Familias aprovechan cupones de descuento y ofertas para hacer frente a la inflación
No consideran que el aumento al salario mínimo ayude mucho porque los precios no paran de subir
A partir de que los precios de la comida se han disparado como consecuencia de la inflación, Monserrat Urías, una madre de familia de 4 hijos en Long Beach, anda a la caza de ofertas y cupones de descuento.
“Compro en las tiendas que tengan descuento, siempre y cuando no me queden muy lejos de mi casa, porque con la gasolina tan cara, mi esposo, dice que sale lo mismo si vamos lejos a comprar”.
Para ella, lo que más ha subido de precio ha sido el costo de la comida. “¡Casi al doble!”, exclama.
Por fortuna, en su casa, su esposo y dos de sus hijas trabajan, y aunque no ganan mucho – dice – que todos aportan.
“Lo primero que aseguramos es la renta, y luego la comida”.
Sin embargo, comparte que a raíz de que cada vez todo está más caro, ha tratado de recortar gastos lo más posible.
“Ya no comemos en la calle, y dejé de comprarle a mi hijo más chico, comida chatarra y congelada. Ya no le doy esos gustos”.
El mes pasado, la inflación en Estados Unidos aumentó 8.6%, la cifra más alta de los últimos 40 años, lo que llevó a la Reserva Federal a subir las tasas de interés en un 0.75%, la mayor alza en casi dos décadas.
Al mismo tiempo, el 1 de julio en Los Ángeles, el salario mínimo aumentó de $15 por hora a $16.04. Pero no todos los trabajadores lo ven como un alivio a sus bolsillos.
Evelyn Hernández, una madre de familia, casada con tres hijos en la universidad, dice que ese incremento del mínimo se evapora ante la carestía de precios, más si le agregamos los altos precios de la gasolina.
“Mi esposo trabaja como carpintero, y yo tengo un empleo de tiempo completo, pero estoy pensando seriamente en conseguir otro de medio tiempo para salir adelante con los gastos”.
Con tres hijos en la universidad, son muchos los gastos, pero además los precios de la comida andan por las nubes, comenta.
“El galón de leche sale $5. La libra de carne, $12 o más, y hasta los vegetales están muy caros”.
Dice que se la pasa buscando especiales y cupones a la hora de hacer sus compras.
“La verdad que hemos recortado muchas cosas. Compramos lo básico y racionamos las porciones de las comidas. Antes yo podía darme el lujo de hacerme las uñas o darme un masaje. Ahora ya no”.
De acuerdo al Departamento del Trabajo, lo que más ha subido en el país, ha sido la gasolina en 48.7%, la comida 11.9%, los carros usados, 16.1%, y los nuevos vehículos, 12.6%.
Para aliviar la situación, el presidente Biden propuso al Congreso, suspender durante tres meses el impuesto a la gasolina de 18.4 centavos por galón, y pidió a los estados, suspender también temporalmente los impuestos. Pero se ha encontrado con una férrea oposición.
“No existe una forma de garantizar que un solo centavo de una reducción del impuesto a la gasolina vuelva a los consumidores, y hay muchas pruebas que muestran que las grandes compañías petroleras tienen un largo historial de usar esas ganancias adicionales para llenar sus propias arcas”, dijo Mark. Watts, cabildero del transporte en California.
Mientras tanto, en California, el 1 de julio, entró en vigor un aumento de 2.8 centavos al impuesto a la gasolina, para hacer un total de 53.9 centavos por galón en impuestos estatales, lo que encarecerá aún más el precio del combustible.
Al mismo tiempo, el precio promedio de gasolina en Los Ángeles es de $6.31 por galón, casi dos dólares más que el promedio nacional.
El líder de los republicanos en la Asamblea de California, el asambleísta Kevin Killey y los legisladores republicanos le han pedido al gobernador Gavin Newsom suspender los impuestos a la gasolina, lo cual no ha ocurrido.
“Cuatro veces he votado para suspender el impuesto a la gasolina de nuestro estado, y cuatro veces Cottie Petrie-Norris (asambleísta demócrata de Irvine) y la supermayoría demócrata les han negado a los californianos un alivio inmediato y muy necesario”, dijo el asambleísta Steven Choi.
“En lugar de ayudar a las familias de California, Petrie Norris y sus amigos están haciendo la vida aún más difícil, justo a tiempo en el pico de la temporada de viajes de verano. Tenemos un superávit presupuestario de $100 mil millones, pero los políticos liberales de Sacramento continúan presentando su agenda política a la gente de nuestro estado. Esto tiene que parar”.
Como contrapropuesta, el gobernador y los demócratas llegaron a un acuerdo para proveer a partir de octubre, a 23 millones de californianos de bajos y medianos ingresos, cheques por entre $200 y $1,050 para que se ayuden con los altos costos de la gasolina.
El monto del cheque que los propietarios de auto en California recibirán por única vez, dependerá de sus ingresos y del número de hijos que tengan.
Ayuda temporal
El economista Manuel Ramos dice que los estímulos realmente ayudan temporalmente a la comunidad.
“No son una solución. El hecho de ponerle más dinero al contribuyente en sus manos, si bien estimula la demanda, entre más demanda, la inflación continúa su ascenso, cuando es en el balance en donde vamos a encontrar una solución a este problema inflacionario”
¿Cuándo estima que esta inflación va a terminar?
“El próximo trimestre vamos a ver cómo está el índice de inflación comparado al 2021. Recordemos que la política monetaria tiene su efecto, meses después de implementarse; y el hecho de incrementar la tasa de interés, reduce el consumo”.
Sin embargo, considera que este tipo de paquetes como el de California que entrega más de $17,000 millones a los contribuyentes en depósitos directos de capital, “sigue siendo mayor gasolina para que la inflación tarde más tiempo en tener esa contracción que espera la Reserva Federal”.
¿Qué hacer?
La asesora financiera Paula Bahmon dice que ante la inflación que estamos viviendo, en un estado donde ya el costo de vida es mucho más alto que en cualquier otra parte del país, la gente tiene que hacer conciencia del ahorro, y de que la unión hace la fuerza.
“Deben gastar menos de lo que reciben, y es momento de que los hijos adultos de 25 o 30 años vivan un poco más tiempo con los padres para ahorrar; y si no pueden vivir con la familia, busquen un roomate para compartir gastos”.
Aconsejó a las familias a ser más eficientes con los recursos de que disponen.
“Si pueden usen algún tipo de transporte público, cupones de descuento, aprovechen las ofertas de los mercados, traten de buscar una casa que les quede cerca de donde trabajan, y cuiden mucho el dinero”.
Y si son empresarios, busquen un socio para maximizar tiempo y recursos.