Si quieres ayudar a las familias en sus peores momentos, considera trabajar en un cementerio o funeraria
La Arquidiócesis de Los Ángeles tendrá dos ferias del empleo: 'es un trabajo de amor'
La pandemia de covid-19 ha disparado la demanda de trabajadores en los cementerios y casas funerarias. Es por eso que la Arquidiócesis de Los Ángeles tendrá dos ferias de empleo para llenar alrededor de 40 posiciones vacantes.
“El trabajo se ha incrementado en un 50%, pero durante lo más álgido de la pandemia, el año pasado, los servicios aumentaron entre 60 y 70%”, dice Sonyaann Sandoval Carreón, embalsamadora y gerente con licencia de la Funeraria del Cementerio Calvary en el Este de Los Ángeles.
“Con la variante Ómicron no hemos tenido tantas muertes”, aclara.
Sonyaann dice que no es necesario tener experiencia para trabajar como asistente en la funeraria o como sepulturero, pero sí para ser embalsamador.
“Para ser embalsamador con licencia o director de funeraria tienes que ir a la escuela mortuoria. En California, solo tenemos dos en las ciudades de Cypress y Sacramento, pero no son parte de la Arquidiócesis de Los Ángeles. Ahora mismo hay una lista de espera para entrar, y uno de los requisitos es tener estudios generales”.
Generalmente, explica, el programa de estudios es muy intenso y se toma dos años, y luego hay que pasar por dos años más de entrenamiento o como aprendiz en una casa funeraria.
“Los sueldos pueden rondar por hora entre 20 a 25 dólares, pero depende”.
Indica que las profesiones en los cementerios y funerarias no son empleos muy conocidos entre los latinos.
Sonyaann confiesa que ama su trabajo, pero reconoce que laborar rodeada de personas muertas no es un trabajo para cualquiera.
“Requiere mucha ética y profesionalismo, pero también es un ministerio de fe para quienes laboran en los cementerios y funerarias católicas. Debes tratar a los muertos como si fueran tus seres queridos porque sus familiares están confiando en nosotros”.
Ella trabaja entre los muertos desde hace 13 años. “Es mi vocación y fue como un llamado porque comencé a perder a toda mi familia inmediata desde los 5 años. Entonces trabajar con las personas cuando experimentan la primera muerte en la familia, cuando están desconsolados y en shock, ha sido una forma de sobrellevar mi duelo, y sé que estoy en el lugar correcto”.
Dice que una de las habilidades de quienes trabajan en esta industria, es ser empático, tener la capacidad de ponerse en los zapatos de los dolientes, entender que muchas veces no saben qué hacer y asistirlos. “Estamos buscando personas que quieran ayudar a otros en los peores momentos de su vida”.
Este trabajo, dice, le ha enseñado que nada es para siempre y que debemos vivir cada día como si fuera el último.
Pero además la pandemia, que ha traído una muerte tras otra, tomó desprevenidas y por sorpresa a muchas familias, sin arreglos previos para enfrentar los gastos de los servicios funerarios que suelen ser caros.
“No esperaban muertes”.
Por lo tanto, indica, que esta crisis nos ha enseñado que en vida debemos comenzar a pagar por estos servicios y acercarse a sus parroquias para ver qué ayuda pueden obtener.
A pesar de que quienes laboran en cementerios y funerarias, tienen que lidiar a diario con la muerte y la tristeza, dice que tratan de mantenerse motivados.
“Es muy satisfactorio poder ayudar a las familias en los momentos más bajos de sus vidas”.
Y claro, asegura, que hay etapas en los que el trabajo les pasa factura y tienen sus días en especial cuando los muertos son bebés o niños.
“Ahí es donde nos apoyamos en nosotros, en nuestra Arquidiócesis y fuertemente en nuestra fe que nos da fortaleza para seguir adelante por las familias”.
Cambio de vida
Sergio Haro comenzó a trabajar como sepulturero para el Cementerio Católico Calvario en el este de Los Ángeles, hace dos años y medio casi al tiempo que empezaba la pandemia.
“Yo antes trabajaba como cocinero, pero este trabajo me gusta más. Me ha cambiado la vida. Aprecio más todo. A veces cuando uno presta un servicio, ayudando a sepultar, hasta se pone a llorar al mirar el dolor. Aunque es un trabajo, uno se vuelve parte”.
Haro considera que este trabajo se lo mandó Dios.
“Parte de mi trabajo además de mantener el panteón en perfecto orden, es enterrar a un ser querido de alguna otra familia. Lo hago con mucho amor y respeto porque sé que están pasando momentos difíciles”.
Con la pandemia, el trabajo se les incrementó. “Ha sido algo muy triste. Mirar tantas muertes te impacta. Y seguimos con los rebrotes de covid. Y hasta a nosotros nos ha pegado. Inclusive tuvimos la pérdida de nuestro compañero, Rafita. Tenía unos 50 años”, dice.
Sergio platica que el trabajo de sepultar a los seres humanos es muy honesto. “Quienes vengan a trabajar al cementerio, van a encontrar mucha paz; y es un empleo que te cambia la forma de pensar. Desde que trabajo como sepulturero, trato mejor a toda mi familia. Llego a la casa, preguntando cómo están. Estamos más unidos y tenemos más comunicación”.
Padre de dos hijos de 16 y 11 años, Sergio se siente orgulloso de su trabajo porque considera que pone su granito de amor para despedir a quienes cumplieron su ciclo en esta vida.
Las ferias del empleo de la Arquidiócesis de Los Ángeles se llevarán a cabo el 25 de febrero de 10 a.m. a 2 p.m. en Calvary Cemetery and Mortuary, 4201. Whittier, Los Angeles. 90028; y el 1 de febrero de 10 a.m. a 2 p.m. en San Fernando Mission Hills Cemetery and Mortuary. 11160 Stranwood Ave. Mission Hills. 91345.
Es importante que lleven su currículum. Para cualquier pregunta, pueden llamar al 888-912-6516, o escribir a Employment@la-archdiocese.org
Omar Gallarzo, director de operaciones de la zona este de los Cementerios y Funerarias Católicas de la Arquidiócesis de Los Ángeles Omar Gallarzo, dice que trabajar para los cementerios y funerarias católicos de la Arquidiócesis no solo es una carrera única y gratificante, sino, lo que es más importante, es un ministerio de servicio para aquellos en las comunidades.
“Ofrece la oportunidad de marcar una diferencia en la vida de las personas todos los días. A medida que las necesidades de nuestras comunidades continúan creciendo, también crece nuestro ministerio”.
Precisa que organizar una feria de empleo permite a los posibles solicitantes explorar las diversas oportunidades disponibles en los Cementerios y Funerarias Católicos y aprender más sobre su ministerio.
Annabelle Baltierra, directora principal del Departamento de Recursos Humanos de la Arquidiócesis de Los Ángeles, dice que los cementerios y funerarias católicos de la Arquidiócesis de Los Ángeles, están para servir a los miembros de la comunidad católica no solo en su momento de mayor necesidad, sino también para ayudarlos a planificar con anticipación el día en que regresen a la casa del Señor.
“De acuerdo con uno de nuestros valores pastorales de servicio, nuestra misión es tratar a todos con compasión, dignidad y respeto y garantizar que los familiares difuntos sean atendidos con el mayor cuidado. Esto es lo que nos diferencia”.