“El Renacido”: la fuerza que tiene a Matthew Stafford en el Super Bowl y a un triunfo de la gloria para Los Ángeles
En su primer año con los Rams, el quarterback Matthew Stafford ha sabido capitalizar toda esa adversidad que enfrentó durante 12 temporadas y que le ha preparado para un posible final de película en el Super Bowl LVI
En pleno día de su cumpleaños 34 este lunes, una reportera le preguntó a Matthew Stafford qué actor le gustaría que lo interpretara en una película acerca de su vida.
“Diría que Leonardo DiCaprio. Es uno de mis actores favoritos, es un actor especial”, respondió el quarterback de Los Angeles Rams con una sonrisa. “No sé qué tan bien lance el balón, pero seguro que con la tecnología moderna pueden hacer que se vea bien”.
Una película acerca de Matthew Stafford no es algo que vayamos a ver pronto -y tal vez nunca-, pero ciertamente uno de los filmes más famosos en los que ha trabajado el actor angelino funciona bien como alegoría de lo que ha sido el renacimiento de este experimentado mariscal de campo: “El Renacido” (The Revenant).
Y es que Stafford pasó tiempos difíciles en Detroit, donde fue el quarterback y rostro de la franquicia de los Lions en sus primeras 12 temporadas en la NFL, con solo cuatro de ellas siendo campañas ganadoras, sin un solo triunfo en partidos de playoffs, lesiones sufridas y muchas, pero muchas derrotas que opacaron su innegable habilidad.
El 30 de enero de 2021, los Rams sacudieron a la NFL al adquirir a Stafford en un megacambio que puso en un avión rumbo a Detroit a Jared Goff, además de dos selecciones de 1a. ronda del Draft.
La idea de la gerencia de los Rams y del entrenador en jefe Sean McVay era mejorar la posición de quarterback en un equipo que ya lucía muy fuerte y casi listo para aspirar al Super Bowl.
“Nosotros fuimos a buscarlo porque pensamos que era una oportunidad de obtener a un gran jugador de su magnitud. Esas oportunidades no se presentan muy seguido”, recordó McVay recientemente.
“Lo que él ha hecho es elevar a todos a su alrededor. Me ha hecho a mí un mejor coach. Ha hecho mejores a sus compañeros. Es una gran persona… Si ustedes no le están echando porras a este hombre, algo está mal con ustedes”.
Exactamente al cumplirse un aniversario de ese acuerdo, Matthew Stafford condujo a los Rams al Super Bowl LVI al remontar 10 puntos en el cuarto periodo y vencer a los San Francisco 49ers en el Juego de Campeonato de la NFC.
Y ahora, él puede ser el quarterback que le entregue a la ciudad de Los Ángeles su primer Trofeo Vince Lombardi desde que los Raiders lo hicieron en enero de 1984.
Tal vez la idea de la película deba tomarse más en serio.
“Este tipo de oportunidades son por las que juegas”, dijo Stafford al encarar el duelo de este domingo contra los sorprendentes Cincinnati Bengals en SoFi Stadium. “Me siento muy afortunado de estar en esta situación y poder salir a la cancha una vez más al lado de este grupo de jugadores”.
El hombre que llegó a L.A. sin un solo triunfo de playoffs ahora ha hilvanado tres seguidos jugando a un muy alto nivel (72% de pases completos, 905 yardas, 6 pases de TD, 1 interceptado), incluyendo dos series ganadoras de cuarto periodo para primero despedir a Tom Brady y los campeones Buccaneers, y luego eliminar a unos 49ers que habían vencido a los Rams seis veces seguidas.
Stafford: “La presión es un privilegio”
La presión de tener que responder en juegos grandes y en un mercado donde ganar campeonatos es indispensable para ser relevante no ha detenido a Stafford, quien se ha visto tranquilo y en completo control de la situación en los partidos más importantes de la historia reciente de los Rams.
“Acá en los Rams decimos todo el tiempo que la presión es un privilegio, algo que es esperado y que nosotros mismos esperamos; creo que lo más importante es la emoción de tener esta oportunidad y todo lo que nos tomó para llegar aquí”, comentó el jugador nacido en Florida y criado en Dallas, donde fue compañero de preparatoria de la estrella de los Dodgers, Clayton Kershaw.
