Expandiendo y mejorando el negocio familiar
Después de aprender el arte culinario, joven mexicano regresa al área de Pico-Union para continuar el legado de su padre
Marcelino Núñez Jr., de 38 años, tiene muy buenos recuerdos de cuando vivía en su natal México y su padre, el señor Marcelino Núñez, trabajaba como mesero. Después de juntar algo de dinero logró obtener un pequeño restaurante. Ahí se llevaba a Marcelino para que viera el trabajo de un restaurantero y ayudara también.
Cuando Marcelino tenía unos 12 años, la familia emigró a Estados Unidos. Al llegar a Los Ángeles su padre comenzó a trabajar limpiando carros y nuevamente al paso de unos años logró poner una pequeña taquería en la esquina de la avenida Normandie y el boulevard Beverly cerca del centro de Los Ángeles.
Poco después vio una oportunidad en el área de Pico/Union de un local disponible y lo obtuvo. El obstáculo más grande era atraer nueva clientela ya que el negocio previo era un restaurante salvadoreño y el padre de Marcelino decidió empezar de cero al convertirlo en el restaurante mexicano Margaritas Mexican Food.
“Vi cómo le echó ganas, se desvelaba, vi como no estuvo tanto tiempo con nosotros para salir adelante”, dijo Marcelino quien es el mayor de cuatro hermanos.
Expandiendo el conocimiento
Cuando Marcelino cumplió los 17 años se fue a trabajar de lavaplatos para una compañía restaurantera de renombre que cuenta con más de 50 localidades en el país. El dueño notó que el joven tenía talento y fue ascendido a cocinero de línea y eventualmente la compañía lo envió a escuela de artes culinarias para convertirse en chef de uno de los restaurantes.
Marcelino se desenvolvió de gran manera en su nueva carrera por varios años y viajó por varias partes del país. Obtuvo mucha experiencia en la rama pero hace cuatro años decidió que era hora de volver a sus raíces.
“Mi papá tenía su restaurante con unas ocho mesas y pues decidí asociarme con él porque sé que algún día él se va a retirar y el negocio lo va a tener que vender y qué mejor que quede en la familia”, contó Marcelino.
Así que padre e hijo pusieron manos a la obra y comenzaron a planear la remodelación del restaurante para convertirlo en un estilo más rústico pero sin perder la esencia mexicana. Agregaron fotografías de algunas celebridades de la época de oro como Cantinflas, María Félix y José Alfredo Jiménez, rentaron el local adyacente para expandir la capacidad a 170 personas y contrataron a seis empleados.
Los planes ya estaban realizados para que en abril del 2020 se hiciera la gran reapertura del restaurante cuando un mes antes ocurrieron cierres mundiales debido a la pandemia del Covid-19.
“Fue un golpe duro porque pensamos lo peor pero afortunadamente la gente nunca dejó de pedir comida para llevar”, dijo Marcelino. “No tuvimos ganancias pero gracias a Dios no nos fuimos al precipicio”.
Él dijo que inicialmente pensaron que sería algo pasajero ya que la pandemia era algo desconocido. Al paso del tiempo él y su familia decidieron mantenerse positivos y esperando el momento correcto para la reapertura de poder comer en interiores.
El restaurante Margaritas Mexican Food no obtuvo ayuda del gobierno y solo recibió una subvención de $5,000. Marcelino dijo que las cuentas de renta y utilidades nunca se detuvieron y ellos nunca se atrasaron con los pagos.
El chef dijo que pese a los tiempos difíciles durante la pandemia él nunca dudó que iban a salir adelante y en lugar de preocuparse tanto mejor decidió continuar la remodelación.
“Mi papá vio el cambio de cómo hacer todo manual a lo tecnológico usando un sistema diferente con computadoras y tabletas. Él vio que todos los cambios son muy positivos y está muy contento”, dijo Marcelino.
Tu trabajo habla por ti
Marcelino dijo que de vez en cuando visita el restaurante donde comenzó su carrera y los hijos del dueño lo saludan y le recuerdan que cuando quiera regresar a trabajar con ellos lo puede hacer. Aunque él sabe que esa decisión no está en sus planes aprecia el gesto.
“Cuando me salí, me dijeron ‘Marcelino en una semana, un año o 10 años las puertas aquí siempre van a estar abiertas’ y eso es algo muy bonito ver que uno recibe el mismo cariño”, recalcó.
La amabilidad y los detalles es algo que aprendió en ese restaurante y lo comparte en su negocio. Dijo que una de las razones por las que remodeló el restaurante familiar es porque quiere darle la oportunidad a la comunidad de ir a un restaurante bonito sin tener que pagar más dinero.
“Algo que aprendí mucho fue la atención al cliente, la importancia de los detalles de cada platillo, cosas significativas que pueden ser de mucha importancia para un cliente”, dijo Marcelino. “Hacer que el cliente sienta que es la máxima autoridad y se sienta contento sabiendo que va a regresar porque tuvo una buena experiencia”.
Marcelino y su esposa Elena Núñez tienen dos hijos de 9 y 7 años. Marcelino dijo que el mayor ya tiene planes de seguir sus pasos ya que cuenta con un uniforme de chef y cuando llega al restaurante le gusta ayudar a pasar los menús a los clientes.
“Me gusta verlo y me reflejo en él porque eso hacia yo cuando tenía su edad”.
El restaurante Margaritas Mexican Food está localizado en 2101 W. Pico Blvd A5 en Los Ángeles.
Puede seguirlos en Instagram: https://www.instagram.com/margaritas.mexican.food/