Conserjes de Union Station temen por su vida ante incremento de crímenes violentos por parte de indigentes
Dicen que no tienen ninguna seguridad en el trabajo y no saben si van a regresar a su casa
Alberta Méndez lleva casi 20 años trabajando como conserje en la estación de trenes Union Station de Los Ángeles, pero nunca había sentido que su vida corriera tanto peligro durante su jornada laboral.
“Hemos llegado a un punto en el que no sabemos si vamos a regresar a la casa. Yo tengo miedo de que me pase algo. Los indigentes me han jalado el pelo, pero cuando hacemos el reporte a la policía, no pasa nada. Es mucha la impotencia que se siente, porque necesitamos el trabajo”, dice Alberta.
Agrega que los desamparados no respetan a los policías. “Los escupen. Les tiran orines. Los oficiales no los puede tocar, aún cuando destruyen puertas, rompen llaves y dañan el edificio. A veces los sacan, pero regresan al día siguiente”.
El último año, los crímenes violentos se dispararon 94% en Union Station, siendo los trabajadores de la céntrica estación de trenes, las víctimas principales, por lo que están demandando a las autoridades que tomen acciones.
“Estamos pidiendo ayuda porque no sentimos seguridad en el trabajo. Y no solo somos los trabajadores los que estamos en riesgo permanente sino las familias que viajan; y a diferencia de otros medios de transporte, no se revisa si alguien lleva armas”, dice Alberta.
Al menos 19 de los 21 conserjes de Union Station han reportado haber sido víctimas de amenazas y asaltos durante su jornada laboral.
Pero además denunciaron que las personas sin hogar que han hecho suya la estación de trenes, usan los sanitarios para bañarse, como sitio para consumir drogas y tener sexo; además de que se orinan y defecan en los corredores, se burlan de los trabajadores, les arrojan objetos y abiertamente roban.
“Estamos asustados y enojados. Cada día algo le pasa a uno de nosotros. Vamos a trabajar, esperando poder regresar sanos y salvos a la casa”, dijo Gerardo Mixcoatl Mateos, conserje de Union Station desde hace 16 años.
Los conserjes hicieron un llamado a los líderes electos de la ciudad y el condado para que les ofrezcan soluciones a la problemática que enfrentan día a día.
“No creo que entiendan lo que está pasando. Los pasajeros y trabajadores estamos experimentando la violencia cada día. Los indigentes se han vuelto muy agresivos. A mi me pusieron una navaja en el cuello dentro de un baño, y me quitaron el radio”.
Lamentó que exista vigilancia policiaca y agentes de seguridad privados, pero no pueden hacer frente a las agresiones.
Líderes del sindicato SEIU-USWW, que representa a los conserjes, en su mayoría inmigrantes latinos y latinas, que limpian y desinfectan Union Station, y continúan en la primera línea de trabajo de la pandemia, enviaron una carta a varios funcionarios electos como el concejal Kevin de León, la senadora María Elena Durazo y la supervisora Hilda Solís.
En la carta, indican que las condiciones peligrosas que enfrentan los trabajadores esenciales de Union Station, son el resultado del fracaso de las políticas para atender la crisis de vivienda, la inadecuada seguridad pública y la falta de acceso a salud mental.
“Cada día sin excepción que nuestros trabajadores, limpian con diligencia Union Station, enfrentan condiciones peligrosas de salud como resultado de una presencia descuidada de la policía y la falta de protocolos de seguridad apropiados”, indican en la carta.
El concejal Kevin de León y David Huerta, presidente de SEIU United Service Workers West hicieron un recorrido por la estación de trenes de Union Station.
El concejal De León dijo que es espantoso que los trabajadores deban soportar agresiones físicas y abusos verbales a diario.
“Los trabajadores no deberían tener que arriesgar sus vidas para ganarse la vida para sus familias”.
Señaló que con más de 100,000 viajeros, pasajeros y visitantes que pasan por Union Station todos los días, el consejo de administración de Union Station, compuesto por Amtrak, Metro y Metrolink, debe garantizar de inmediato la seguridad de los trabajadores en esta estación de trenes.
“También pido al condado de Los Ángeles que ejerza esfuerzos proactivos a través de sus recursos de salud mental para abordar la crisis que alimenta estos ataques prevenibles”.
Terminó diciendo que la seguridad de los trabajadores es un derecho de todos los trabajadores, no solo de aquellos que trabajan desde un escritorio o una suite ejecutiva.
Huerta dijo que los trabajadores inmigrantes están saliendo de una pandemia en la que experimentaron más dolor y sufrimiento de lo que les correspondía, por lo que es inaceptables, dejarlos en una posición en la que temen por sus vidas.
“Los conserjes de Union Station están siendo encerrados en baños, atacados con martillos y agredidos. Hacemos un llamado a todas las partes interesadas en Union Station, los trabajadores, la ciudad, el condado, la policía y la oficina del alguacil para que se unan para encontrar soluciones de sentido común que podamos implementar de inmediato”.