Mártires de Mariúpol envían mensaje final antes de la última batalla sangriente contra Rusia con la ciudad a punto de caer
Serhiy Volyna, comandante del último bastión ucraniano en una planta siderúrgica de Mariúpol, suplica en un video ayuda a gobiernos extranjeros para evacuar a miles de civiles y militares heridos a un país seguro
Los mártires de Mariúpol han prometido luchar hasta la muerte en la sangrienta última batalla contra Rusia. Crédito: ANATOLII STEPANOV | AFP / Getty Images
Los mártires de Mariúpol han prometido luchar hasta la muerte en la sangrienta última batalla contra Rusia en un inquietante “mensaje final”, ya que se teme que la ciudad pueda caer en cuestión de horas.
El mayor Serhiy Volyna, comandante del último bastión de las fuerzas ucranianas en una planta siderúrgica en la ciudad sitiada, dice que las tropas no se rendirán a pesar de los ataques implacables de los combatientes rusos.
El ejército de Putin está tratando de asaltar la fábrica de hierro y acero de Azovstal, donde las últimas tropas y civiles ucranianos están resistiendo y utilizando túneles subterráneos para organizar una última resistencia.
La mayor Volyna, de la 36.ª brigada de infantería de marina independiente, ha insistido en que las fuerzas de la planta “no depondrán las armas” a pesar de ser superadas en número diez a uno.
En un escalofriante video, advirtió que podría ser su “último mensaje” mientras las tropas rusas rodean el área y desatan constantes andanadas de fuego.
“Este es nuestro llamado al mundo. Este podría ser nuestro último mensaje”, dijo.
“Probablemente nos enfrentamos a nuestros últimos días, si no es que horas.
“El enemigo nos supera en número 10 a uno. Tienen ventaja en el aire, en artillería, en sus fuerzas en tierra, en equipo y en tanques.
“Solo estamos defendiendo un objeto: la planta de Azovstal donde, además del personal militar, también hay civiles que han sido víctimas de esta guerra”.
También emitió un grito de guerra para que los líderes mundiales ayuden a evacuar a los ciudadanos heridos de la maltratada ciudad, donde grandes partes han quedado reducidas a escombros por los constantes ataques aéreos y de artillería.
“Hacemos un llamado y suplicamos a todos los líderes mundiales que nos ayuden”, agregó.
“Les pedimos que utilicen los procedimientos de ‘extracción’ y nos lleven al territorio de un tercer estado”.
La mayor Volyna dijo que la unidad tiene más de 500 soldados heridos, así como cientos de civiles, incluidos mujeres y niños.
La ciudad portuaria, que albergaba a más de 450,000 personas, ha estado bajo constante ataque de las fuerzas rusas desde principios de marzo, con imágenes de satélite que muestran la devastación del 95 por ciento de sus áreas residenciales.
En medio del “paisaje infernal”, se teme que al menos 20,000 personas hayan muerto.
A los combatientes ucranianos que permanecen en Mariúpol se les ha ofrecido un nuevo ultimátum para que se rindan a pesar de que ningún soldado aceptó la oferta el martes.
El Ministerio de Defensa ruso dijo: “Las fuerzas armadas de Rusia, basándose únicamente en principios humanitarios, proponen nuevamente que los combatientes de los batallones nacionalistas y los mercenarios extranjeros cesen sus operaciones militares a partir de las 14:00 horas de Moscú el 20 de abril y depongan las armas”.
El martes se hizo una oferta similar, pero según el Ministerio de Defensa ruso, ningún soldado se rindió.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dice que “la situación en Mariúpol sigue siendo lo más grave posible”.
Ucrania espera evacuar a 6,000 mujeres, niños y ancianos de Mariúpol el miércoles si se mantiene un acuerdo preliminar con Rusia, dijo el alcalde de la ciudad.
El alcalde Vadym Boichenko, que dejó Mariúpol, dijo que 90 autobuses esperaban para dirigirse a la devastada ciudad portuaria del sur. Advirtió que el acuerdo todavía era solo un arreglo preliminar y que alrededor de 100,000 civiles permanecían allí.
Si el acuerdo se mantiene, será el primer acuerdo alcanzado sobre la creación de un corredor seguro para que los civiles huyan de Mariúpol a otras ciudades ucranianas desde el 5 de marzo. Sin embargo, ese acuerdo colapsó rápidamente y muchos residentes han estado atrapados allí durante semanas sin electricidad. agua corriente y otros suministros.
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