Renovarán el complejo de vivienda pública en Nickerson Gardens
En una de las zonas más pobres de LA se invertirán millones de dólares en 10 proyectos ecológicos que buscan mejorar la vida de cientos de familias
En la comunidad pobre que habita el proyecto de vivienda de Nickerson Gardens en el área de Willowbrook hubo momentos de alegría por la noticia que recibieron: el deteriorado campo de futbol será renovado con pasto nuevo y se sembrarán árboles que embellecerían la zona habitacional plagada de basura, lámparas inservibles, problemas de estacionamiento y seguridad pública.
Hasta ese lugar fue la congresista Nanette Barragán quien votó a favor de aprobar una ley de financiamiento para ayudar a las familias de la clase media, crear empleos y apoyar a las comunidades más vulnerables.
Los fondos totalizan $7,535,000 para 10 proyectos locales que beneficiarán directamente a los residentes del Distrito 44.
Uno de dichos proyectos incluye financiar con $860,000 a la Autoridad de Vivienda de Los Ángeles (HACLA) como apoyo para proyectos de ecologización urbana en múltiples sitios de vivienda en Watts, incluyendo el área de Nickerson Gardens.
Rodeada de líderes comunitarios latinos y afroamericanos, madres de familia y niños, Barragán hizo la entrega simbólica del cheque.
“Estos fondos del gobierno federal son importantes para que los niños tengan un parque donde jugar”, dijo la congresista por el Distrito 44 de California. “Si ven, el parque no tiene suficiente pasto y la calidad del campo [para jugar fútbol] no es adecuada”.
Un campo inservible
En efecto, la zona que simula ser un campo de fútbol tiene demasiados hoyos, está disparejo y el poco césped que tiene esta completamente seco; además no tiene ningún tipo de sistema de irrigación.
“Ojalá que con este dinero se puedan crear los espacios necesarios para que los niños puedan venir a jugar y hacer cosas más saludables”, añadió la legisladora.
Alrededor del futuro campo de futbol también se sembrarán árboles.
Con aproximadamente 3,100 residentes, Nickerson Gardens tiene más del doble de densidad que el resto de la ciudad de Los Ángeles.
En la década de 1940, el barrio era predominantemente afroamericano. A mediados de la década de 1990, los latinos eran una ligera mayoría. Ahora, Watts es 70% latino y 27% afroamericano, según datos del censo.
“Vamos a marcar la diferencia”, consideró Jenny Scanlon, directora de desarrollo de HACLA. “Los fondos que recibimos se destinarán a otras comunidades en Watts, incluidas nuestras viviendas públicas en Imperial Gardens y Jordan Downs. Así que los fondos son una inversión increíble en la ecologización de Watts, la ecologización de la vivienda pública, la sostenibilidad y nuestro futuro aquí en las comunidades de Watts”.
Seguridad, un asunto pendiente
A lo largo de los años, ambas comunidades han sufrido un racismo sistemático que les ha marginado de inversión pública, acceso a la educación superior y un sinnúmero de problemas.
Cuestionada por La Opinión sobre el porqué primero se invertirá en el embellecimiento de la comunidad, en lugar de responder a las necesidades de estacionamiento, basura y seguridad pública, Barragán dijo: “Hay que invertir dinero en estas comunidades”.
“Los niños de Nickerson [Gardens] y Watts no tienen la oportunidad de tener parques, áreas verdes y lugares de recreación como en Malibu o Beverly Hills”, respondió. “Hay muchas necesidades y cuando le preguntamos a la comunidad donde querían los fondos, ellos dijeron que en espacios verdes”.
Pero los siete hombres y una mujer asesinados en Nickerson Gardens en 2021 y dos en lo que va de 2022 preocupan a los residentes. El 64% de las víctimas de homicidio eran afroamericanos y el restante 36% eran latinos.
“Ahorita la cosa esta regular [respecto a la violencia]”, comentó Eunice Martínez, de 74 años de edad, quien ha vivido en el proyecto de vivienda desde hace 18 años. “Hay muchos problemas, pero por ahí se andan matando unos con otros”.
Su amiga Alberta Contreras, quien vive junto con su hijo que tiene problemas mentales y reside en Nickerson Gardens desde hace un año expresó que su anhelo más grande es “que no haya tanta violencia”.
“A nosotros no nos hacen nada, pero vivimos bien”, dijo.
Por su parte, Isidoro Rivera, quien es propietario de I&R Recycling, en la esquina de la avenida Compton e Imperial Highway, manifestó a La Opinión que, en lugar de trabajar en el campo de futbol, las autoridades deberían haber arreglado primero el alumbrado público.
Rivera mostró que, a través de un callejón por el que se accede a Nickerson Gardens, las lámparas de luz no funcionan de noche y caminar por la zona es “peligroso”.
“Yo tengo 30 años viviendo en esta área y aunque en 1990 la cosa estaba fea con la violencia, últimamente se ha calmado”, dijo el hombre nacido en Durango, México. “Aquí en mi negocio todos ya me conocen y como no me meto con nadie, nadie se mete conmigo ni con mi familia”.
La pobreza persiste
Con 1,066 unidades de vivienda, Nickerson Gardens fue promocionado como un proyecto “ideal” para todas las futuras viviendas públicas de Estados Unidos. El proyecto fue terminado en 1955.
La intención original del arquitecto Paul Revere Williams como de la Autoridad de Vivienda al diseñar y construir Nickerson Gardens era proporcionar viviendas de transición seguras para las personas y las familias y de bajo costo.
A mediados de la década de 1970, el complejo habitacional tenía un 95% de residentes afroamericanos, pero en 2004 se había reducido en un 75%, y siguió descendiendo conforme pasaron los años, y las unidades fueron ocupadas mayoritariamente por latinos.
Sin embargo, Nickerson Gardens fue un lugar conocido ocasionalmente como el lugar donde nació la pandilla Bounty Hunter Bloods.
“Una de las piedras angulares para crear un ambiente seguro es crear un diseño ambiental que ayude a tener servicios para los niños y los adultos, los ancianos y donde todos puedan tener espacios recreativos”, dijo el capitán Ryan C. Whiteman, a La Opinión.