Inquilina de Anaheim tiene días para dejar la casa

Madre dice que la Sección 8 le es de gran ayuda pero dueño de la propieda argumenta descuido de la familia

Xiomara Echiribel con uno de sus hijos. (Suministrada)

Xiomara Echiribel con uno de sus hijos. (Suministrada) Crédito: Xiomara Echiribel | Cortesía

Después de varios meses de buscar vivienda, Xiomara Echiribel y sus dos hijos, de 10 y 12 años, encontraron en junio de 2020 una casa para alquilar en la ciudad de Anaheim, en el condado de Orange. La ubicación era conveniente, ya que el lugar estaba a cinco minutos de su trabajo: el parque de diversiones Disneyland.

Echiribel, quien recibe ayuda del gobierno para pagar su renta, logró asegurar la casa de tres recámaras que estaba siendo rentada bajo la Sección 8, el programa federal de Vales de Elección de Vivienda. El programa ayuda a las familias de bajos ingresos, discapacitados y personas de la tercera edad a pagar una porción del total de la renta.

Cuando se mudó estaba desempleada, ya que el parque de diversiones estaba cerrado. En ese momento solo tenía que pagar $319 de renta y el resto lo pagaba el programa de Sección 8. Echiribel dijo que ella y sus hijos estaban muy contentos ya que se mudaron de un pequeño apartamento a una casa con cochera incluida.

No obstante, la buena racha duró poco. Al paso de unos meses de mudarse, la situación que parecía amena entre dueño de la propiedad y la inquilina se tornó difícil.

Hoy Echiribel acusa al dueño de la propiedad, identificado como Mohammed “Max” Ebrahim-Zadeh, de cobrarle $3,000 por reparaciones; mientras que el dueño, refuta las acusaciones e indica que ella ha quebrantado el contrato en múltiples ocasiones.

“Él cree que yo descompuse varias cosas pero no es así”, aseguró Echiribel.

Una de estas cosas es el lavaplatos, el cual se le fue entregado nuevo cuando comenzó a vivir en la casa.

Ebrahim-Zadeh también acusa a Echiribel de descomponer la tubería en múltiples ocasiones, ya que indica que se han encontrado juguetes atorados en el retrete y plásticos en el jacuzzi de la recámara principal.

“Entiendo que el dueño debe pagar los arreglos necesarios que se causan con el tiempo pero cuando es constante, eso es responsabilidad del inquilino”, expresó el dueño.

Echiribel se ha negado a pagar la cantidad que se le pide por lo que ambos buscaron asesoría en Fair Housing, una entidad que promueve la equidad de vivienda.

En agosto de 2021, Ebrahim-Zadeh le dio una notificación a Echiribel de 90 días para que desalojara la vivienda. Esta expiraba el 30 de noviembre pero la inquilina aún no ha salido.

Hace poco, obtuvo la última extensión que le permitirá quedarse hasta el 27 de enero. “Yo no tengo a dónde ir”, indicó la madre de dos. “Vivo preocupada… He estado estresada y sin dinero”.

Añadió que no es tan fácil como lo hacen ver que ella pueda solo recoger sus cosas y salirse de la propiedad.

Contó que le tomó meses encontrar un lugar para vivir y que en las condiciones actuales, con el problema del covid y de la mala economía, no es tan fácil encontrar otro lugar de un día para otro.

Por su parte, el dueño de la propiedad indicó que cuando le aprobó el contrato de arrendamiento a Echiribel, él confió en que se trataba de una persona responsable. Sin embargo, asegura que desde que llegó Echiribel solo le ha causado problemas.

“Pedirle que se vaya no son represalias, ella ha roto el contrato en tantas formas… Ha destruido el apartamento”, dijo Ebrahim-Zadeh. “El Departamento de Vivienda le terminó la ayuda y ya no pagó su renta de este mes [Diciembre]”.

Entre lágrimas, Echiribel dijo que espera que el dueño le permita quedarse en ese lugar, que se ha convertido en un hogar para sus hijos, quienes hoy tienen más espacio, pero ya no ha hablado con él.


Es mejor salir de una vez
Saraí Arpero, representante de Latino Health Access (LHA), una organización dedicada a la prosperidad de la comunidad de Santa Ana, en el condado de Orange, dijo que los casos como el de Echiribel son más comunes en la actualidad.


Añadió que las familias que son parte de Sección 8 tienen una situación más difícil porque están sujetas a unas reglas y políticas del estado que no necesariamente aplican a una vivienda típica.

LHA no está asesorando a Echiribel pero Arpero dijo que, en general, si una familia que recibe ayuda de la Sección 8 vive en una casa donde el dueño ya no la quiere ahí, es casi imposible ganar esos casos.

“Yo le recomiendo que se vaya antes de los 30 días porque si no lo hace puede perder su Sección 8”, explicó.

Añadió que lo que mejor es buscar inmediatamente otra vivienda donde le acepten Sección 8 porque si la llevan a la corte, muchos programas no se quieren meter en líos argumentando que su problema no es intentar mantenerla en una vivienda sino solo pagar su renta.

“[Sección 8] Va a decir, ‘si tú estas en la corte es porque no seguiste las pautas del dueño… Ese no es nuestro problema’, entonces ella va a tener un mal historial o va a perder el programa”.

Recalcó que una vez que las familias pierden el vale del programa de Sección 8 es muy difícil recuperarlo. Actualmente la espera de Sección 8 es de tres a siete años.

Mientras tanto, Ebrahim-Zadeh aseguró que continuar en esta situación no es saludable para él, un hombre de 85 años, quien tiene cinco casas en el complejo habitacional donde vive Echiribel. Añadió que con ningún inquilino ha tenido problemas como con ella.

“No soy esclavo de una inquilina”, enfatizó el dueño.

Echiribel ha creado una página de GoFundMe para recaudar fondos para solventar su situación.

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