Comerciantes temen que regreso de mascarillas puedan afectar ventas

Aunque están convencidos de que es la mejor forma de protegerse contra covid-19

hombre comprando en el supermercado

Los negocios temen a la nueva orden de volver a usar mascarilla. (Getty Images) Crédito: Mario Tama | Getty Images

Alicia Garza, barbera y dueña de un salón de belleza desde hace 19 años en la ciudad de Bell, dice que hasta hoy no les ha tocado nadie que se ponga pesado cuando le piden que se ponga la mascarilla para recibir el servicio.

“Normalmente cuando ya están vacunados, llegan sin mascarilla, pero yo les explico que por su seguridad y la mía propia, es mejor que la usen, y si no traen, nosotros les ofrecemos”.

Aunque algunos comerciantes como Garza están de acuerdo en el uso obligado de cubrebocas, otros piensan que puede afectar las ventas en momentos en los que apenas se recuperan del impacto económico de la pandemia.

Garza aún no sabe cómo la gente va a reaccionar ante el nuevo mandato emitido por el Departamento de Salud del condado de Los Ángeles que hizo obligatorio de nuevo el uso de mascarillas en interiores de espacios públicos a partir del domingo 18 de julio, sin importar si la persona está o no vacunada.

El mandato se dio a partir de que desde el 4 de julio y a un mes de la reapertura de la economía el 15 de junio, la transmisión de covid-19 en el condado, ha aumentado rápidamente a niveles muy alarmantes.

Algunos clientes que llegan al salón no quieren usar la mascarilla porque dicen que ya se vacunaron, pero uno no puede saber si están diciendo la verdad; y como en nuestro trabajo, no podemos mantener la distancia social y trabajamos muy pegados, es mejor que tanto ellos como nosotros usemos mascarilla, aún cuando para nosotras es más difícil trabajar en esas condiciones”, dice Garza.

Y entiende que la gente ya está cansada y enfadada de llevar por más de un año la mascarilla; y además hace calor, pero dice que esta nueva variante es muy contagiosa y hay que cuidarse. “A mí me da mucho miedo”, dice Garza, propietaria del salón Designers Beauty y de un Juice Bar.

Paúl Peñuelas, dueño del restaurante El Perihuete, antes de la pandemia . (Aurelia Ventura/La Opinión)

El Departamento de Salud del condado de Los Ángeles dio a conocer que para los casi 4 millones de personas que no se han vacunado, incluyendo 1.3 millones de niños menores de 12 años, el alarmante aumento de covid representa un riesgo real. 

Arturo Aguilar, propietario del restaurante y la panadería El Valle Oaxaqueño en la ciudad de Los Ángeles, dice que ha instruido a sus empleados para que soliciten a los clientes de la manera más amablemente posible que se pongan la mascarilla, aunque ya estén vacunados.

“Muchas veces justifican no traer mascarillas, diciendo que ya se vacunaron, pero nosotros aún así les pedimos que se la pongan, y si no tienen, les regalamos una”, dice.

Y comenta que en pocas ocasiones, ha llegado a presentarse el caso de que algunos clientes se molesten y se vayan, cuando se les ha pedido que cumplan con la orden de usar la mascarilla.

Sobre la orden para volver a usar el cubreboca, Aguilar sostiene que la pandemia aún no termina y tenemos que protegernos todos con la vacuna y el uso de mascarilla.

La obligatoriedad para el empleo de la mascarilla es para comercios, gimnasios, restaurantes, teatros, centros de entretenimiento, reuniones y oficinas privadas y de gobierno que sirven al público.

En los últimos tres días, los nuevos casos de covid en Los Ángeles, han superado los 1,500 por día. El 16 de julio fueron 1,902; el 17 de julio, 1,827; y el 18 de julio, 1,635.

A nivel de todo el estado, se registraron 14,097 casos entre el viernes y el domingo, con 2,013 hospitalizados.

Paul Peñuelas, propietario del restaurante de mariscos El Perihuete en la ciudad de Paramount del condado de Los Ángeles, anticipa que habrá problemas con la nueva orden de usar mascarillas. “Nosotros le pedimos a los clientes de la mejor manera que se pongan la mascarilla por el bien de todos, y el 50% acata, pero hay otro 50% que se resiste; y queriendo o no el regreso del cubreboca es una pérdida de clientes porque hay gente a la que no le parece”.

Así que le preocupa la reactivación de la orden de uso obligado de mascarillas porque considera, tiene el potencial de mermar las ventas. “Es un paso atrás. Solo nos queda esperar que el repunte de casos de covid se componga”.

A nivel personal, Peñuelas considera que el empleo de mascarillas es un cinturón de seguridad contra covid.

Arturo Aguilar, dueño del restaurante El Valle Oaxaqueño habla del regreso del uso obligatorio de la mascarillas en interiores. (Photo Aurelia Ventura/La Opinion)

El empleo de mascarillas en el condado de Los Ángeles se había eliminado el 15 de junio cuando se reabrió la economía en California.

La doctora Bárbara Ferrer, directora de salud pública del condado de Los Ángeles, afirma que el condado continúa viendo tendencias alarmantes de una mayor transmisión comunitaria.

“La propagación de la contagiosa variante Delta junto con los individuos sin mascarilla que no se sabe si están vacunados, ha causado una propagación rápida de covid-19 que está dando como resultado un aumento significativo de casos y hospitalizaciones”.

Puntualiza que al usar mascarillas en espacios cerrados en lugares públicos y de trabajo, podemos volver a frenar la propagación del virus. “Muchas empresas y lugares de trabajo están haciendo su parte al colocar letreros y pedirles a los empleados y clientes que se cubran con una mascarilla en el interior. Por favor, ¡haz tu parte y coopera!”.

Si aún no están vacunados, la doctora Ferrer pide tomar precauciones adicionales. “Dado que las vacunas siguen siendo la herramienta más poderosa para reducir la propagación, ahora es el momento de vacunarse. Necesitamos reducir las tasas de transmisión para que cuando las escuelas abran el próximo mes, haya mucho menos riesgo”.

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