Unas 2,000 personas de la tercera edad recibirán alimentos tres veces a la semana por nueve meses

Estudio subraya la inseguridad alimenticia que ha dejado la pandemia a miles de familias en el condado de Los Ángeles

“Una sobrina me trae mi comidita cada semana”: Rosalía Moscoso, originaria de Guatemala, de 79 años.

“Una sobrina me trae mi comidita cada semana”: Rosalía Moscoso, originaria de Guatemala, de 79 años.  Crédito: Jorge Macías | Impremedia

Centenares de personas de la tercera edad que viven en el distrito 1 de la ciudad de Los Ángeles ya no tendrán que preocuparse porque les falte comida en su mesa varios días a la semana, gracias a un programa que ha lanzado el concejal Gil Cedillo, en coordinación con Everytable, una empresa de distribución de alimentos nutritivos, que funciona a base de suscripción.

A través del programa se distribuirán 150,000 comidas a personas mayores de bajos ingresos durante las próximas 40 semanas. Los primeros en recibir los alimentos serán los residentes de los Apartamentos Casa Salazar, en Glassell Park.

Otros sitios participantes de hogares para ancianos incluyen Grand Plaza Senior Apartments en Chinatown, Parkview Terrace Apartments en Westlake, Crescent Arms Apartments en Westlake, Westmore Linden Apartments en Pico-Union, Pilgrim Tower en Koreatown / Pico-Union, Union Towers en Westlake, y Union Villa Apartments en Pico-Union. 
El programa surgió como una idea del concejal Cedillo, quien fue informado que durante el periodo más fuerte de la pandemia de covid-19 muchas personas mayores de su distrito que vivían en hogares para ancianos estaban pasando hambre; es por eso que inmediatamente se ordenó la entrega de comidas calientes en la puerta de los hogares de sus constituyentes.
Su oficina también copatrocinó en agosto de 2020 la distribución de 2,500 cajas de alimentos en conjunto con Labor Community Services, el Banco Regional de Alimentos de Los Ángeles y la Federación Laboral del Condado de Los Ángeles.
Apoyo a los más vulnerables
“Escuchamos que las personas mayores necesitaban alimento no solo una vez, sino con mayor regularidad o de forma permanente”, dijo a La Opinión, Luis González, subdirector de organización comunitaria en la oficina del concejal Cedillo. “Durante la pandemia y en la actualidad, muchos de ellos no han podido salir a comprar comida o no tienen a nadie que se las lleve”.
Filiberto Martínez, de 88 años de edad es uno de los beneficiarios para recibir alimentos. (Jorge Macías)
Sentados a una distancia considerable y usando mascarillas protectoras, un grupo de personas mayores esperaron con paciencia que les entregaran una bolsa con tres comidas provenientes de Everytable.
“Yo vivo aquí desde hace cuatro años y no me ha faltado nada porque una sobrina me trae mi comidita cada semana”, dijo Rosalía Moscoso, una mujer originaria de Guatemala, de 79 años. 
Ella tenía la esperanza de que el platillo de pasta de trigo integral rotini a la boloñesa, hecho con tomates orgánicos Bianco DiNapoli, que se cultivan, cosechan y enlatan en el norte de California, tuviera el mismo sabor o la sazón de sus guisadas o el caldo de res que ella prepara.
“Yo antes vivía cerca del desierto, en Big River, a la orilla oeste del Río Colorado [en San Bernardino], pero me enfermé del corazón y me vine a vivir aquí”, comentó Filiberto Martínez, de 88 años. 
Entrega de alimentos hasta la puerta del hogar. (Jorge Macías)
“La comida se ve rica”, agregó el hombre nacido en Guanajuato, México, a quien su hijo Mario le lleva todo tipo de comida. “Pero tengo que cuidar mi dieta, porque soy diabético, y ahora que el concejal Cedillo nos va a seguir apoyando, no hay manera de agradecerle que se preocupe por nosotros”.
Inseguridad alimentaria 
Clare Fox, vicepresidenta de Everytable, expresó a La Opinión que el programa y asociación con los miembros del concejo de Los Ángeles “está perfectamente alineado con nuestra misión como empresa, que es llevar alimentos saludables a precios asequibles a todas las comunidades”.
“Sabemos que las personas mayores de bajos ingresos, en particular, continúan luchando con la inseguridad alimentaria durante la pandemia, pero la enfermedad sigue en curso. Y entonces los miembros del concejo intensificaron y obtuvieron recursos para una asociación y un programa donde podemos llevar comidas frescas, saludables y deliciosas a las personas mayores cada semana”.
Sin embargo, el desafío es grande. El condado de Los Ángeles cuenta con una población de 10 millones de habitantes, pero se estima que tiene una población de 1.5 millones de personas que sufren de inseguridad alimentaria.
De ese total, aproximadamente el 11% son adultos mayores que viven en hogares con inseguridad alimentaria, según indica un reporte de Hunger Free, titulado, “Los rostros ocultos del hambre: Una evaluación comunitaria de la Nutrición de personas mayores en el condado de Los Ángeles.
El informe de NaShawn Johnson proyecta, además que, entre 2010 y 2060, el condado de Los Ángeles tendrá 1.3 millones de personas entre 65 y 74 años; 300,000 de 75 a 84 años y 100,000 de 85 años o más.
“Lo que nos mostró la pandemia es que muchas comunidades están luchando contra el hambre y la inseguridad alimentaria. Y, lamentablemente, eso sigue sucediendo”, indicó Clare Fox.
“Cientos de miles, si no es que millones de personas en el condado de Los Ángeles están luchando contra la inseguridad alimentaria. Y de esas, las personas mayores son una de las comunidades más afectadas porque necesitan refugiarse en casa, por lo que es más difícil para ellos acceder a los alimentos. Tienen ingresos fijos y les es más difícil”.
En efecto, el concejal Gil Cedillo se dio cuenta de la problemática y destinó $500,000 de fondos discrecionales de su distrito para que las personas mayores que viven solas y son las más vulnerables durante tiempos normales, pero también sufren durante la presente crisis de salud de covid-19.
“Ellos necesitan nuestra ayuda aún más. Por eso defendí la financiación para proporcionar 150,000 comidas a domicilio a personas mayores tres veces por semana en mi distrito”.
La implementación del programa cubrirá a unas 2,000 personas mayores, entre las que se encuentra también María Varas, de 70 años, a quien Ana Bermúdez le entregó su bolsa con tres comidas en la puerta de su departamento, en el cuarto piso de su edificio.
“Estoy agradecida porque hay seres compasivos con nosotros”, declaró María a este diario.
Durante la parte álgida de la pandemia, recordó que ella apenas si salía a comprar alimentos al mercado. 
Sus hijos tampoco podían visitarla con frecuencia, y mucho menos sus nietos. Ella era atendida por personal de los Apartamentos Casa Salazar y nunca le faltó un plato de comida en su mesa.
“Pero mire, cómo Dios nos bendice con gente que nos trae comida personalmente”, dijo al abrir su puerta, junto con “Bruno” su cachorro Cocker Spaniel inglés que la cuida.

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