El 70 por ciento de los nuevos policías graduados este fin de semana son latinos
Más del 50% de los agentes de una de las agencias del orden más grandes del país son de este grupo
El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) dio la bienvenida a 42 nuevos agentes de la clase 1-22, en la cual el 70 por ciento son de ascendencia latina, lo cual es un reflejo de la demografía general y la diversidad cultural del departamento.
A nombre de sus compañeros recién graduados, el oficial José Román recordó que hace seis meses comenzaron su entrenamiento como dos clases divididas, sin saber lo que sucedería o lo que podrían esperar, debido a la pandemia.
“Al comienzo de nuestro viaje, enfrentamos muchas situaciones difíciles y reveladoras que, seis meses después, nos hacen sentirnos hábiles, confiados y capaces de manejar cualquier situación que enfrentemos”, dijo Román. “A pesar de todos los desafíos y dificultades que superamos, no podemos olvidar a nuestras familias e instructores que estuvieron a nuestro lado y continuarán inspirándonos y motivándonos por el resto de nuestras carreras”.
Román agradeció en primera persona, la enseñanza de saber hacer lo correcto y la garantía de que los nuevos agentes del LAPD harán su mejor esfuerzo para nunca infringir la Constitución o las leyes del país y tener reverencia por la ley.
Su compañero de clase, Mario León, de 23 años, quien fue asignado a la División 77 del LAPD se mostró ilusionado por el comienzo de su carrera policial.
“Creo estar listo para servir a la comunidad donde crecí”, dijo el joven agente. “Lo haré siempre con humildad y con respeto por la gente”.
Su padre Mario, originario de Tlaxcala, México, contó a La Opinión que desde kindergarten su hijo había manifestado que quería ser policía y tiene videos donde Mario le respondió a su maestra lo que sería en el futuro.
María Gabriela León, la madre del graduado definió que su hijo es una persona sociable, honesta, que siempre dice la verdad y le deseó suerte.
“Sinceramente espero que siga adelante en su carrera y llegue hasta donde se lo proponga; por ahora, yo estoy contenta con lo que es él”.
Un LAPD latino
En la actualidad, el LAPD tiene una flota de 9,335 agentes y es uno de los más diversos departamentos de policía en Estados Unidos. El 70 por ciento de la fuerza laboral la conforman personas de color.
De hecho, en la década de 2010 a 2020, los 4,214 oficiales latinos aumento a 4,900, es decir, registraron un incremento del 42% al 50%.
En cambio, los policías americanos bajaron de 3,163 a 2,903. Ello significó una reducción del 36% al 30%. Lo mismo aconteció con los agentes afroamericanos: 1,175 en 2010 y apenas 930, diez años después.
En la nueva camada de oficiales del LAPD también estuvo Edwin Bardales, de 24 años e hijo de un expolicía retirado del LAPD, Nahún Bardales, un inmigrante nacido en Jerez, Zacatecas y de Amapola Álvarez.
“Este es un trabajo que siempre quise hacer”, dijo Edwin. “Sabía que cuando cumpliera mi servicio en los Marines mi carrera estaba como policía”.
El joven adulto expresó que prefirió ser policía antes que alguacil porque le gusta más el color del uniforme del LAPD.
“Ser policía significa que puedo ayudar a las personas cuando necesitan ayuda”, dijo. “Me gusta trabajar con los ciudadanos”.
Fuertes y saludables en la diversidad
Entre los 42 graduados de la Academia de Policía de Los Ángeles que cumplieron las 912 horas de entrenamiento en 24 semanas, 31 eran varones y 11 mujeres. De ellos, 31 eran latinos, 5 afroamericanos, dos asiáticos y un filipino, algo que celebró el alcalde Eric Garcetti.
“Cuando combinamos la diversidad del mundo, genéticamente tenemos a algunos de los seres humanos más fuertes y saludables”, declaró el edil. “Es lo mismo para una clase o para un departamento [de policía] y necesitamos de su diferencia”.
Añadió que, por mucho sé necesita que los nuevos oficiales compartan algo en común, también se hace necesario que traigan algo diferente en sus genes.
