Ni el rebrote de Covid ni la variante Delta animan a indecisos a vacunarse
Son poco los angelinos que se motivan a inmunizarse para no contagiarse de la agresiva cepa
El repunte de infecciones de Covid-19 debido a la variante Delta, ha generado que algunos angelinos se animen a vacunarse, pero expertos médicos dijeron que no se ha observado un aumento significativo en las tasas de vacunación a pesar de la amenaza que representa la agresiva cepa detectada por primera vez en India.
“La demanda de vacunas a causa de Delta no ha cambiado. De hecho ha caído desde hace tres semanas. Estábamos vacunando 200 por día en nuestros centros y ahora solo tenemos entre 35 y 40”, dijo el doctor José Pérez, director médico del South Central Family Health Center de Los Ángeles.
Por lo tanto, señaló que no solo la demanda no ha aumentado sino que ha ocurrido lo opuesto. “La gente aún no está convencida de cuán mortal es esta variante”.
A Caro Luna, el aumento en la propagación del coronavirus y de infecciones a causa de Delta, no la preocupa ni es un incentivo que la motive a vacunarse.
“Al contrario, pienso que es una campaña de presión para que nos vacunemos porque también hay personas completamente vacunadas que usan mascarilla y se están enfermando”.
Luna de 42 años, dice que ella será parte del grupo que no se vacunará como un experimento para ver qué sucede.
Y aunque asegura ser una mujer sana sin enfermedades, afirma que se protege de Covid con el uso de mascarillas, lavado de manos y distancia social, y así ha podido viajar a Utah, Las Vegas y Baja California.
Reconoce que tiene presión de sus tres hijos que ya se vacunaron para que se aplique la vacuna, pero ella se mantiene firme y está decidida a no vacunarse.
El doctor Ben Neuman, jefe de virología en el Global Health Research Complex de Texas A&M University, confirmó que la demanda por vacunarse contra Covid no ha aumentado tampoco en Texas con consecuencia de Delta.
En tanto, el doctor Eric Feigl Ding, científico en salud pública de la Federation of American Scientists, detalló que las encuestas muestran que en Estados Unidos estamos en la oscuridad en cuanto a la variante Delta. “Hay entre un 18 y 20% de la gente que no sabe nada y el 55% no está preocupada. Así que solo un 45% está alarmada”.
Y dijo que si eso se divide entre los vacunados y los no vacunados, te das cuenta que quienes no han recibido la inmunización son los menos inquietos.
“Es realmente angustiante ver a mucha gente en la oscuridad sobre lo qué es Delta, y lo que más me alarma es que la sociedad no reacciona y vayan a tomar conciencia de que es real, hasta que suceda algo terrible como cuando los hospitales y las salas de emergencia se saturen”.
Comentó que ya lo vimos el año pasado en Nueva York y Texas. “Tuvo que tocarle a amigos, familiares y vecinos para que lo tomaran en serio cuando probablemente ya era muy tarde y es cuando suceden cosas como los cierres de negocios”.
Esta semana Monserrat Abril llevó a su hijo Sebastián de 12 años a vacunarse contra Covid, preocupada por el rebrote de infecciones en el condado de Los Ángeles.
“La verdad que en la casa, ya todos estábamos vacunados, menos el niño, pero cuando comencé a ver que los casos subían de nuevo y que había surgido una variante muy contagiosa, dije para qué esperar más y lo llevé a vacunar a su clínica en Long Beach”.
Comentó que ahora se siente más tranquila, sobre todo porque su hijo está tomando clases de verano presenciales y ha regresado a jugar fútbol soccer. “Aunque en la escuela no se quitan la mascarilla, me siento más relajada de que le hayan puesto la primera dosis de la Pfizer. El 28 de julio, vamos a regresar por la segunda dosis”.
A Pedro Rodríguez de 55 años, el rebrote de casos lo motivó a vacunarse la semana pasada. “Estuve posponiendo la vacunación por miedo a todo lo que dice la gente como que en lugar de vacuna, te ponen un chip para que el gobierno te siga donde vayas y que te puede pegar Covid más rápido. También me mortifiqué mucho cuando una amiga murió al día siguiente de ser vacunada aquí en Los Ángeles. Pensaba que yo también me podía morir. Aunque ella tenía mucha obesidad y era alcohólica”.
La llegada de la variante Delta lo convenció y se vacunó. “Me siento muy bien. No me pegó ninguna reacción con la primera dosis”.
Grecia Lomelí con cinco meses de embarazo, platicó que no se quería vacunar y no estaba segura de querer hacerlo porque es alérgica a la penicilina y al ácido acetilsalicílico (aspirina).
“Cuando escuché que el presidente Biden estaba mandando vacunas a otros países, pensé que debía vacunarme porque quizá cuando me animara, ya no iba a alcanzar”.
Pero además dijo que la variante Delta hizo que terminara por decidir que era tiempo de vacunarse. “No tuve ningún problema con la vacuna. Solo la segunda dosis me causó un dolor de cabeza y cansancio” .
De acuerdo a las autoridades de salud pública del condado de Los Ángeles, los más afectados con Delta son las personas no vacunadas, y aún quedan 4 millones sin vacunar.
“Las estadísticas indican claramente que las vacunas siguen siendo la herramienta más importante para mantener los contagios de Covid y de las variantes en un nivel bajo”, dijo Bárbara Ferrer, directora de Salud Pública del condado de Los Ángeles, quien reconoció la preocupación por la proliferación de la cepa Delta.