Mark Wahlberg sobre Father Stu: “Estoy dispuesto a poner mi dinero donde está mi fe”
El actor estadounidense estrena el film más cercano a su profunda fe católica
Stuart Long fue un boxeador amateur que nunca logró su sueño de ganarse la vida con su deporte, por lo que buscó fortuna en el mundo del cine en Hollywood. Allí se enamoró de una joven católica por la que empezó a acudir a misa los domingos. Ante la sorpresa de sus padres y amigos, Long encontró una profunda fe que le llevó a convertirse en sacerdote, pese a que en ese momento comenzó a sufrir una enfermedad degenerativa incurable que acabaría terminando con su vida.
La historia real de Stuart Long es la base para “Father Stu”, la última película de Mark Wahlberg que se acaba de estrenar en plena Semana Santa. Además de protagonista, el actor es también productor del film, porque la historia es muy cercana a su profunda fe cristiana.
Además de Wahlberg, el film cuenta con la participación de Mel Gibson en el papel del padre de Long y de la mexicana Teresa Ruiz (“Narcos”) como la joven hispana que le acerca a la Iglesia. Pudimos hablar con Mark Wahlberg en Nueva York pocos días antes del estreno de “Father Stu”.
Pregunta: ¿Qué viste en la historia de Stuart Long que te hizo decir: “Quiero hacer esta película”?
Mark Wahlberg: Siento que la película me eligió a mí. Cuando rezo pido para tener dirección, para saber qué se supone que debo hacer. Porque Dios te da talentos por una razón, para que los utilices para hacer un bien superior. Este film tenía sentido inmediatamente. No encontré ninguna razón para no hacer esta película. Incluso cuando la gente me decía que no debería hacerla, yo siempre volvía con la misma respuesta: debo hacer esta película porque es importante para todo el mundo. No sólo para contar su historia real y hacer eco de su mensaje, sino para la gente, para su sanación, para inculcar esperanza y ayudar a la gente a encontrar su vocación. Fue una bendición en muchos sentidos.
P.: La película me recuerda a Joe Bell, otra historia real con un mensaje profundo. ¿Estás tratando de hacer más películas de este tipo?
M.W.: Absolutamente. Éstas son las películas que realmente me llenan. Tienen substancia y significado. Ojalá muevan la aguja cuando se hable de problemas específicos que todos estamos afrontando. Así que sí: estoy apuntando a una dirección en donde quiero hacer contenido más significativo. Estoy dispuesto a poner mi dinero donde está mi fe. No me importa, esto es lo que se supone que debo hacer, me llena más. He hecho muchas películas increíbles, pero cada vez que cuentas una historia real –y he gravitado hacia ellas los últimos años– ésas son las que importan más y usualmente tienen más impacto. Pero particularmente esta historia, porque es mi fe, porque es parte de mi viaje, de quién soy y en quién me he convertido como adulto… y por hacer la labor de Dios.
P.: La película arranca con una escena de boxeo. Pero luego el personaje sufre una transformación que también es física, subiendo mucho de peso. ¿Es más difícil para ti ganar peso que prepararte físicamente para lucir bien y boxear?
M.W.: Ganar peso en tan poco tiempo es muy poco sano y muy incómodo. Yo no tenía ganas de hacerlo, pero eso fue una parte muy importante de quién fue él [Stuart Long], porque su naturaleza física le marcaba. Tenía que ser capaz de mostrar lo debilitante que fue su enfermedad, que le quitó todo menos su fe, su espiritualidas. Eso le dio la fuerza de mil hombres.
P.: Teresa Ruiz, a quien conocemos de “Narcos” tiene un papel muy importante en esta historia…
M.W.: Ella es la que le llevó al Señor. Dios pone gente muy específica en tu vida por una razón muy concreta. Teresa fue absolutamente increíble en la película. La historia de amor es uno de mis aspectos favoritos del film.
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