Genaro García Luna cayó en la trampa de su compañero de celda, un informante de la DEA
Ruslan Mirvis grabó sus conversaciones con el exfuncionario mexicano, a cambio de una reducción de su condena
Con estas grabaciones buscan señalar a García Luna por intentar manipular a testigos. Crédito: Alfredo Estrella | AFP / Getty Images
Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública en la administración de Felipe Calderón, se encuentra en el Centro Metropolitano de Detención en Brooklyn, Nueva York, por sus probables vínculos con el crimen organizado.
En ese lugar, el exfuncionario convive con un compañero de celda llamado Ruslan Mirvis, un hombre de 39 años que fue detenido en 2017 por haber explotado sexualmente a varias menores de edad a través de las redes sociales.
El sujeto, quien tenía un negocio de organización de cumpleaños y otros eventos para niños, admitió a las autoridades que utilizaba una cuenta falsa en redes sociales para seducir jovencitas, solicitarles fotografías íntimas y después extorsionarlas.
Con la llegada de García Luna a esa prisión, Ruslan vio una esperanza para salir de la cárcel, pues se convirtió en informante de la Fiscalía de Estados Unidos y, según la defensa del ex secretario de Seguridad Pública, participó para poner una trampa a su cliente.
De acuerdo con los abogados, Mirvis grabó una serie de conversaciones para demostrar que busca intimidar y manipular a los testigos, en el juicio que se llevará a cabo en su contra por tráfico de cocaína, de la mano del Cártel de Sinaloa.
Según documentos oficiales obtenidos por el diario Milenio, Mirvis se hizo pasar por un miembro de la mafia rusa llamado Greg, quien le planteó a García Luna la posibilidad de amenazar, manipular e incluso asesinar a testigos y a sus familiares.
Entre los nombres que surgieron destacan el excolaborador de García Luna en la Policía Federal, Luis Cárdenas Palomino, así como el testigo estrella de las autoridades estadounidenses, Jesús Reynaldo Zambada, alias “El Rey”, quien es hermano del Mayo Zambada.
De esta manera, Mirvis grabó más de 500 horas continuas, de las cuales sólo se utilizaron un par de minutos para señalar a García Luna por intentar manipular a testigos. Es por ello que los abogados del acusado solicitaron al juez Brian Cogan que no admita esta evidencia externa al caso, pues aseguran que es demasiado débil, podría desviar la atención del jurado de las acusaciones formales en contra de su cliente, y sólo representa un intento de parte del informante para obtener beneficios procesales.
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