en Dearborn, en Detroit.
Ante el avance de China en este rubro, el gobierno piensa invertir $400,000 millones de dólares en I+D para energía limpia, especialmente en el terreno de las baterías. Un estudio calculó en $82,200 millones de dólares el valor del mercado de baterías para los vehículos eléctricos en 2026.
Los graves problemas que la escasez de chips y la dependencia que Estados Unidos tiene de las importaciones de semiconductores procedentes de Asia están causando problemas en el sector automotriz y han hecho que los fabricantes busquen asegurarse un suministro estable y fiable de baterías.
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