La tragedia de la herencia: junto con su amante mató a su familia
Por una herencia familiar, Patricia Columbo junto a su amante Frank DeLuca decidieron asesinarlos, sin saber que sus planes serían truncados, pero lo violento y salvaje del crimen sorprendió a todos.
Una joven junto a su amante tomaron la terrorífica decisión de asesinar a toda su familia por dinero, pero sus planes no salieron como planearon. Crédito: JEWEL SAMAD | Getty Images
Patricia Columbo y Frank DeLuca fueron arrestados por el brutal asesinato de los padres y el hermano de Columbo en Elk Grove, Illinois, el 15 de mayo de 1976.
Patricia, de 20 años, había dejado la casa de su familia dos años antes para vivir con DeLuca, un hombre casado de 36 años.
Más tarde, la pareja asesinó a Frank, Mary y Michael Columbo para recibir la herencia familiar, sin saber que habían eliminado a Patricia de sus testamentos años antes.
Cuando tenía 16 años, Columbo trabajaba en una cafetería suburbana donde conoció al farmacéutico Frank DeLuca, que trabajaba al lado. Pronto la contrató para trabajar en su tienda y los dos comenzaron una relación sexual inusual; Colombo mostró a sus compañeros de clase fotos de ella teniendo sexo con el perro de DeLuca.
En abril de 1974, DeLuca llevó a Patricia para que se quedara en su propia casa, a pesar de que todavía vivía con su esposa y sus cinco hijos.
Sus padres se sintieron aliviados cuando más tarde les dijo que se mudaría a su propio apartamento e incluso le proporcionó dinero. Sin embargo, pronto se enteraron de que DeLuca había dejado a su esposa y se había mudado con su hija, lo que provocó que el padre de Columbo golpeara severamente a DeLuca.
El 4 de mayo de 1976, Patricia Columbo, entonces de 19 años, y Frank DeLuca, de 39, decidieron llevar a cabo el plan ellos mismos. Entraron sigilosamente en la casa de la familia Columbo y dispararon a los padres de Columbo. Luego golpearon a Mike con un trofeo de bolos y lo apuñalaron casi 100 veces con unas tijeras.
La policía interrogó a Patricia, pero no tuvo motivos para sospechar de ella hasta la semana siguiente.
Inspirado por la promesa de recompensa en dinero, un amigo llevó a la policía a los hombres que habían discutido con Patricia el asesinato de su familia. Después de que arrestaron a la pareja, los empleados de DeLuca revelaron que lo habían visto lavar y quemar ropa manchada de sangre el día después de los asesinatos. Aparentemente, los había mantenido en silencio amenazando a sus familias.
Mientras estaba en la cárcel, DeLuca intentó que un compañero de celda matara a estos testigos, pero otro recluso frustró el plan al decírselo a la policía.
El jurado condenó a Patricia Columbo y Frank DeLuca, y cada uno fue sentenciado a entre 200 y 300 años de prisión, pero Patricia logró mantenerse en el centro de atención: en 1979, se informó que había ayudado a organizar orgías sexuales que involucraban a guardias y directores en su prisión en Dwight, Illinois.
Los funcionarios de alto rango de la prisión, incluido el director, se vieron obligados a dimitir a raíz del escándalo.
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