Las 5 acciones de Biden de su plan contra la corrupción con impacto a nivel mundial

El Gobierno del presidente Joe Biden lanza una nueva estrategia contra la corrupción que empata con su lucha contra el crimen organizado, a fin de impedir efectos negativos en la estructura financiera y la democracia de los Estados Unidos y, sobre todo, llevar ante la justicia a los actores que promueven estas acciones ilegales.

El presidente Biden calificó como “una amenaza a la seguridad nacional” los actos de corrupción, así como un efecto directo en la equidad económica y los esfuerzos en la lucha contra la pobreza y mantener la democracia.

“Al prevenir y contrarrestar eficazmente la corrupción y demostrar las ventajas de una gobernanza transparente y responsable podemos asegurar una ventaja fundamental para los Estados Unidos y otras democracias”, expresó el mandatario.

El plan es parte de la orden que el demócrata dio el 3 de junio a su equipo de Seguridad Nacional y contempla cinco acciones concretas.

1) Modernizar los esfuerzos para combatir la corrupción

Esto al reconocer que Estados Unidos ha sido un líder en la lucha mundial contra la corrupción, pero que abordar dicha amenaza como “un imperativo de seguridad nacional” requiere de un nuevo enfoque, el cual incluya una mejor comprensión y respuesta a transnacionales con prioridad en la recopilación y el análisis de inteligencia. Eso implicará la creación de oficinas especiales en los departamentos y agencias.

2) Frenar las finanzas ilícitas

La Administración Biden reconoce que el flujo de dinero mal habido es un serio problema que aprovecha las vulnerabilidades de los sistemas financieros internacionales y de los Estados Unidos “para ocultar la propiedad de los activos y blanquear el producto de sus actividades ilícitas”. El nuevo esfuerzo requerirá mayores regulaciones de transparencia, como en transacciones inmobiliarias –una de las industrias favoritas de los criminales— donde se oculta dinero. El esfuerzo también implica mayor coordinación con otros países.

3) Responsabilizar a los actores corruptos

Esto implicará elevar los esfuerzos diplomáticos para apoyar, defender y proteger a la sociedad civil y a los medios de comunicación, incluidos los periodistas de investigación que denuncian la corrupción. También nuevas estrategias con gobiernos y el sector empresarial para la detección e interrupción del soborno extranjero.

4) Fortalecer la arquitectura anticorrupción multilateral

Esto implica una mejor coordinación con los miembros del G7 y el G20 para implementar medidas de transparencia y anticorrupción en todos los ámbitos ministeriales.

5) Mejorar el compromiso diplomático

Al aprovechar los recursos de asistencia exterior para lograr los objetivos de la política anticorrupción, la Administración Biden también pretende elevar la labor anticorrupción como una prioridad dentro de sus esfuerzos diplomáticos.

“La estrategia de los Estados Unidos para combatir la corrupción marca un nuevo capítulo… para frenar los efectos dañinos de la corrupción”, afirma el Gobierno federal.