Marina Torres en campaña para ser la primera mujer fiscal de la ciudad de Los Ángeles
Ha abogado por las víctimas de la violencia doméstica y crímenes sexuales; y peleado contra el tráfico ilegal de armas, fraude con inmigrantes y ancianos, y los abusos laborales
La abogada Marina Torres busca hacer historia al convertirse en la primera mujer fiscal de la ciudad de Los Ángeles, y qué mejor – dice – que también sea latina.
“No es algo fácil lanzarse como candidata para el puesto de fiscal de la ciudad de Los Ángeles. Todavía no hemos tenido una procuradora mujer en Los Ángeles, menos una latina”, dice Marina durante una entrevista previa a su participación en la Conferencia Anual de Migración ¡No más! celebrada en la Escuela de Trabajo Social Suzanne Dworak-Peck de la Universidad del Sur de California (USC).
Torres busca reemplazar al procurador de la ciudad, Mike Feuer a quien se le vence este año su mandato, y por ley, ya no puede reelegirse.
Marina platica que su historia es muy común.
“Nací en Pomona. Mis padres son inmigrantes mexicanos, de Michoacán y Jalisco, que vinieron aquí siendo indocumentados en busca de una mejor vida”.
Y como creció en la pobreza, nunca pensó que un día pudiera ser abogada y candidata a fiscal de la ciudad de Los Ángeles. “Mi papá trabajaba en un empaque de naranjas; y mi mamá en una fábrica de pollos. Yo soy la mayor de 3 hermanos. Mi papá murió cuando yo era una niña de 3 años”.
Pero con todo en contra, estudió en la Universidad de California en Berkeley y fue a la escuela de leyes de la Universidad de Stanford.
Y aunque el español es su primera lengua y dice que lo habla como de rancho porque sus padres son de un rancho en México, aprendió español legal, suficiente como para entrenar a otros fiscales.
Después de graduarse, comenzó en un bufete privado de abogados aquí en Los Ángeles, y también trabajó con el presidente Obama, ayudándole a diseñar y poner en marcha el programa DACA y las políticas de migración para el Departamento de Seguridad Nacional.
Hasta enero laboró para el Departamento de Justicia como fiscal federal en casos de corrupción, lavado de dinero y carteles internacionales de drogas. En total, tiene una carrera de casi 15 años como abogada.
Al preguntarle qué fue lo que la animó a lanzarse en campaña por la procuraduría de la ciudad de Los Ángeles, reconoce que “honestamente tengo mucha frustración al ver que la gente no se sienta segura, tiene miedo porque cada vez la inseguridad se pone más difícil”.
Sus prioridades serían además poner fin a los campamentos de desamparados a través de un desalojo compasivo que ofrezca servicios y vivienda a los sin hogar para que no vuelvan a la calle. “No se trata de levantarlos y llevárselos a la cárcel”, aclara.
También comenta que le preocupa que muchos crímenes no se están persiguiendo.
“El fiscal de Los Ángeles solo puede encargarse de delitos menores. Lo que quiero es que la gente que sienta que no obtiene justicia en la fiscalía del condado, vengan a la Ciudad para ver qué podemos hacer por ellos en cuanto a esos delitos menores que son muy graves como la violencia doméstica, algunos robos y a violación de la propiedad privada. Nosotros sí los vamos a perseguir”.
Revela que también seguirá apoyando el concepto de los fiscales de barrio. “Es un programa muy bueno ya que pone un fiscal por delegación de policía, pero eso no es suficiente. Se tiene que hacer más grande”.
Hace ver que como fiscal, mujer, latina e hija de padres inmigrantes, quiere llevar a la procuraduría de la Ciudad, las causas de migración.
“Por ejemplo, me gustaría no tener al Servicio de Migración y Aduanas (ICE) en las prisiones”.
Marina se siente muy optimista de ganar la elección.
Por eso, cuando le confió a su mamá que se lanzaría como candidata para fiscal de la ciudad de Los Ángeles, le dijo que sería muy buena porque le gusta pelear.
“Es que ser abogada y fiscal es pelear por la gente que no tiene voz”.
A los votantes latinos, les dice que la elección de este año va a ser muy importante porque es la primera vez que tenemos varias posiciones abiertas como la alcaldía, la fiscalía de la ciudad y asientos para el Congreso.
“Sería muy bueno e histórico tener a la primera mujer fiscal de la ciudad de Los Ángeles, y que sea latina”.
Durante el discurso que dio en la Conferencia Anual de Migración ¡No más!, dijo a los asistentes que debemos preocuparnos más por la ciudad de Los Ángeles, porque se encuentra en una mala situación.
“Mi mensaje es que podemos hacer algo para mejorar las cosas”.
Conferencia ¡No más!
El abogado Ricardo Pérez-Villegas de la organización no lucrativa Ferias Legales, dijo que el fin de la Conferencia Anual ¡No más! que se celebró este sábado, fue ofrecer servicios a la comunidad para que conozcan sus derechos en migración, como inquilinos y en otras áreas legales sobre todo durante esta pandemia.
“Tuvimos expertos en cada uno de estos temas para dar información en general, pero también hicimos consultas individuales para proveer los recursos necesarios para que puedan ejercer sus derechos”.
Recordó que ya tienen como 5 años llevando a cabo estas conferencias con el apoyo de la Universidad del Sur de California (USC).
“En 2020 tuvimos que cancelarla por la pandemia. El año pasado la hicimos de manera virtual; y este año volvimos a efectuarla en persona con muchos protocolos de prevención contra covid-19”.
Mencionó que la conferencia es posible gracias al apoyo de 12 organizaciones patrocinadoras como CARECEN, SALEM (Fondo Educativo y de Liderazgo Salvadoreño Americano, la Cruz Roja, la escuela de leyes de USC, entre otros, que ofrecen sus servicios de orientación sin ningún costo.
“En la organización Ferias Legales tenemos varios eventos durante el año con abogados que donan su tiempo para proveer servicios legales gratuitos a la comunidad, y con USC, hacemos esta conferencia anual cada año”.
Silvia Lemus, coordinadora de la conferencia ¡No más!, dijo que eventos como éste son muy importantes para la comunidad porque muchas familias tienen preguntas sobre migración y a veces les da temor preguntar.
“Cuando hay ferias legales se sienten más cómodos y con más confianza para preguntar. En muchas ocasiones tampoco tienen dinero para ir a una consulta con un abogado. En este tipo de eventos se sienten más a gusto y también porque se habla español”.