La baja popularidad de Kamala Harris pone en riesgo campañas demócratas
Analistas demócratas señalan que la baja calificación de la vicepresidenta podría ser contraproducente incluso para los candidatos en las elecciones intermedias del 2022, aunque hay regiones donde la exsenadora mantiene fuerza electoral
A pesar de que ha estado muy activa en el gobierno del presidente Joe Biden, la popularidad de la vicepresidenta Kamala Harris no repunta y eso preocupa a los demócratas que la veían como una fuerte contendiente presidencial.
Un análisis de The Hill revela que la vicepresidenta no sale bien librada del escrutinio público, según tres sondeos recientes.
Harris obtuvo una calificación desfavorable combinada del 46 por ciento, según un promedio compilado por RealClearPolitics.
Se agrega que una encuesta de Economist-YouGov, realizada del 24 al 27 de julio, la vicepresidenta tiene una calificación desfavorable del 48 por ciento.
Diversos analistas habían considerado que, en caso de que el presidente Biden no compitiera en las elecciones del 2024, la vicepresidenta Harris podría ser una contendiente importante, pero los números le complican el escenario.
Incluso los analistas demócratas reconocen que su imagen negativa podría ser perjudicial para algunos candidatos del partido que competirán en la elección intermedia del 2022, poniendo en riesgo la mayoría en la Cámara y el Senado.
“En este momento, creo que tiene el potencial de hacer más daño que bien a algunos de estos candidatos”, dijo un estratega demócrata al portal especializado en política.
La vicepresidenta sido centro de críticas en su labor, principalmente en asuntos migratorios, ya que enfrentó presión para visitar la frontera, a pesar de que su labor no se enfoca en la administración del ingreso de inmigrantes al país, sino en desarrollar un plan para intentar detener la migración desde Centroamérica.
Medios conservadores y liberales se han unido en severas críticas a la vicepresidenta sin tocar a fondo los acuerdos que logró en Guatemala y México.
Adicional a ese esfuerzo, la exsenadora enfrenta el reto de la reforma electoral, una asignación adicional del presidente Biden en medio de la embestida de republicanos en varios estados para modificar leyes de votación que afectarían a comunidades negras y latinas.
A pesar de los resultados negativos, los analistas citados por The Hill indican que la vicepresidenta podría enfocar su campaña a favor de candidatos en regiones donde es popular, incluidos estados como Arizona, California o Georgia.