Estados Unidos acuerda eliminar los impuestos de importación al acero y al aluminio británicos
El acuerdo para eliminar impuestos al acero y aluminio se da dos años después de que el expresidente Donald Trump los impuso, alegando una “amenaza para la seguridad nacional”
Gran Bretaña anunció que también eliminará los aranceles a las importaciones de EE.UU., valuadas en $500 millones de dólares. Crédito: Getty Images
Estados Unidos anunció el martes un acuerdo con Reino Unido para poner fin a los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio impuestos durante la pasada administración del expresidente, Donald Trump.
“Al permitir un flujo de acero y aluminio libre de impuestos desde el Reino Unido, aliviamos aún más la brecha entre la oferta y la demanda de estos productos en los Estados Unidos“, dijo la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, en un comunicado.
El primer ministro británico, Boris Johnson, aplaudió el anuncio del acuerdo: “Esta es una noticia fantástica y un impulso muy bienvenido para nuestras industrias del acero y el aluminio”, dijo en Twitter.
El acuerdo fue el último de una serie de esfuerzos del presidente Joe Biden para resolver las disputas comerciales con los aliados de Estados Unidos, algunas de las cuales duraron mucho tiempo. Otros habían comenzado bajo la administración Trump.
En 2018, el expresidente Donald Trump impuso aranceles del 25 % al acero importado y del 10 % al aluminio, calificando a los metales extranjeros como una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU., una medida que indignó a los británicos, los europeos y otros aliados estadounidenses de larga data.
Durante años, las empresas estadounidenses han tenido problemas para competir con el exceso de oferta procedente de China, pero Trump, citando preocupaciones de seguridad nacional, castigó a los socios comerciales cercanos, lo que empeoró las relaciones con los principales aliados de Estados Unidos.
Según el acuerdo anunciado el martes, Gran Bretaña también levantará los aranceles de represalia que impuso a las importaciones estadounidenses por valor de 500 millones de dólares, incluido el alcohol y los bienes de consumo, según el comunicado.
También estipula que cualquier empresa siderúrgica británica “propiedad de una entidad china debe realizar una auditoría de sus registros financieros para evaluar la influencia del gobierno de la República Popular China“, cuyos resultados se compartirán con Estados Unidos, dijo el Departamento de Comercio.
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