Hermanas peruanas crean un espacio sudamericano único en Los Ángeles

Cuando las hermanas peruanas Peggi Carbonel y Catherine Palomino se dieron cuenta que no era fácil encontrar en Los Ángeles, productos alimenticios de Sudamérica, y que los inmigrantes sudamericanos extrañaban su chocolate, su café, sus postres y muchos otros antojitos tradicionales de sus países de origen, decidieron poner manos a la obra.

Fue en marzo de 2018 cuando hicieron realidad su anhelo de crear un espacio sudamericano en Los Ángeles, en forma de un supermercado especializado en productos de Sudamérica.

“Sentimos que había la necesidad, porque la comunidad hispana es tanta, pero casi no hay supermercados que tengan productos de Sudamérica. Existen algunos, pero tienen solo una pequeña sección”, dice Peggi.

Así fue como nació Piscos Sour Market en Northridge, California, al que las emprendedoras hermanas consideran el supermercado más surtido de mercancías de Sudamérica.

Peggi y Catherine nacieron en Lima, Perú. Peggi emigró a Estados Unidos en 2004 y Catherine en 2011. Cuentan que vinieron a reunirse con sus padres que ya estaban en este país, y también en busca de una mejor vida.

“Nos trajeron las ganas de superarnos”, dice Peggi.

Antes de abrir el supermercado Piscos Sour Market, tuvieron otro negocio más pequeño en la ciudad de Whittier; y como les fue muy bien, decidieron ampliarse y mudarse al norte del condado de Los Ángeles.

“Abrimos en Northridge (un barrio en el Valle de San Fernando) Piscos Sour Market porque nos queda muy cerca de nuestras casas, y el local estaba disponible”, dice Catherine.

En los pasillos de este espacio sudamericano, se encuentran mercancías de Argentina, Brasil, Colombia y por supuesto, Perú.

“Lo que más nos piden de Argentina, son los mates; de Brasil, el pao de queijo, un pan con queso muy rico; de Colombia, la gente busca el café Juan Valdez, sus dulces y el arequipe (dulce de leche); y qué no nos piden de Perú”.

Pero además tienen una carnicería que es muy concurrida y donde la especialidad son los cortes de carne argentina y brasileña. “Nos buscan mucho por esos cortes, porque no nadie los tiene”.

Peggi y Catherine reconocen que el primer año de apertura de su supermercado fue difícil y una etapa muy dura.

“No teníamos muchos proveedores, pero ya para el segundo año, fuimos creciendo”.

Por increíble que parezca, durante la pandemia, sus ventas subieron con muchos pedidos para llevar a las casas.

Sin embargo, Peggi dice que esa buena racha se vino abajo este año con los altos precios de la gasolina y la inflación. “Desde febrero, empezamos a notar la caída de las ventas entre un 30 y 35%”.

Catherine explica que todos sus productos han subido demasiado, no en centavos sino de a dólar, y de dólar en dólar se han visto obligadas a incrementar sus precios.

“Me da pena tener que aumentar porque me pongo en el lugar del consumidor, pero no tenemos otra opción”.

Peggi estima que en un mes van a reabrir su restaurante.

“Lo estamos remodelando. Nuestra especialidad es el lomo saltado, los pescados, el ceviche peruano y la jalea peruana”.

El sueño de estas hermanas inmigrantes que a la vez son madres solteras, es seguir creciendo.

“Queremos que Piscos Sour Market sea cada vez más conocido. Estamos tratando de ampliar y traer más mercadería de Venezuela y Ecuador; y tener nuestra propia marca de salsas y aderezos peruanos para que se vendan en todos los supermercados y restaurantes peruanos”.

De Piscos Sour Market viven 6 familias, incluidas sus propias familias.

¿Ha dejado el negocio para vivir? preguntamos.

“¿En qué época?” contesta rápidamente Peggy ,para luego decir que están contentas porque muy pronto reabrirán su restaurante dentro del mismo Piscos Sour Market, además ofrecen otros servicios como envíos de remesas a cualquier parte del mundo y paquetería a Perú.

Catherine comparte que manejar un supermercado es cansado, demandante y sacrificado. Les queda poco tiempo para la familia y los viajes no existen para ellas. Al menos por ahora.

Pero es algo que eligieron hacer porque les gusta los negocios, y aún cuando Peggy se graduó de arquitecta, y Catherine de enfermera, hacer suya la visión empresarial, las pone felices.

Y ambas coinciden es aunque es mucho el trabajo de administrar personalmente el supermercado, les da una gran satisfacción haber creado un espacio sudamericano en Los Ángeles, como no hay otro en esta ciudad, con un poco de todo.

“La gente ya no tiene que extrañar el pan de queso de Brasil o el delicioso arroz del Tío Joao, ni los colombianos, su café y sus dulces; y los peruanos, el choclo, el rocote o las pastas porque aquí con nosotros encuentran eso y mucho más”, dice Peggi, a quien ni el cáncer de seno ha detenido los sueños de superación que la trajeron a Estados Unidos.

Piscos Sour Market se localiza en el 19239 Roscoe Blvd. Northridge 91324. Está abierto de 9 am a 8 pm; y lo encuentras en Facebook e Instagram como @piscossourmarket