Los Jornaleros del Norte ponen música al movimiento migrante

El 30 de junio lanzan su primer disco de música romántica, a petición de sus seguidores

El grupo musical Jornaleros del Norte ha acompañado la lucha migrante por más de dos décadas. (Araceli Martínez/La Opinión)

El grupo musical Jornaleros del Norte ha acompañado la lucha migrante por más de dos décadas. (Araceli Martínez/La Opinión) Crédito: Impremedia

Los Jornaleros del Norte llevan más de 20 años poniéndole música y sabor a la lucha migrante y de los trabajadores en Estados Unidos. El 30 de junio dieron un salto de la música de protesta a la música romántica y lanzaron su primer sencillo.

Es un grupo único, muy humilde, pero con una riqueza que cualquier otro grupo musical difícilmente posee, porque hemos acompañado al movimiento migrante y las luchas de los trabajadores en todas sus protestas, marchas y acciones”, dice Omar León quien lleva más de 15 años con Los Jornaleros del Norte, tocando el acordeón y cantando.

“El grupo nació como un proyecto de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON) y ha gustado porque le pone otra dinámica a las protestas”, considera

El grupo Los Jornaleros del Norte está integrado por 10 miembros. Además de Omar León, está Manuel Ramírez de México quien toca la batería. Arnoldo “El Gato” Juárez es segunda voz y está en los teclados. El guatemalteco Ervin Mancilla tiene a su cargo las congas.

La mexicana Loyda Alvarado toca el güiro y es la voz líder del grupo. El dirigente de NDLON, Pablo Alvarado, originario de El Salvador es el guitarrista. José Humberto Contreras de México toca el bajo.

Benito Colop de Guatemala es el saxofonista; y el trompetista es Dennis Andino de Honduras y Francesco Cañas, salvadoreño-cubano es el violinista. El rango de edades de Los Jornaleros del Norte va de los 26 a los 67 años.

Los Jornaleros del Norte, un grupo con una misión. (Araceli Martínez/La Opinión)

León recuerda que conoció al grupo cuando era jornalero en el área de Hollywood y eventualmente tuvo la oportunidad de trabajar en el centro para jornaleros, ayudando a atender a los empleadores que venían a buscar mano de obra. 

“El grupo toca desde rancheras, cumbias, salsas, diversos ritmos y toda la música latinoamericana, pero la esencia de Los Jornaleros del Norte es amenizar las protestas y cualquier tipo de manifestación”. 

Y trae a la memoria que por muchos años acompañaron la lucha de los 15 cuando los trabajadores de la comida rápida querían aumentar su salario mínimo a $15 por hora, pero también han apoyado a los choferes del puerto de Long Beach, a los maestros y no se diga la lucha por la reforma migratoria. “Y lo mismo cuando a un jornalero no le pagan, vamos afuera de las casas millonarias de los empleadores a protestar”.

Omar León, voz y acordeón de Los Jornaleros del Norte. (Araceli Martínez/La Opinión)

Por lo general, Los Jornaleros del Norte rentan un camión que usan como escenario desde donde tocan en las diferentes acciones.

León recuerda que el grupo nació a partir de una experiencia de Omar Sierra, un compañero que ya no está con el grupo, quien experimentó una redada en la ciudad de Industry.

“Fue testigo de lo que sucedió ese día en una clínica de salud móvil donde llegó la Migra.  Él escribió la primera canción que tituló El corrido de Industry y se la presentó a Pablo Alvarado, pero quién la va a cantar, preguntó”.

Ahí fue cuando decidieron hacer un grupo para cantar las historias del pueblo que hablan de las vivencias de la comunidad trabajadora.

Hemos compuesto unas 46 canciones. Recién subimos 36 canciones a Spotify e itunes”

La trayectoria de Los Jornaleros del Norte es impresionante. “Hemos tocado en aniversarios de centros de trabajo, sindicatos y en las cenas de gala de las organizaciones. El enfoque no es amenizar fiestas sino hacer música de protesta para acompañar al movimiento”.

Loyda Alvarado, la voz femenina de Los Jornaleros del Norte. (Araceli Martínez/La Opinión)

¿Cómo ven el futuro?

Vamos a seguir tocando en las esquinas, protestas y celebraciones de la comunidad, pero también queremos hacer conciertos porque creemos que es necesario que la gente al escuchar nuestras letras, se informe, se concientice y se dé cuenta de lo que pasa”.

Y León se pone a tararear una de sus canciones: “Me fui a chambear al Home Depot. Me subí a la troca de un patrón bien rico. Tarde me di cuenta que era un vil ratero, ahora no me paga ese güey mi sueldo. En esa canción hablamos del robo de salario; y como esa, tenemos muchas canciones sobre las redadas. Yo he escrito la mayoría”.

En septiembre, revela que van a acompañar a la comunidad TPSiana en una gira de tres semanas.