Stafford le dio a McVay esa combinación de habilidad, experiencia y carácter que los Rams iban a necesitar para alcanzar el Super Bowl en un año en el que no hacerlo hubiera representado un absoluto fracaso para la organización. Ésta apostó todo lo que pudo en busca de conquistar la corona en su propio estadio.
El reto en realidad era enorme, pero no le quedó grande al jersey 9 de los Rams. Una de las razones para su éxito ha sido su capacidad para no hacer mucho caso del ruido exterior y solo enfocarse en las cosas más básicas: partido a partido, jugada a jugada. Aunque el Super Bowl obviamente no es un juego más, él ha hecho un buen trabajo en tratarlo como si lo fuera.
“Estamos emocionados por esta oportunidad. Pero al mismo tiempo, una vez que el balón sea centrado para la primera jugada va a ser solo un juego más; vamos a tratar de ejecutar y jugar a nuestro máximo nivel confiando en el compañero de al lado, en nosotros mismos, y disfrutar de la experiencia”, explicó Stafford, quien necesita de solo 209 yardas para firmar una temporada completa de 6,000 yardas, algo que solo Dan Marino (1984), Tom Brady (2011), Drew Brees (2011), Eli Manning (2011) y Peyton Manning (2013) han conseguido.
Stafford ha sido especialmente letal cuando las defensas rivales han intentado presionarlo al enviarle la carga o “blitz”. Esta temporada no hubo nadie en la liga más efectivo que él en esa situación, un claro reflejo de agilidad mental y limpia ejecución. Él lo explica con su característica humildad: “La parte que me hizo muy exitoso contra el ‘blitz’ son mis compañeros”.
Uno de esos compañeros, el receptor Cooper Kupp, ha sido históricamente destacado. Contando los playoffs, acumula 165 atrapadas, 2,333 yardas y 20 touchdowns. Esas son estadísticas brutales nunca antes vistas, y aunque Kupp siempre había sido un excelente jugador, su explosión definitiva como súper estrella tiene que ver con el brazo de su quarterback, con quien ha desarrollado una química formidable.
“Es el amor por este juego. Nunca nos cansamos de hablar de fútbol americano”, dijo Kupp hace algunas semanas acerca de lo que lo une con su quarterback. En esa oportunidad Kupp reveló que ellos se juntaban por las mañanas para desayunar y ver películas de los juegos y platicar de jugadas.
Los años difíciles de Stafford lo prepararon para esto
Detrás de la muy exitosa primera campaña de Stafford en Los Ángeles hay toda una carrera marcada por la adversidad que él mismo señala como parte crucial de su actual situación a un triunfo de levantar el trofeo Lombardi. Incluso, él hace la noble reflexión de que el domingo en la cancha de SoFi Stadium estará jugando en representación de muchos excompañeros suyos de sus años en Detroit.
“Aprecio mucho el apoyo de todos y sé que cuando juegue este domingo o en cualquier otra ocasión soy una representación de todas esas experiencias que tuve con toda esa gente, y siento que cada vez que salgo a la cancha juego no solo por mí, sino por todos los que me ayudaron a llegar aquí”, compartió. La madurez y plenitud de Stafford nunca estuvo en su mejor punto.
Pero a final de cuentas, Stafford asegura que si no fuera por el apoyo de su esposa Kelly y sus cuatro hijas (Sawyer y Chandler, gemelas de 4 años; Hunter de 3 y Tyler de 1 año) no estaría en el Super Bowl a un paso de la gloria deportiva.
Luego de su gran actuación para vencer a San Francisco hace dos domingos, una de sus niñas le dijo a su maestro en la escuela que su papá estaría en el Super Bowl. Stafford contó que ella se sorprendió cuando el maestro le contestó que ya lo sabía y que lo estaba apoyando para que ganara.
“Creo que ellas no entienden la magnitud de lo que está pasando, pero están emocionadas de que su papá está en el Super Bowl y tienen un juego más para disfrutar y emocionarse”, dijo el hombre del momento en Los Ángeles, el padre de familia que está muy cerca de definir su legado como deportista.
“Algunas veces me pellizco al pensar en esta oportunidad de jugar en el Super Bowl junto a grandes compañeros y entrenadores. Sencillamente estoy feliz por la oportunidad”.
La oportunidad está a muy pocos días de distancia y entonces tal vez alguien se anime a llamarle a Leonardo DiCaprio para una nueva edición de ‘Once Upon a Time in Hollywood”.
Ricardo López Juárez es analista oficial en español de Los Angeles Rams