COVID: Relacionan incendios forestales de 2020 en la Costa Oeste con un aumento de casos en la zona
Un nuevo estudio indica que el humo provocado por el fuego generó una contaminación tal que propició 19,000 contagios y más de 700 muertes por COVID-19
2020 fue un año sin precedentes en lo que se refiere a incendios forestales en la Costa Oeste de Estados Unidos. Pero al desastre ecológico que implican estos eventos, se suma la hipótesis de que el humo pudo haber jugado un papel importante en el aumento de casos de COVID registrados en la zona.
Una investigación publicada en Science Advances encontró que el humo de los incendios pudo influir en los más de 19,000 casos de COVID-19 y 700 muertes relacionadas con la enfermedad. Los incendios forestales producen altos niveles de partículas finas conocidas como “PM 2.5” cuya exposición a corto plazo puede tener un vínculo con un mayor riesgo de contraer COVID-19, señalan los autores del estudio.
Las partículas PM 2.5 son del tamaño de una quincuagésima parte de un cabello, por lo que pueden adherirse fácilmente al tejido pulmonar y provocar la inflamación de las células pulmonares, condición que “podría aumentar la susceptibilidad y la gravedad de los síntomas del paciente con COVID-19”, señalan los expertos de la Universidad de Harvard.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores recopilaron datos de 92 condados en California, Oregon y Washington entre marzo y diciembre de 2020. Luego de analizar evaluaciones de la calidad del aire y datos satelitales, descubrieron que los incendios forestales estaban asociados a un aumento promedio del 11% de los casos de COVID-19 y un 8% de muertes.
“Encontramos una fuerte evidencia de una asociación positiva entre los aumentos diarios de PM 2.5 y el aumento de los riesgos de casos y muertes de COVID-19, acumulativamente hasta 4 semanas”, se lee en el estudio. “En algunos de los condados, el porcentaje del número total de casos de COVID-19 y muertes atribuibles a los altos niveles de PM 2.5 fue sustancial”, agrega.
El año pasado los estados de California, Oregon y Washington sufrieron incendios forestales de una intensidad sin precedentes, al mismo tiempo que trataban de contener la pandemia de SARS-CoV-2. El cambio climático contribuyó de manera muy importante en estos desastres ecológicos, y seguirá aumentando el riesgo y la extensión de los incendios forestales en el mundo a medida que empeore.
El estudio afirma que en algunos condados los niveles de PM 2.5 fueron superiores a 500 μg por metro cúbico durante varios días consecutivos, lo que pudo incrementar el riesgo de personas con un estado de salud vulnerable a contraer COVID-19.
“Los incendios forestales durante una pandemia crean un desastre en cascada con interrupciones en las comunidades directamente afectadas que desafían las prácticas de mitigación de infecciones, como el distanciamiento social en los refugios de evacuación, mientras que las respuestas a desastres locales (incluida la atención médica) están muy estresadas. Estas sinergias probablemente aumentaron los casos de COVID-19”, finalizan los autores del estudio.