Un candidato a ingresar a los Navy Seals muere después de la prueba conocida como Hell Week
La muerte del recluta se produce solo dos meses después de que un comandante de los SEAL de la Marina muriera a causa de las lesiones que sufrió durante un accidente de entrenamiento en Virginia. Se desconocen las causas del deceso
Las pruebas a las que son sometidas los reclutas son extremas. Crédito: Getty Images
Un candidato a formar parte de los Navy SEALS murió y un segundo estáen el hospital a pocas horas después de completar con éxito la agotadora prueba conocida como “Hell Week” (semana del infierno) que finaliza la primera fase de evaluación y selección de este cuerpo.
La Marina dijo que ambos fueron trasladados de urgencia al Hospital Sharp de Coronado, en California, y ninguno había sufrido un accidente o un incidente inusual durante los cinco días y medio de la “Hell Week”.
La prueba es parte de los requisitos para ingresar a ese cuerpo armado e involucra demolición básica bajo el agua, supervivencia y otras tácticas de combate. Se realiza en la cuarta semana, cuando los candidatos SEAL esperan ser seleccionados para recibir entrenamiento dentro del Comando de Entrenamiento Básico de Guerra Especial Naval.
Uno de los candidatos murió en el hospital, mientras que el otro estaba en condición estable en el Centro Médico Naval de San Diego. La causa de la muerte no se conoció de inmediato y continúa bajo investigación.
El programa SEAL evalúa la fuerza física y psicológica junto con la competencia en el agua y las habilidades de liderazgo. El programa es tan agotador que al menos entre el 50 % y el 60 % de los aspirantes no supera la “Hell Week”, cuando los candidatos son llevados al límite.
El último candidato SEAL que había muerto durante la fase de evaluación fue James Derek Lovelace, de 21 años, en 2016. Luchaba por mantenerse a flote en una piscina cuando su instructor lo empujó bajo el agua al menos dos veces. Perdió el conocimiento y murió.
Su muerte fue inicialmente declarada homicidio por el médico forense del condado de San Diego. Un año después, después de una investigación, la Marina dijo que no presentaría cargos penales por el ahogamiento de Lovelace. Una autopsia reveló que tenía el corazón agrandado y una arteria coronaria anormal, lo que se ha asociado con muertes cardíacas súbitas, principalmente en atletas.
La muerte del recluta se produce solo dos meses después de que un comandante de los SEAL de la Marina muriera a causa de las lesiones que sufrió durante un accidente de entrenamiento en Virginia. Brian Bourgeois, de 43 años, se cayó mientras descendía por la cuerda rápida de un helicóptero y murió varios días después.
