Vacunas contra COVID: Biden suspenderá fondos a residencias de ancianos que no se la exijan a su personal
El presidente Biden dice que aunque su autoridad para exigir a los estadounidenses que se vacunen es limitada, hará todo lo posible para persuadir a quienes no lo han hecho, incluso si tiene que mandar a redactar nuevas normativas al respecto
El presidente Joe Biden, ordenó esta semana suspender los fondos de los programas públicos destinados a residencias geriátricas que no estén exigiendo a su personal vacunarse contra el COVID-19.
Para la administración de Biden no es justo que los ancianos tengan que correr riesgos de contagio por empleados no vacunados.
“Si usted visita, vive o trabaja en una residencia de ancianos, no debería tener que asumir un riesgo alto de contraer covid-19 porque allí haya empleados no vacunados”, dijo el propio Biden desde la Casa Blanca.
Por ello el presidente ha solicitado al Departamento de Salud de Estados Unidos, redactar una nueva normativa que imponga que los empleados de centros de ancianos deben estar vacunados, de lo contrario esos centros serán excluidos de los programas de ayuda financiera y médica gubernamental.
Se trata de unos 15,000 residencias para ancianos en todo el país, en las que trabajan más de 1.3 millones de empleados y en la que residen alrededor de 1.6 millones de personas que requieren atención.
Según estadísticas de CNN aproximadamente el 40% de los empleados de estas instituciones no están vacunados. Por ello el presidente Biden solicitó que la nueva normativa entre en vigor lo más pronto posible.
Sin embargo, Biden no pretende ser tan duro, su administración ha comunicado que trabajará en conjunto con todos estos centros a fin de acelerar el necesario proceso de vacunación antes de que el reglamento entre en vigor.
Según las estadísticas que maneja la Casa Blanca, estos centros en los que los empleados se han resistido a la vacuna, son justamente los centros en la que los contagios se han acelerado entre los pacientes.
Biden hace unas semanas obligó a todos los trabajadores de su administración vacunarse o de lo contrario deberán someterse constantemente a los test de detección de Covid-19 con regularidad.
El mandatario estadounidense está consciente de que su autoridad a la hora de exigir la vacuna anti-Covid es limitada, por ello se está sirviendo de otro tipo de estrategias para tratar de persuadir a los estadounidense de vacunarse.
En este sentido, la administración central ha emprendido una “guerra” con administraciones locales, entre ellas la del estado Florida en el que su gobernador, Ron DeSantis hace todo lo contrario y pretende suspender fondos a quienes obliguen a vacunarse.
El gobierno de Estados Unidos autorizó a partir del 20 de septiembre la tercera dosis de las vacunas Pfizer y Moderna, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud pidió una moratoria al respecto considerando que el mundo entero debería tener las dos dosis de las vacunas, antes de que Estados Unidos tenga la tercera.
**