Luna en cuarto menguante: cómo aprovechar sus beneficios espirituales
La fase cuarto menguante ocurre entre Luna llena y Luna nueva. Simboliza el camino espiritual que recorremos hacia nuestros propósitos y te decimos cómo aprovechar esta mística energía
La energía de la Luna en cuarto menguante representa equilibrio. Crédito: Alexandro David | Pexels
Las fases más famosas de la Luna, en términos astrológicos, son la Luna nueva y Luna llena cuyos poderes de manifestación y transformación, respectivamente, son bastante conocidos. La fase cuarto menguante también posee su encanto, aunque su energía no es tan célebre como sus hermanas lunares.
Los cuartos de luna (creciente y menguante) representan oportunidades de crecimiento. Si la luna nueva es el comienzo y la luna llena el clímax espiritual, los cuartos de luna simbolizan el camino o el viaje que hacemos hacia nuestros propósitos.
El cuarto creciente ocurre entre la Luna nueva y Luna llena, mientras que el cuarto menguante entre la Luna llena y Luna nueva, este último lo experimentaremos el próximo 28 de octubre tras la Luna llena del Cazador y la llegada de la Luna nueva del 4 de noviembre.
De esta manera, el cuarto menguante significa el proceso que vivimos hacia los nuevos comienzos que manifestaremos en el siguiente ciclo lunar.
La magia de luna en cuarto menguante
De acuerdo con el sitio especializado Astrology Answers, la luna en cuarto menguante es el momento perfecto para lograr equilibrio y establecer límites con miras al comienzo del próximo ciclo lunar.
Durante este lapso de tiempo, la poderosa energía de la luna llena se asienta en el cosmos brindando la oportunidad de analizar las áreas de nuestras vidas que necesitan armonía.
Cómo aprovechar la energía del cuarto menguante
Los astrólogos afirman que la luna en cuarto menguante es perfecta para experimentar un poderoso baño ritual pues el agua es un purificador espiritual natural.
Una opción es tomar una ducha por la noche con agua tibia para recuperar el equilibrio. Puedes añadir más misticismo prendiendo una vela blanca y un incienso.
Mientras el agua recorre tu cuerpo repite la siguiente afirmación: “me equilibro por dentro y dejo ir las tensiones y el desequilibrio dentro de mí”.
Para finalizar realiza un análisis interno de las áreas de tu vida que requieren límites, ya sea en tu relación de pareja, trabajo, amistad, familiares o contigo mismo.
Escribe en una hoja cómo planeas establecer esos límites en los próximos días y qué métodos llevarás a cabo para cumplir esas metas.
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