“Entre ustedes hay inmigrantes de México, Guatemala, Uganda, China e incluso de Escocia y representan toda la hermosa diversidad, no solo de la humanidad, sino de la experiencia humana. Y eso los hará policías más fuertes”.
Así lo entendió el oficial Marquech Lizárraga, de 22 años, un ex paramédico, hijo del sinaloense Héctor y Yolotzin Lizárraga.
“A diario hay incidentes en la comunidad donde la policía tiene un impacto positivo y muchas veces eso sale en los periódicos o las noticias”, dijo el joven policía.
“Yo quiero servir y proteger a la comunidad y quiero ser un ejemplo positivo, así como me enseñó mi padre quien vino como inmigrante a Estados Unidos a los 18 años”, expresó el nuevo agente”. Él, con dedicación y sacrificio me ayudó a ser el hombre que soy ahora”.
Nunca se rindió y a los 44 años logra su sueño de ser policía
Terminada la ceremonia de graduación, Mónica y su esposo Miguel Camarena se fundieron en un beso intenso para sellar no solo su matrimonio, sino el apoyo mutuo que se brindaron para que él pudiera concentrarse en su meta y sueño de convertirse en policía de Los Ángeles.
Miguel, a sus 44 años, fue el graduado de mayor edad de la clase 1-22 en la Academia de Policía del LAPD.
Y lo logró a pesar de numerosos obstáculos: autoridades migratorias pretendieron deportarlo en 2003, pero un abogado lo defendió y, luego que su esposa inició los trámites de su ciudadanía, Miguel recibió su “green card” en 2020. En ese momento decidió inscribirse para iniciar la carrera de policía.
“Es un sueño hecho realidad”, dijo Miguel. “Quería hacer esta carrera para que la gente joven sepa que sí se puede llegar a la meta”.
Miguel nació en Ejutla, Jalisco y fue traído a Estados Unidos a los 10 años por sus padres, José y María Camarena, quienes le acompañaron a su graduación.
“Desde que era chiquillo él siempre quería ser policía”, manifestó entre lágrimas a La Opinión, don José, de 71 años. “Mi hijo es una buena persona; no le gusta meterse en problemas ni pleitos sino ayudar a los que lo necesitan”.
Tras obtener la naturalización estadounidense, Miguel abandonó su negocio de reparación y venta de celulares, para dedicarse en cuerpo y alma a superar la parte teórica de la academia y las exhaustas pruebas de resistencia física.
“Después de más de 20 años de no ir a la escuela, sí me costó trabajo; el ejercicio era agotador, pero había que dar el 100 por ciento, dormir poco y estar ausente de la familia”, recordó.
Además de las virtudes de honestidad, de trabajar fuerte y nunca rendirse que le enseñaron sus padres, Miguel aseguró que también lo hizo para ser ejemplo de sus propios hijos: Verónica, Jazmine, Miguel y Alondra, “para que nunca se den por vencidos”.
Y, en medio de la felicidad, como buenos descendientes de mexicanos, la familia Camarena viajó a celebrar en el Mercadito del Este de Los Ángeles, a donde fueron a comer tacos y agradecer a la imagen de la Virgen de Guadalupe por el favor de haberlo protegido durante sus estudios.
“Desde que nos casamos en 1999 y todos los días, yo siempre le pido a Dios y a la Virgen que cuiden a mi esposo”, aseveró Verónica Camarena. “Miguel es un gran hombre, un gran esposo y mejor padre, así que creo que seguirá siendo de igual de honesto, trabajador y respetuoso del prójimo, porque siempre que puede ayudar a los demás, lo hace”.
Los galardonados de la graduación
Premio al máximo logro académico: Rachel Mars
Premio al máximo rendimiento físico: Jacob Sánchez
Premio al aprendizaje de control en un arresto: José Román
Premio en el manejo de una pistola: Rodrigo Ruezga
Premio a la mejor conducción de un automóvil: Nycolas Vernon
Premio a la máxima competencia en tácticas: Ryan Yadon
Premio de Relaciones Humanas: Preston Mosely
Premio al más inspirador en la academia: Jimmy González
Premio William H. Parker: Ryan Yadon