Madre e hijo viven emotivo reencuentro tras 17 años de separación
La reunificación familiar fue posible gracias al programa Conexión de Amor creado por la Federación de Clubes Unidos por Guerrero
José de Jesús “Chuy” García tuvo que esperar 17 años para poder ver en persona a su madre Vicenta Valdivia y darle un abrazo largamente anhelado.
“Estuve rogándole a Dios porque este día llegara. Siempre quise que viniera de vacaciones, pero como es muy nerviosa, le daba miedo el avión. Finalmente un día me dijo que quería venir a verme y a conocer a sus nietas”.
Y como no hay fecha que no se cumpla, el sábado 16 de julio, “Chuy” se reencontró con su madre en la ciudad de Santa Ana, California, gracias al programa Conexión de Amor de la Federación de Clubes Unidos por Guerrero, cuyo presidente es Román Sánchez.
“Chuy” emigró hace 23 años a Estados Unidos, dejando en León Guanajuato, México a sus padres y a sus seis hermanos.
En Los Ángeles, se casó con Tania Robles Herrera con quien procreó a dos hijas, Ilianova y Paulina García Robles.
Aunque siempre ha mantenido la comunicación con su familia y su madre, siempre soñaba con el reencuentro con la autora de sus días.
“En Facebook me encontré con Fedra Sánchez de la Federación de Clubes Unidos por Guerrero en California; y miré que traían a gente de la tercera edad de México a reunirse con sus hijos que no pueden salir del país”.
Como su madre ya le había dicho que sí quería venir a Estados Unidos, contactó a Fedra y con el apoyo de su organización, empezó a hacer todos los trámites para traerla de visita.
“Lo primero era que contara con el pasaporte mexicano vigente para que ellos te ayuden con el trámite de la visa de turista”.
Fue en 2019, cuando “Chuy” dio inicio al proceso, pero la cita para su visa en la embajada de Estados Unidos en México, se la programaron para marzo de 2020, justo cuando estalló la pandemia.
“El 22 de marzo cerraron todo en México, y los planes de reunirme con mi mamá se vinieron abajo. ¡No manches! ¿Qué pasó aquí? Ya no voy a ver a mi mamá”, recuerda que se dijo con tristeza.
“Chuy” tuvo que esperar dos años para ver su sueño hecho realidad.
“De repente, Fedra me llamó por teléfono para decirme que habían conseguido una cita para mayo de este año, para la entrevista de la visa de turista de mi mamá”.
Y a sabiendas de que su madre es una persona muy nerviosa, le avisaron hasta un día antes que tenía la cita en la ciudad de México.
En la Embajada de Estados Unidos en México a doña Vicenta le aprobaron la visa de turista por 10 años sin problema alguno.
Y el momento más esperado fue el sábado 16 de julio, cuando llena de nervios, la madre abordó un avión en la ciudad de México con destino a Los Ángeles, acompañada por 10 padres más que venían a reunirse con sus hijos.
Al igual que su madre, “Chuy” estaba hecho un manojo de nervios.
“Me agarraba pensando cómo iba a ser cuándo nos viéramos, qué iba a pasar, cómo iba a ser nuestra relación después de 17 años de no vernos. Aunque nos ayuda mucho que platicamos 3 o 4 veces por semana en el teléfono, estaba ansioso”.
Pero todos sus temores se disiparon cuando se encontró de frente con su progenitora.
“Fue un día muy especial, de mucha felicidad, bien padre”, exclama.
Y para disfrutar a plenitud a su madre, pidió una semana de vacaciones en su trabajo.
“Ya me la llevé a Las Vegas, pero quiero que vayamos a Disneylandia, a los Estudios Universal y a Santa Mónica”.
Doña Vicenta de 68 años estará un mes de vacaciones en Los Ángeles.
“Chuy” dice que esta primera semana de convivencia con su madre la ha pasado a todo dar.
“Mis hijas están súper felices de conocer a su abuela y de disfrutarla. Nos ha traído mucha felicidad y alegría”.