León dice que Los Jornaleros del Norte llevan 4 discos grabados. El primero se llama Cruzando Fronteras. Le sigue Pueblo Únete. Luego Que no pare la lucha y el último es Tumbando muros

“Este último nació cuando comenzamos a llevar música afuera de los centros de detención de inmigrantes y desde las celdas, los detenidos nos hacían señas. También nos conectamos con muchas familias que en la calle les colocaban mensajes de apoyo y amor a sus detenidos. De ahí nacieron muchas canciones como Serenata de un Indocumentado“. 

Arnoldo “El Gato” Juárez en los teclados. (Araceli Martínez/La Opinión)

Y si bien el enfoque siempre ha sido el canto de protesta, León dice que debido a que la gente siempre les piden canciones clásicas de amor y desamor, este 30 de junio lanzarán por primera vez el sencillo Sabor a Mí, un cover de una canción romántica.

A nivel personal, León dice que la misión de Los Jornaleros del Norte lo inspira mucho. 

“El grupo se ha ganado el respeto de la comunidad y hemos evolucionado.Ahora ensayamos, tenemos más dirección y hemos comenzado a promovemos en las redes sociales”. 

Pero recalca que lo más los anima es la labor única del grupo. “Eso nos da una energía diferente. El aprecio de la comunidad nos fortalece e inspira. A mi tocar y cantar siempre me hace feliz, pero el gozo de ser parte de un movimiento y un grupo social con la misión de educar, marca la diferencia”.

Manuel Ramírez de México toca la batería. (Araceli Martínez/La Opinión)

Loyda, la cantante femenina de Los Jornaleros del Norte, entró al grupo cuando León la puso a cantar. 

“Yo toco el güiro, pero creo que se dio cuenta de mi voz porque a veces cantaba en el carro cuando íbamos a alguna acción”.

Y todo ocurrió cuando en una protesta en el Centro Metropolitano de Detenciones de Los Ángeles, León compuso Serenata para un Indocumentado inspirado en una señora que le llevaba pancartas con mensajes de amor a su esposo. “Esta – dijo – la tiene que cantar una mujer. ¡Tú la vas a cantar! Le respondí, yo no canto. ¡Sí cantas! insistió y desde entonces canto con ellos”.

Y tras la muerte de su madre hace siete meses, Loyda dice que Los Jornaleros del Norte le dieron un nuevo sentido a su vida.

“Mi madre falleció tras una pelea muy larga contra el cáncer de seno que se le propagó a todas partes. Yo la cuidé sus últimos días. Eso se convirtió en mi propósito de vida y cuando murió hace 7 meses, fue muy difícil salir de la pena y la depresión”.

Los Jornaleros del Norte tienen una experiencia única. (Araceli Martínez/La Opinión)

Pero cuando en una tocada para los TPSianos, una desconocida se le acercó para saber quiénes eran y darles las gracias porque la habían conquistado con su música, encontró un nuevo propósito en su vida.

“Me di cuenta que por medio de mi voz y de la música podíamos alcanzar a otra gente que no sabe qué pasa con los trabajadores y la comunidad inmigrante. Descubrí que tenía un nuevo propósito de vida para ayudar y hacer entender las necesidades y desigualdades”.

Para Loyda, eso es uno de los legados más grandes de Los Jornaleros del Norte.

Actualmente trabaja para NDLON a cargo de la campaña Dale cuyo fin es organizar, educar y hacer cambios políticos que beneficien a los trabajadores indocumentados que han salido a trabajar durante la pandemia. “Necesitamos que les den papeles como agradecimiento y reconocimiento a su labor”.

Y recuerda que ella vino a Estados Unidos de Michoacán, México a los 14 años. 

“Nunca pensé que iba a estar en un escenario, pero creo que el destino y el universo ponen las piezas. Agradezco a mi mamá por emigrar. Ella vino indocumentada, sin hablar el idioma, trabajó muy duro para traernos a los tres hijos que había dejado en México y nos dio una educación. Yo recién recibí mi maestría en salud pública”.

Y si bien, aclara que ella nunca ha sido jornalera ni se ha parado en las esquinas a pedir trabajo, de alguna manera se identifica con los jornaleros porque ayudó a su madre a limpiar casas y desempeñó muchos trabajos pesados para pagar su escuela.

Ervin Conrado Mancilla de Guatemala toca la conga. (Araceli Martínez/La Opinión)

Quien además de tocar las congas en Los Jornaleros del Norte desde hace 14 años, se gana la vida en la construcción, es Ervin Conrado Mancilla de Guatemala.

“Todos los días llego a las 5:30 de la mañana a buscar trabajo en el Home Depot de las calles Union y 7 de Los Ángeles. Por madrugador nunca me falta empleo”, dice el inmigrante de 66 años.

Agrega que ser jornalero le ha dejado muchas experiencias. “Hay mucha gente trabajadora que viene a este país a sacar a su familia adelante; y a veces son tratados mal con salarios pésimos. Es triste ver a la gente padecer tanto por la discriminación”.

Pero su vida se alegra cuando con Los Jornaleros del Norte se pone a tocar las congas en los movimientos proinmigrantes y las marchas para trabajadores. “Mi papá me enseñó a tocar la batería desde los 8 años”, dice orgulloso este jornalero y músico con 34 años de vida inmigrante.

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