Latinos deben participar en diseño de distritos para que sus voces se escuchen
El proceso se da en el contexto de que la comunidad latina está aumentando en número, registros y votaciones
Myrtala Tristán, residente de Lakewood, Texas desde hace 35 años, quedó traumatizada tras vivir el devastador huracán Harvey de 2017, pero todavía más porque nunca recibió ayuda del gobierno. Aún hoy en día, cuando empieza a llover, dice que le entra mucho coraje y nervios de que la historia se repita.
Por situaciones como la que vivió Tristán, es muy importante que los latinos participen en el rediseño de los distritos electorales.
Durante la videoconferencia: “La batalla por la redistribución de distritos en el condado de Harris. La forma en que se trazan las líneas determina si se escucha la voz de una comunidad”, ofrecida por Ethnic Media Services, varios expertos exploraron el impacto del rediseño en las comunidades tradicionalmente excluidas de tener una voz política y hablaron de los esfuerzos para involucrar a más gente en el trazado de los mapas electorales.
Discriminación y rediseño
Nina Perales del Fondo Mexicomericano para la Defensa Legal y la Educación (MALDEF), explicó que la redistribución de distritos consiste simplemente en dibujar líneas en un mapa para representar quién va a votar por los funcionarios electos. “Es un proceso muy político, y en el que es muy importante participar ahora mismo que estamos volviendo a trazar los límites de los distritos, siguiendo el censo”.
Puso como ejemplo de su importancia, el caso de Pasadena, Texas, que está en las afueras de Houston y es una ciudad muy segregada racialmente donde los latinos viven principalmente en un vecindario del lado norte de Pasadena.
Históricamente – dijo – el lado norte de Pasadena ha recibido menos servicios que el lado sur. “Los anglos han controlado al gobierno de Pasadena durante muchos años. Con fines políticos, se dividió el lado norte y muchos votantes latinos en Pasadena quedaron en el distrito norte, que era mucho más blanco y suburbano”.
Después del Censo de 2010 y un litigio, las líneas se volvieron a trazar y el lado norte se mantuvo unido y se incluyó en el distrito 144.
“El resultado directo fue que el representante de ese distrito, que era anglo y conservador, perdió su elección y fue reemplazado por una mujer latina progresista en la Cámara de Representantes”.
Enfatizó que el rediseño de distritos se da en un contexto en el que la comunidad latina está aumentando en número, registros para votar y votaciones. “En Texas, los latinos crecieron en casi 2.8 millones contra menos de medio millón de anglos”.
Por lo tanto, enfatizó que debemos estar involucrados y muy atentos en la redistribución de distritos, de modo que podamos asegurar que nuestro crecimiento, registro y salida a votar se reflejan de manera justa en las líneas políticas.
Todos debemos participar
Debbie Chen, directora de la organización de derechos civiles OCA-Greater Houston, aclaró que no es necesario ser ciudadano o votante registrado para participar en la redistribución de distritos. “Tanto para el censo como la redistribución, mientras existes como ser humano, necesitas ser contado”.
Y precisó que el censo que se hace cada 10 años y la redistribución de distritos van de la mano, y en última instancia se limita a si estos distritos van a ser justos y equitativos para que se atiendan las necesidades.
“Lo podemos ver en Houston. Hay ciertas áreas donde no hay baches, y otras con alcantarillado abierto. Todo se reduce a cómo se asigna nuestro dinero, quién toma la decisión y cómo se gasta ese dinero”.
¿Cuál es el ejemplo tangible en la redistribución de distritos, en lo que respecta a una oportunidad justa?
“En lugar de tener un grupo consolidado en un área determinada donde se podrían tener una mejor oportunidad de representación, lo separas para que solo comprendan, tal vez el 10% aquí y el 15%; y entonces nunca tienen una oportunidad real de contar con una persona elegida que represente a su comunidad”.
Comunidades unidas
Roshawn Evans, cofundadora de la organización Pure Justice, dijo que cuando se trata de redistribuir y dibujar mapas, hay una delgada línea entre los deseos y las necesidades. “Es un trabajo difícil porque todo el mundo quiere diseñar el mapa de una manera determinada para beneficiarse de los votos cuando lo que necesitamos es inclusión y ser equitativos”.
Señaló que la forma de hacerlo cuando hay tantas opiniones diferentes, es mantener a las personas con las mismas preocupaciones en un solo lugar, pero esto se ha vuelto difícil con la gentrificación que ha hecho que la gente se mueva de las escuelas y parques.
“Una de las iniciativas en las que la Justicia Pura ha estado involucrada a lo largo de los años, es en promover la participación de los votantes. También trabajamos en el Censo para maximizar la cantidad de personas que realmente lo completen porque queremos asegurarnos de que los vecindarios obtengan los fondos adecuados”.
Afirmó que se busca garantizar que cada una de nuestras voces estén representadas de manera justa mediante la creación de distritos que mantengan unidas a las personas con el mismo tipo de problemas.
Miguel Rivera del Texas Civil Rights Project (TCRP), dijo que cuando comenzó a trabajar en la redistribución de distritos, se dio cuenta que debía averiguar qué términos funcionaban mejor para transmitir el mensaje.
Puntualizó que uno de los proyectos del TCRP es unificar algunos términos para educar sobre la redistribución de distritos a la comunidad de habla hispana.
“Este no es un problema específico de los hispano hablantes sino que es un desafío al que se enfrentan muchas comunidades que no hablan inglés. Y esto requiere saber qué términos son más efectivos para transmitir el mensaje y permitir que las personas participen en este proceso”.
Generación Z
Casandra Martínez de Mi Familia Vota, habló de por qué el rediseño de distritos, es importante para la generación Z, que son las personas que han nacido entre 1995 y 2015.
“Los jóvenes y los hispanos a menudo no conocen los detalles específicos detrás del censo, pero hay una preocupación en la comunidad, por ejemplo por la desigualdad de ingresos, las escuelas o los proyectos de construcción que nunca se terminaron”.
En su trabajo, al tratar de llegarle a los jóvenes, encontró que la apatía era la barrera más difícil para superar, y personas que no ven ningún sentido en registrarse para votar ni lo relacionan con la falta de recursos en su comunidad.
A través de su trabajo, descubrió que lo que realmente ayuda a las personas de su grupo de edad, es preocuparse sobre el futuro de su comunidad y sus familias.
“En un caso específico, señalé que la hermana menor, que ahora tiene alrededor de tres años, tendría que ir a la misma escuela con fondos insuficientes y no tienen clases avanzadas ni equipos deportivos. Y luego se dan la vuelta y ven todas estas grandes escuelas y áreas con estadios completos de voleibol y fútbol, y una piscina comunitaria”.
Para solucionar este problema para las generaciones futuras, dijo que debe pensar en cuáles son exactamente los problemas que explican las disparidades de ingresos que nuestros hijos y nosotros enfrentamos porque la redistribución de distritos es una oportunidad para cambiar estos asuntos y poner a personas que realmente representan áreas de ingresos más bajos.