Así es por dentro la nueva mansión de descanso de la cantante Pink en las playas de Malibú
La intérprete adquirió en días recientes una imponente propiedad a las orillas del mar, en la que seguramente pasará sus días de descanso
La cantante Pink, de 41 años, es la nueva propietaria de una imponente mansión en las playas de Malibú, en el estado de California, la cual en el pasado perteneció al intérprete Barry Manilow.
El inmueble, construido en 1976 y que goza de una extensión de 4,320 pies cuadrados, fue adquirido por la celebridad tras desembolsar la cantidad de $13.7 millones de dólares.
A pesar de la fuerte suma de dinero que gastó, todo parece indicar que esta propiedad no será su hogar definitivo, sino que lo habría adquirido para convertirlo en su casa de descanso, pues su casa principal se ubica, desde hace varios años, en Santa Ynez Valley.
De acuerdo a información de diversos medios especializados en la venta de bienes raíces, la casa de playa de Pink y de su esposo, Carey Hart, cuenta con cinco recámaras y 4.5 baños.
También goza de cocina, antecomedor, comedor, sala de estar, sala principal, balcón, garaje para dos vehículos, entre otras habitaciones.
La cocina es completamente nueva y espaciosa. Está equipada con alacenas de color gris, con electrodomésticos de alta gama, con una isla central para preparar los alimentos y con el sitio más que suficiente para una mesa de antecomedor para seis comensales.
La suite principal, que es donde seguramente descansará la artista, es de estilo minimalista y cuenta con salida a un balcón, con vestidor con muebles empotrados y con un baño estilo spa con bañera y ducha con cancel transparente.
Al exterior, en sus 6,938 pies cuadrados de terreno, tiene una casa de huéspedes con dos recámaras, un jacuzzi, un patio y salida a la playa.
Desde cada rincón de la casa se gozan de unas espectaculares vistas al mar, ya que las paredes son de vidrio, lo que permite compenetrar interior con el exterior, dándole mayor amplitud e iluminación.
La privacidad es otro punto a destacar, ya que desde el nivel de la calle no se logra apreciar la casa principal, pues para acceder a ella se deben bajar varias escaleras.
La mansión perteneció a Barry Manilow hasta el 2012, cuando la vendió en $5.5 millones de dólares a Natalia Mogilny, la exesposa de del jugador de hockey ruso Alexander Mogilny.
Para ver más imágenes de los interiores, da clic aquí.
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