Las 3 desapariciones más misteriosas de Estados Unidos
El advenimiento de la tecnología forense de vanguardia y las técnicas de análisis de ADN pueden arrojar nueva luz sobre muchas de las desapariciones más famosas e infame del mundo, pero solo hasta cierto punto.
Un agente del FBI recoge la cinta de la escena del crimen mientras aleja a los medios de comunicación de un campo en las afueras de Detroit donde los agentes buscan los supuestos restos del ex presidente del sindicato Teamsters Jimmy Hoffa el 17 de junio de 2013 en el municipio de Oakland, Michigan. Crédito: Pugliano | Getty Images
La falta de tecnología y de nuevos avances en materia de los análisis forenses ha causado que ciertos casos de desapariciones de personas se vuelvan un total misterio, inclusive muchos creen que nunca se obtendrá información certera sobre lo que le ocurrió a todas esas personas.
Jimmy Hoffa
El 30 de julio de 1975, James Riddle Hoffa, uno de los líderes sindicales estadounidenses más influyentes del siglo XX, desapareció en Detroit, Michigan, y nunca más se supo de él.
Nacido en 1913 de un pobre pueblo minero de carbón en Indiana, el carismático Hoffa demostró ser un líder natural desde muy joven, mientras trabajaba para una cadena de supermercados de Detroit, organizó una huelga laboral que llamó la atención del poderoso sindicato Teamsters.
Hoffa ascendió en las filas de la organización durante las próximas décadas y en 1957 asumió su presidencia. Un ingenioso creador de jugadas políticas y un incansable defensor de los oprimidos, se hizo muy popular dentro de los Teamsters y más allá.
Y, sin embargo, a pesar de todas las batallas que peleó y ganó en nombre de los trabajadores estadounidenses, Hoffa también tenía un lado oscuro.
Durante el mandato de Hoffa, los líderes de Teamster se asociaron con la mafia en el crimen organizado, la extorsión y la malversación de fondos. El mismo tuvo relaciones con mafiosos de alto rango y fue objeto de varias investigaciones gubernamentales a lo largo de la década de 1960.
Condenado primero por obstrucción de la justicia y luego por intento de soborno, Hoffa comenzó una sentencia de 13 años de prisión en marzo de 1967, pero el presidente Richard Nixon conmutó la sentencia en 1971, y rápidamente comenzó a regresar dentro del liderazgo de Teamster y a escribir su autobiografía.
Sin embargo, estos planes se detuvieron el 30 de julio de 1975, cuando Hoffa fue visto por última vez en el estacionamiento de un restaurante de Detroit, no lejos de donde comenzó como organizador laboral.
Aunque muchos han especulado que fue víctima de un golpe de la mafia, nunca se encontraron pruebas concluyentes, y el destino de Hoffa sigue siendo un misterio hasta el día de hoy. Fue declarado legalmente muerto en 1982.
Amelia Earhart
El atrevido vuelo alrededor del mundo de Amelia Earhart se vio interrumpido cuando su Lockheed Electra desapareció sobre el Océano Pacífico el 2 de junio de 1937.
En cuestión de horas, los rescatistas comenzaron a recorrer el área en busca de señales de la famosa aviadora y su navegante, Fred, pero la leyenda viviente se había desvanecido en el aire.
En un informe oficial, el gobierno de EE.UU. concluyó que los dos experimentados voladores, al no poder ubicar su destino en la isla Howland, se quedaron sin combustible, se estrellaron contra el agua y se hundieron. Earhart fue declarada legalmente muerta el 5 de enero de 1939.
Sin embargo, la pregunta de por qué y dónde se estrelló su avión nunca se ha resuelto. De hecho, en las siete décadas desde la desaparición de Electra, han surgido una serie de hipótesis.
Algunos teóricos, por ejemplo, creen que Earhart era en realidad un agente secreto que trabajaba para el gobierno de los Estados Unidos. Sugieren que el avión se estrelló después de que sus pilotos se desviaran intencionalmente de su rumbo para espiar islas ocupadas por los japoneses en el Pacífico, o que Earhart y Noonan aterrizaron en una de ellas y fueron hechos prisioneros.
Otra teoría más sostiene que Earhart regresó sana y salva a los Estados Unidos, cambió su nombre y vivió una larga vida en la oscuridad.
DB Cooper
El 24 de noviembre de 1971, un hombre vestido con un impermeable negro, un traje oscuro y anteojos de sol envolventes tomó asiento en el vuelo 305 de Northwest Orient, programado para despegar en Portland, Oregón, y llegar a Seattle, Washington.
Después del despegue, le entregó una nota a una azafata, quien asumió que la estaba coqueteando y la colocó en su bolso. Luego le dijo que tenía una bomba en su maletín y exigió $ 200,000, cuatro paracaídas y “nada de cosas graciosas”.
El pasajero se identificó a sí mismo como Dan Cooper, pero gracias a un error de notificación cuando la historia se estaba publicando, quedó inmortalizado para siempre como “DB” Cooper.
El avión aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma, donde las autoridades entregaron los artículos y evacuaron a la mayoría de los pasajeros.
Cooper luego instruyó al piloto para que volara hacia la Ciudad de México a baja altura y ordenó al resto de la tripulación que subiera a la cabina. Poco tiempo después, saltó del avión y se metió en una tormenta eléctrica. Nunca más se le vio ni se supo de él.
Desde su desaparición, el FBI ha investigado y posteriormente descartado a más de mil sospechosos. Si bien nunca se recuperó su cuerpo, en 1980 un niño de 8 años encontró una pila de casi $ 5,880 del dinero del rescate en las arenas a lo largo de la orilla norte del río Columbia, a cinco millas de Vancouver, Washington.
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