Millones de estadounidenses cruzan la frontera por servicios médicos especializados en Baja California
Representantes del Turismo Médico al sur de la frontera hicieron el fin de semana un recorrido promocional por algunas de las principales ciudades de Estados Unidos
El señor Erasmo García piensa que lo que lo salvó cuando sufrió de cálculos biliares fue que un vecino lo llevó rápidamente en su auto a Tijuana a que lo atendiera de urgencia un especialista.
“Tengo seguro médico de acá, de Estados Unidos”, explicó don Erasmo en una plática con La Opinión, “pero las opciones que tengo con el seguro no son las mejores, al menos para mí”.
Las alternativas que le dieron al residente del área de Los Ángeles, cuando comenzó a sufrir dolores insoportables, fueron que viera a su médico en una cita casi dos meses después, o que lo llevaran a la sala de urgencias de un hospital, lo que, por el intenso dolor, estaba a punto de aceptar.
“Lo que me detuvo no fue que tuviera miedo a que me operaran o me anestesiaran o esas cosas, fue lo que yo iba a tener que pagar de mi bolsa, aun teniendo el seguro de salud que estoy pagando”, dijo.
Un vecino que se enteró del padecimiento de don Erasmo fue el que lo invitó a viajar dos horas a Tijuana.
“Ándele, me decía, vamos para que pruebe, si ve que no le gusta, nos regresamos”. Me decía que “yo sé que no le va a hacer el feo, mucho menos a los precios”.
El resultado fue que en un hospital en Tijuana llamaron a un médico especialista que tardó una media hora en conducir hasta el lugar, lo internaron, “dicen que me sacaron una piedrotas, pura bilis”.
Cuando despertó decidió hospedarse en un hotel cercano, no permanecer en el hospital, pero aún con eso, “todo lo que pagué fue una fracción de lo que hubiera tenido que pagar en co-payment en Los Ángeles”, calculó.
Don Erasmo es uno de los más de dos millones y medio de residentes de Estados Unidos que cada año cruzan la frontera al estado de Baja California en busca de servicios médicos “de alta calidad, sin largos tiempos de espera, y por tarifas que son fracciones de lo que tendrían que pagar localmente”, dijo el doctor Ricardo Vega Montiel, secretario general del Conglomerado de Salud de Baja California.
Vega y otros representantes del Turismo Médico del estado vecino visitaron este fin de semana Los Ángeles en un recorrido promocional por algunas de las principales ciudades de Estados Unidos.
El doctor Vega Montiel platicó a La Opinión que la reputación de la alta calidad de servicios médicos en Baja California “no es nada nuevo, se ha construido a lo largo de 90 años, pero recientemente se ha intensificado”.
Dijo que uno de los mayores atractivos del turismo médico es la notable disparidad de precios.
Aun cuando los médicos especialistas de Baja California aceptan seguros médicos estadounidenses, “las aseguradoras nos han expresado que están muy contentas de pagar al sur de la frontera solamente una fracción de lo que tendrían que pagar por los mismos servicios en California u otros estados”, dijo Vega.
Pero el otro principal atractivo de atenderse en Baja California es, como descubrió don Erasmo, es que la agenda médica o tiempo de espera es notablemente más rápido al sur de la frontera.
“En Estados Unidos el tiempo promedio de espera para realizar una cirugía más o menos seria es de hasta siete meses; en Tijuana preparan todo en unas cuatro o cinco semanas”, dijo el médico.
“Incluso una cita con un médico de cabecera puede tener una espera de seis semanas a dos meses, mientras que hacer cita con un especialista en Baja California puede tomar unos días”, comparó.
Agrega que en el anterior recorrido promocional por Estados Unidos, sindicalistas de Nevada estaban muy admirados porque su tiempo de espera para una cita de rutina con su médico es de tres meses o incluso más.
“Por eso se llama turismo médico, porque los pacientes hacen una visita a Baja California que puede ser vacacional”, comentó Vega.
Dijo que en un mismo día, una familia puede ser atendida según las especialidades.
“A la tía la atiende el dentista, a la mamá el ginecólogo, al joven un nutriólogo, al papá el urólogo; se llevan todos los medicamentos con receta, que les cuestan una fracción de lo que les costarían en Estados Unidos, y antes de regresar comen en un excelente restaurante porque tenemos uno de los más altos niveles culinarios”, dijo Vega.
Incluso para regresar a Estados Unidos después de las visitas, los turistas médicos pueden utilizar carriles vehiculares en las garitas o puertos de entrada en los que tardan mucho menos tiempo en cruzar la frontera, explicó el doctor Rodrigo Robledo Silva, presidente del Conglomerado de Salud Médica.
“Tenemos dos carriles para pases médicos en la garita de San Ysidro y uno en la garita de Otay”, son carriles mucho menos saturados que los habituales y en los que las autoridades fronterizas revisan conscientes de que los viajeros regresan de atención o terapia médica, explicó Robledo.
Aunque no todos los médicos están autorizados a emitir pases médicos, los pacientes pueden preguntar antes de hacer una cita.
Durante el primer año de pandemia, una de las razones esenciales por las que los residentes de Estados Unidos cruzaban la frontera a Tijuana era para continuar tratamientos médicos.
Robledo también destacó que los médicos especialistas de Baja California cuentan con equipo de primera, y se prepara un código para atender todas las quejas que se presenten.
Muchas de las disputas se atienden tanto por colegios de profesionales de Baja California o de México como por representantes consulares estadounidenses.
La otra razón por la que se le llama Turismo Médico es que al visitar ciudades de Baja California para atención médica, los visitantes por lo general aprovechan para comer, hospedarse, hacer compras e incluso visitar a conocidos.