El australiano que estuvo a punto de quedar paralítico a soñar de nuevo con la NBA
Aron Baynes sufrió un golpe en la espalda y cuello durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y por el cual casi queda parapléjico. Ahora sueña con volver a la NBA
El pívot de 35 años se cayó tras una volcada en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Crédito: Jared C. Tilton | Getty Images
Aron Baynes, el basquetbolista de 35 años de edad, trata de regresar a la NBA luego de que sufrió una grave lesión en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y por la que estuvo hospitalizado sin compañía por varios días en la capital de Japón.
En el medio tiempo del partido entre Australia y Nigeria, Bynes hizo una clavada pero se resbaló con el aro y se cayó de manera brutal golpeándose la espalda y el cuello, por lo que no salió a jugar en la segunda mitad.
En el siguiente juego contra Italia, el australiano no salió a la cancha en el tercer cuarto y un miembro del equipo lo encontró cerca del baño, tirado en el suelo y con dos heridas en la parte superior de un brazo. El jugador no podía levantarse y estaba desorientado. Solo recordaba haber ido al baño y nada más.
Fue hospitalizado donde nadie podía visitarlo debido a las restricciones por COVID y aparte la comunicación con el personal complicó la situación.
“Fue el momento más solitario de mi vida, entrando y saliendo de la conciencia, repasando mi plan de vida y mis metas y simplemente llorando”, cuenta ahora Baynes en una entrevista para ESPN. pasarle.
Los médicos pensaron primero que había sido una conmoción cerebral, pero cuando empezó a sentir hormigueo en las piernas y no podía mover el brazo izquierdo se supo que había algo más.
Una resonancia magnética desveló una hemorragia interna que presionaba su médula espinal. Un neurocirujano australiano le dio esperanzas.
Con un tratamiento y fisioterapia en el hospital, el australiano fue mejorando poco a poco. Viajó de regreso a Brisbane atado y anestesiado en un avión medicalizado, aún sin poder ver a su familia debido a que tenía que cumplir dos semanas de restricciones por la pandemia.
Luego de los ejercicios de rehabilitación, pudo regresar con su familia y recientemente ha podido volver a una duela de baloncesto para entrenamientos, y con el que espera en un futuro regresar a la cancha de la NBA.
“Si me vieras ahora, no sabrías qué pasó”, asegura el pívot de 35 años que sueña con volver al baloncesto de Estados Unidos.
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