Oficiales de la Patrulla Fronteriza temen a las cámaras corporales que deberán usar
En un plan inicial, al menos 6,000 agentes fronterizos deberán utilizar sistemas de videograbación corporal, a fin de evitar abusos en el trato a no-ciudadanos, pero líderes del sindicato consideran que será una forma de apuntalar una "cacería de brujas"
Art Del Cueto, vicepresidente del Sindicato Nacional de la Patrulla Fronteriza, dijo temer que el uso de cámaras corporales pueda desencadenar una “cacería de brujas” contra los agentes fronterizos.
“Temo que estas cámaras vayan a crear el momento ‘Te atrapé’ que los medios de comunicación tanto buscan”, dijo Del Cueto durante su más reciente podcast The Greenline.
El líder dijo que espera que estas cámaras sean utilizadas como parte del entrenamiento de los agentes o para obtener pruebas contra aquellos que violen las leyes migratorias o contra traficantes de drogas.
Del Cueto no está convencido de que un vídeo que muestra solamente un aspecto de una situación pueda ser suficiente para calificar las acciones de un agente en un caso de vida o muerte.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) recientemente anunció que equipará a los agentes fronterizos con cámaras corporales. La agencia espera distribuir aproximadamente 6.000 cámaras a fines de este año entre sus agentes a lo largo de la frontera con México.
“Esto es algo que la CBP debió hacer hace 20 años; es algo sumamente necesario”, dijo hoy a Efe Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona.
García considera que el uso de cámaras corporales en los agentes fronterizos es un primer paso, pero está convencida de que se deben tomar otras medidas.
“La Patrulla Fronteriza (que depende de CBP) es la agencia más brutal que existe en este país. Los agentes actúan impunemente,”, recalcó la activista.
En su opinión uno de los problemas fundamentales de la Patrulla Fronteriza es el sentimiento racista y antiinmigrante que se vive dentro de sus filas, así como políticas diseñadas exclusivamente para proteger a sus agentes.
Explicó que cuando se presenta un caso de fuerza letal, el agente no habla con ninguna agencia policiaca local hasta que habla primero con sus superiores.
Otra falla, considera la activista, es que sea la misma Patrulla Fronteriza la instancia que investiga las denuncias de abuso de poder en contra de sus agentes.
“Sin duda el uso de cámaras nos dará una idea mejor de cómo se manejan los agentes y lo que realmente sucede en casos donde un inmigrante pierde la vida”, dijo.
Tal fue el caso ocurrido el 2 de agosto cuando CBP reportó la muerte de un migrante salvadoreño cerca de Eagle Pass, Texas.
De acuerdo con la agencia federal, el migrante, que formaba parte de un grupo, fue esposado junto con otros dos migrantes. Sin embargo, el hombreo puso resistencia al arresto y trató de huir.
Los agentes lo detuvieron nuevamente, pero después de permanecer más de una hora esposado y ser transportado a un punto donde los migrantes serían enviados a un centro de procesamiento, el salvadoreño fue descubierto inconsciente.
A pesar de los esfuerzos de los paramédicos, el migrante falleció en el mismo lugar