Racismo y extremismo se mantienen firmes en las filas de las fuerzas armadas de EE.UU.

de uso de redes sociales, e implican que dar “me gusta” o retransmitir contenido extremista o de supremacistas blancos puede conllevar una acción disciplinaria

Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Crédito: TIMOTHY A. CLARY | AFP / Getty Images

Lloyd Austin, secretario de Defensa, firmó un memorando en febrero ordenando a los comandantes de las fuerzas armadas imponer un día de reflexión para que en él se abordara el extremismo en las mismas.

Lo hizo apenas fue confirmado en el cargo, y con el recuerdo fresco de lo ocurrido el 6 de enero en el Capitolio, un violento asalto en el que participaron varios veteranos de guerra y al menos un miembro del servicio activo.

Ellos, junto a miles de simpatizantes del entonces presidente Donald Trump ingresaron violentamente al Capitolio, un edificio que en buena manera representa la democracia del país.

Además, el país ha seguido inmerso en la disputa de cómo abordar el racismo sistémico; específicamente los militares llevan décadas buscando sacar de sus filas a supremacistas blancos y extremistas.

La semana pasada, el ejército emitió nuevas reglas para tratar con el extremismo. Incluyen la actualización a la política de uso de redes sociales, e implican que dar “me gusta” o retransmitir contenido extremista o de supremacistas blancos puede conllevar una acción disciplinaria.

Además, el Departamento de Defensa actualizó los mecanismos de reclutamiento, y analiza cómo preparar para el retiro a las tropas, y que no sean blanco de grupos u organizaciones extremistas.

Siguen siendo una constante

No obstante, The Associated Press indica que una investigación halló que, a pesar de las nuevas normas, el racismo y la discriminación siguen siendo una preocupación constante.

Las nuevas pautas, según esta investigación, no abordan las disparidades en la justicia militar, según el llamado “Uniform Code of Military Justice”, el código legal que mandata en las fuerzas armadas en Estados Unidos.

Un informe de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos (GAO) del año pasado, así como otros estudios, apuntan a que los miembros del servicio afroamericanos o hispanos fueron investigados y sometidos a consejos de guerra de una forma mayor desproporcionadamente.

Un reciente estudio de la Facultad de Posgrado Naval descubrió que los marines afroestadounidenses recibieron castigos y condenas en consejo de guerra a una tasa cinco veces mayor que otras razas en el Cuerpo de Infantería de Marina de Estados Unidos.

Pero la investigación de The Associated Press halló que en el sistema judicial militar no hay una categoría explícita para los delitos de odio. Sin embargo, sí está en los códigos penales del gobierno federal, 46 estados y el distrito de Columbia. Esta diferencia dificulta que sean contabilizados los delitos motivados por prejuicios.

En un correo electrónico, el Servicio de Investigación Penal Naval indicó que “si bien es posible que hayan ocurrido delitos de odio, nuestras investigaciones no están tituladas como tales. Por ejemplo, una agresión a una persona, independientemente del motivo de la agresión, se clasificaría como agresión, independientemente de lo que motivó el delito”.

Promulgada el lunes, la nueva Ley de Autorización de Defensa Nacional marca una orden del presidente Biden al secretario de Defensa para que en un plazo de 180 días emita al Congreso una recomendación sobre si se necesita un nuevo estatuto que considere el extremismo violento, aunque no considera los delitos de odio o las disparidades raciales.

Las regulaciones del Pentágono no prohíben a los miembros del servicio pertenecer a grupos extremistas como el Ku Klux Klan, sino únicamente la “participación activa”, misma que las fuerzas armadas describen como “manifestarse o reunirse públicamente, recaudar fondos, reclutar y capacitar a miembros”.

Expertos destacan el hecho de que los comandantes manejan a discreción asuntos a medida que van surgiendo, lo que origina aplicación irregular y dispersa, con algunos de cero tolerancia y otros aplicando las reglas de forma laxa.

La investigación destaca que, aunque racismo y extremismo en el ejército sean “una preocupación de seguridad”, no hay fondos para combatirlos.

Esto también te interesa:
Un asaltante del Capitolio que atacó policías es condenado a cinco años de cárcel
Organizaciones de extrema derecha, en la mira del Comité que investiga el asalto al Capitolio
Exabogado de Trump responsabiliza al ex vicepresidente Pence del asalto al Capitolio

En esta nota

Ejército de Estados Unidos

Suscribite al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!

Más sobre este tema
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain