Velas que celebran la vida y a los latinos

Marcella Gómez comparte sus raíces salvadoreñas a través de ‘Oh Comadre Candles’ y habla sobre su fuerza para derrotar el cáncer

Marcella Gómez tiene casi siete años en la creación de velas con aromas. / fotos: cortesía.

Marcella Gómez tiene casi siete años en la creación de velas con aromas. / fotos: cortesía.  Crédito: Cortesía

Tamal de elote, horchata, arroz con leche y hasta soda de champán son algunos de los tracionales aromas que han convertido a Oh Comadre Candles en todo un éxito.

Con diseños coloridos y olores que recuerdan al hogar y a la familia e invocan los más preciados recuerdos de la memoria, estas originales velas hacen un homenaje a la cultura latina y muestran el lado más creativo y motivador de su propieraria, Marcella Gómez, una mujer de origen salvadoreño que ha plasmado su amor por el arte y sus raíces en su negocio.

“Estas velas celebran la vida y sobre todo representan a nuestra cultura latina, por eso yo quería que fuera la mejor vela posible, tenía que ser muy bonita, porque representa a mi mamá, a mi abuelita, a mi tía, entonces por eso le pongo todo mi esfuerzo”, explica.

Enfermera de profesión, Marcella empezó creando velas hace unos siete años como una forma de terapia para desconectar cada día de lo que vivía en su trabajo.

Dos años más tarde, realizó su primera venta y desde ese momento su pequeño negocio ha ido creciendo hasta permitirle, dedicarse desde hace un par de años, exclusivamente a la creación de sus velas.

“La vida me trajo a esto, empezó como una terapia, pero ahora mi negocio me da alegría, me ha dado la oportunidad de conocer mucha gente y me siento muy afortunada por eso”, asegura.

Sus velas no solo son un homenaje a El Salvador, sino a todos los latinos. Entre las fragancias de sus productos figuran: capirotada, mangoneada, michelada, coquito, mazapán, empanada de calabaza, dulce de leche, carne asada, palo santo y hasta Vicks Vaporub, entre muchos otros.

“Quiero representar a todos los países, quiero que mis velas muestren un poquito de cada lugar”, dice la mujer de 49 años y residente de la ciudad de Downey.

La microempresaria ha logrado sacar velas en diveras presentaciones.

Lo característico de su producto son los olores como estos a soda de champane y choco banano.

Lágrimas y esperanza

Entre sus velas hay una llamada Lágrimas, que representa uno de los momentos más difíciles de su vida, pero que dice le ha dado la enseñanza más grande, que hoy comparte como un ejemplo de motivación para inspirar a otras mujeres a cuidarse.

“Lágrimas huele fresco, con un poquito de flores”, explica Marcella, antes de agregar que fue un olor que nació tras un diagnóstico de cáncer.

“Se llama Lágrimas porque el 20 de octubre [de 2020] me dijeron que tenía cáncer de mama y me puse a pensar que llorar no es algo malo, es algo natural, pero cada vez que lloraba era como una limpia. Así nace esa vela, como un recordatorio de que no tiene nada malo llorar”.

No obstante, antes de convertir esos sentimientos en un producto, tuvo que enfrentar el miedo y la preocupación.

“La primera semana fue la más terrible de mi vida, porque hasta soñaba con eso, en mi mente me estaba despidiendo de mis hijos, de mi esposo, de mi familia, pero llegó un momento en el que decidí cambiar esa mentalidad y no tener miedo”, cuenta Marcella, que encontró esa fortaleza a través del ejercicio y de tener una mentalidad positiva.

“Todos tenemos dentro a una guerrera, entonces cada vez que me sentía mal o estaba pensado cosas negativas, me iba a caminar, a veces solo alcanzaba a ir a dos casas, pero después parecía loca,… Caminaba todo el tiempo, porque el ejercicio ayudaba a la mente y me dio mucha fuerza estar afuera en la naturaleza”.

La mujer recuerda que era otoño y que junto a la brisa y a los coloridos atardeceres encontró la renovación que necesitaba para salir adelante y seguir transformando sus emociones en motivación y utilizando sus manos para crear, que es algo que siempre la ha caracterizado.

Diez meses después y quimioterapia, Marcella está en etapa de remisión; es decir que el cáncer está controlado, pero reconoce que detectarlo a tiempo fue clave para evitar complicaciones.

“Uno mismo tiene que sacar la energía para salir adelante, solo Dios y el tiempo [deciden]. Tuve la suerte que lo encontraron en la etapa uno, porque yo me lo encontré, entonces por favor, revisen sus senos una vez al mes”, recomienda Marcella,

“A veces las mujeres nos hacemos cargo de todo y nos olvidamos de nosotras, nos dejamos al final.. No dejemos nuestras citas médicas para mañana, eso es hoy, puede salvar vidas”.

Con una plena sonrisa y mucha motivación, Marcella ha encontrado en su negocio la fórmula perfecta para una vida de alegría y llevar a miles de hogares esos olores que renuevan y llenan el ambiente de felices recuerdos.

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