Doña Vicenta ya no es la misma mujer que su hijo dejó cuando emigró a EE UU.
“Ella ya está grande. Le cuesta caminar un poquito. Por eso le dije que no quería que me trajera nada de México para que no cargara”.
También le pidió que solo se trajera unos dos cambios de ropa, porque aquí él se encargaría de comprarle ropa.
“La verdad es que quiero mimarla lo más que se pueda”.
Y en cuanto hijo y madre se encontraron, la conexión en persona se reavivó.
“Estoy súper contento, súper feliz”.
Doña Vicenta dice que estuvo a punto de arrepentirse y no venir por el miedo al avión.
“Estaba muy nerviosa. Pensé en hablarle a mi hijo y decirle que siempre no venía, pero dije, tengo que ser fuerte. No quiero morirme sin volver a ver a mi hijo y sin conocer a mis nietas y a mi nuera”.
Esta madre venció sus miedos, se subió al avión y ahora está viviendo una de las etapas más felices de su vida.
“Quiero disfrutarlos mucho este mes que voy a estar aquí”.
Quiere aprovechar para reunirse con dos hermanos y una hermana que viven en Stockton, al norte de California.
“Quiero llevar a mi mamá para que vea a sus hermanos”, dice Chuy, lleno de alegría.
Conexión de amor
Fedra Sánchez, vicepresidenta de la Federación de Clubes Unidos por Guerrero en California, dijo que el grupo Conexión de Amor, fue creado en el año de 2017, ante la necesidad de los padres de venir a Estados Unidos, a ver a sus hijos, ya que tenían muchos años de no verlos.
“Nos dimos a la tarea de solicitar a la Embajada de Estados Unidos, el programa de reunificación de familias para llevar grupos de personas mayores de 60 años a solicitar su visa de turista”.
“El primer grupo que se llevó fue de 25 personas y fueron aceptados todos. Desde entonces hasta la fecha se han logrado más de 2,000 visas para los abuelos que quieren ver a sus hijos, hermanos y sobrinos que no han visto en décadas”.
En el grupo en el que llegó Vicenta, la mamá de “Chuy”, la mayoría de los padres son del estado de Guerrero.
“Nuestro trabajo es acompañarlos a su entrevista para su visa, y ser su guía durante el viaje de México a Estados Unidos hasta que los entregamos a sus hijos”.
Dijo que ellos llevan padres a reunirse con sus hijos a diferentes estados de la nación.
“Los padres a quienes la embajada de EE UU en México les aprueba la visa, se las da por 10 años. Nosotros también asesoramos a los padres para que sean muy honestos en la entrevista, no oculten nada, ni mientan; y solo hablen para contestar las preguntas”.
También dijo que aconsejan a los hijos que no hagan cargar a sus padres con sus encargos de comida.
“Muchos hijos piensan que sus padres siguen siendo jóvenes. A veces los vemos arrastrando sus velices, porque ellos ya no tienen fuerza para cargarlos”.
Dijo que otra recomendación que les dan a los hijos, es que no retengan a los padres más del tiempo que ellos quieran estar.
“Hay que recordar que muchos vienen de pueblos de los que nunca salieron antes, y tienen sus vidas a las que quieren regresar”.
Fedra platicó del caso de un hijo que retuvo a su madre por seis meses contra su voluntad y hasta la puso a trabajar.
“La madre me llamó cuando regresó a México para quejarse; y decirme que había encontrado sus plantas muertas y le habían robado en su casa”.
Fedra pidió a los inmigrantes que no puedan viajar a México por razones de su estatus migratorio, y que quieran que sus padres vengan a Estados Unidos para reencontrarse, que la contacten al teléfono 714-504-7896.
Sin embargo, aclaró que debido al rezago que provocó la pandemia, no hay citas para visas de turistas hasta el 2024, pero entre más pronto se solicite la visa, más rápido se podrá conseguir la cita.