“The Killing of Kenneth Chamberlain”: las causas de la brutalidad policial
Debido a su poderoso mensaje, el filme está destinado a convertirse en un clásico, en una herramienta educativa que deberían ver todos los interesados en ingresar a la policía
El 19 de noviembre de 2011 a las 5:22 a.m., Kenneth Chamberlain, un veterano de guerra afroamericano que sufría del corazón y de trastorno bipolar, activó por accidente su dispositivo para emergencias médicas. A los pocos minutos, un grupo de policías tocó a su puerta para verificar su estado de salud. Temeroso de que lo fueran a matar, Chamberlain se negó a dejarlos entrar, lo que provocó un enfrentamiento con consecuencias fatales. A las 7 a.m. Chamberlain murió a manos de los agentes del orden en el interior de su departamento en White Plains, Nueva York.
Este trágico hecho inspiró al cineasta David Midell a escribir el guion y dirigir el filme “The Killing of Kenneth Chamberlain” que narra de manera detallada y basada en la realidad, los últimos minutos en la vida del veterano de guerra.
La película, que se estrenó el 17 de septiembre en plataformas digitales y en varias salas cinematográficas del país, ha tenido un éxito rotundo. Hasta la fecha ha ganado 10 premios, entre ellos los del jurado y de la audiencia, en los festivales de cine independiente donde se ha presentado, como el de Austin, Omaha y Oxford.
Gracias a la brillantez del guion y a la esmerada dirección de Midell, la película mantiene en suspenso al espectador de principio a fin. Los diálogos y las interacciones entre la policía y Chamberlain reflejan claramente cómo, en lugar de que los agentes del orden logren controlar la situación, su falta de entrenamiento, aunada a sus prejuicios raciales y clasistas, los lleva a escalar la violencia y a terminar de manera trágica e innecesaria con la vida de Chamberlain.
Uno de los mayores aciertos de la película es que invita a la reflexión y al sano debate sobre lo que debe hacerse para evitar este tipo de tragedias que una y otra vez enlutan al país. Es obvio, por ejemplo, que cuando se trata de una emergencia médica, no se debe enviar a la policía sino a trabajadores sociales. Es también claro que la mayoría de los departamentos del orden necesitan reclutar con mayor cuidado a sus policías y darles un mejor entrenamiento para combatir, entre otras cosas, los estereotipos que los llevan a asociar con el crimen a quienes pertenecen a minorías étnicas, especialmente si son de bajos recursos y padecen discapacidades o problemas mentales.
Mención aparte merece la extraordinaria interpretación de Frankie Faison como Kenneth Chamberlain. Acompañado de un profesional grupo de actores, Faison logra una actuación memorable, sin duda la mejor de su carrera, que debería hacerlo acreedor a un premio Oscar.
Debido a su poderoso mensaje, el filme está destinado a convertirse en un clásico, en una herramienta educativa que deberían ver todos los interesados en ingresar a la policía. Midell, por su parte, ha demostrado que su talento como guionista y director lo llevará lejos. Por su trabajo en este filme fue nominado al prestigioso premio “Someone to Watch” de Independent Spirit Awards.