Biden busca reducir las emisiones de metano, responsable de un tercio del calentamiento global actual

Desde Glasgow, Escocia, en el marco de la cumbre COP26, el presidente Joe Biden presentó uno de sus mayores esfuerzos hasta ahora para combatir el cambio climático: se trata de un conjunto de nuevas normas para reducir el metano, un potente gas de efecto invernadero, de las industrias petrolera y gasífera.

El anuncio llegó cuando Biden concluía su participación de dos días en la cumbre, misma en que también se desmarcó de forma tácita de las políticas en materia ambiental de su predecesor, Donald Trump, en específico sobre la salida del Acuerdo de París.

La medida anunciada este martes, contempla una normativa de la Agencia de Protección al Medio Ambiente (EPA) que haría a las empresas de gas y petrolíferas detectar, controlar y reparar con precisión las fugas de metano en tuberías y pozos existentes y nuevos.

También, la EPA obligaría con este mandato a que las empresas petroleras capturen el gas natural hallado junto al petróleo, y que suele liberarse a la atmósfera.

La medida, calcula la agencia, representará la reducción de 41 millones de toneladas de emisiones de metano entre 2023 y 2035, por encima de todo el dióxido de carbono que emitieron los aviones comerciales en 2019 en Estados Unidos.

De este modo, el presidente estadounidense comprometió trabajar con más de 80 países y la Unión Europea para reducir las emisiones totales del gas en el mundo en un 30% para 2030.

El responsable de un tercio del calentamiento global actual

El metano puede calentar la atmósfera 80 veces más rápido que el dióxido de carbono en el corto plazo, y es considerado como el responsable de una tercera parte del calentamiento global actual. Es el componente principal del gas natural, alimenta alrededor del 40% del sector eléctrico del país.

En los últimos 10 años, las concentraciones de metano en la atmósfera han aumentado con rapidez inusitada.

Es la primera vez que el gobierno de Estados Unidos plantea limitar el metano que procede de alrededor de un millón de plataformas petrolíferas y de gas en el país.

El gobierno de Donald Trump anuló las normas anteriores, que estaban enfocadas a evitar las fugas de metano de los pozos construidos de 2015 en adelante.

“Con esta medida histórica, la EPA se ocupa de las fuentes existentes de la industria del petróleo y el gas natural en todo el país, además de actualizar las normas para las nuevas fuentes, con el fin de garantizar reducciones sólidas y duraderas de la contaminación en todo el país”, dijo Michael Regan, administrador de la agencia.

“Mientras los líderes mundiales se reúnen en este momento crucial en Glasgow para la COP26, ahora es muy claro que Estados Unidos está de vuelta y lidera con el ejemplo para enfrentar la crisis climática con una ambición audaz”, añadió.

Ecologistas consideran que reducir el metano es una medida rentable y rápida para detener el ritmo del calentamiento global.

La actividad humana contribuye con alrededor del 60% de las emisiones mundiales de metano, indica una investigación publicada por la revista Earth System Science Data.

La cumbre pretende llegar a consensos para hacer frente al calentamiento global, y llega semanas después de que Naciones Unidas presentara un informe que detalla las catastróficas consecuencias que derivarán de no reducir las emisiones en la década por venir. En ella, más de 100 países además se comprometen a poner fin a la deforestación, a la que los expertos consideran como uno es uno de los principales causantes del cambio climático.

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