Por un regreso a clases seguro y con menos restricciones en Los Ángeles
Más de medio millón de estudiantes del Distrito Escolar Unificado de LA, miles de maestros y empleados retornaron a los planteles educativos
Con gran entusiasmo, autoridades, maestros, personal, padres de familia y cientos de miles de estudiantes del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) dieron inicio al ciclo escolar 2022-23, que estará marcado por restricciones menos impositivas de salud a causa de la pandemia del coronavirus y mayor seguridad policial en los planteles.
Un total de 24 mil maestros y 73 empleados escolares dieron la bienvenida a por lo menos 560 mil estudiantes de los grados prekínder al grado 12.
“Siento mucha emoción y esperanza”, dijo el superintendente del LAUSD, Alberto Carvalho, a NBC4.
Al referirse a los números, indicó que eso es el equivalente “a despertar al gigante dormido de su siesta de verano”.
El año escolar comenzó con el seguimiento de la campaña ¡Attend (Yo atiendo), dirigida a los niños crónicamente ausentes de las aulas, ya sea porque se negaron a ir a clases en persona, después de pasar tanto tiempo con clases virtuales o trabajaron para ayudar a sus familias a sobrevivir económicamente durante la pandemia.
De hecho, la mitad de los 500,000 estudiantes del LAUSD registraron bastantes faltas a las clases cuando lo hacían en forma virtual. Incluso, eliminando la pandemia de Covid como un factor, casi el 30% de los alumnos faltaban a clases de manera constante.
A ello se le suman unos 20,000 niños entre los 5 y 18 años que nunca se han inscrito en el sistema escolar de Los ángeles, a quienes el superintendente Carvalho ha llamado: “los niños verdaderamente perdidos de Los Ángeles”.
Medidas de salud
Ayer por la mañana, en la primaria Leo Politi, ubicada en el 2841 de la calle 11, Anita Adams, una trabajadora social, la directora Silvia Colllins y personal de la escuela auxiliaron a padres de familia y a sus hijos que solicitaban un cubrebocas para ellos o para sus hijos, y les ofrecían sanitizador para las manos.
“Es importante que los padres sepamos que la pandemia aún no ha acabado”, declaró Alejandra Fuentes, una madre de Guatemala que dejo a su hijo Jayden, de 8 años en la puerta de la escuela, adornada con globos de colores y con letreros de bienvenida de regreso a clases.
“Tenemos como metas brindar una educación académica, social y emocional excelente”, comentó la directora Collins a La Opinión. La escuela ofrece clases desde prekínder al grado cinco a unos 650 estudiantes
Aunque no es obligatorio, el uso del cubrebocas es recomendable para los menores.
Además, en el LAUSD no será necesario el haberse vacunado contra Covid, aunque se recomienda, ni tampoco someterse a pruebas semanales para evitar contagios. En el futuro es probable que la vacuna sea un requisito de inscripción, así como lo son ahora las vacunas de la polio, tos ferina y tétanos.
El superintendente Carvalho expresó que las escuelas están desarrollando protocolos de salud que van más allá de los que recomiendan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y añadió que el LAUSD está alineado con el Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles.
También informó que todo el personal del distrito está vacunado, junto con el 82% de los estudiantes elegibles.
Hay que recordar que el distrito eliminó este año el requisito para que todos los estudiantes estén vacunados contra el Covid-19, además de someterse a las pruebas semanales, aunque miles de ellos recibieron kits de pruebas caseras para usarlas antes de regresar a clases y se distribuirán también la próxima semana.
Elevar el rendimiento académico
“Este año tenemos la oportunidad de elevar el rendimiento académico”, dijo a La Opinión, Mónica García, miembro de la Junta Escolar, quien realizó visitas a diversas escuelas para dar la bienvenida a las familias latinas y a sus hijos, incluyendo en la escuela Leo Politi.
“Para lograrlo, debemos seguir la estrategia del superintendente [Alberto] Carvalho para proveer más tutoría a los estudiantes y tener mayor enfoque en las escuelas donde hay más necesidades”, dijo García en la escuela primaria Leo Politi, ubicada en el 2481 de la calle 11, en Los Ángeles.
El año escolar también presenta retos importantes para las familias, según algunos padres.
“Es difícil trabajar y llevar a los niños todos los días a la escuela”, manifestó Marisela Zayas, una madre de origen salvadoreño, quien es asistente de enfermería.
Ella encaminó a la escuela a sus hijos Ethan, de 3 años y a Andrew de 11.
Lo mismo hizo su compatriota Flor Sánchez, madre de las pequeñas Luz y Liz Maravilla, de 8 y 7 años, respectivamente.
“Los retos más difíciles serán cumplir con la escuela, trabajo y tener suficiente dinero para comprar los alimentos en el mercado”, expresó.
Llenan plazas de maestros
Al iniciar el verano, el LAUSD tenía unas 2,100 vacantes para maestros, y hasta el momento solamente faltan llenar unas 200 vacantes para las casi 1,000 escuelas del segundo distrito escolar más grande del país, después de Nueva York.
Los profesores contratados incluyen a quienes poseen credenciales completas, además de quienes tienen permisos provisionales y de pasantía.
Un promedio de 700 posiciones se llenaron en la semana previa al inicio de clases, y tras el retorno de los directores y subdirectores a las escuelas, entre el 20 y 29 de julio, según el LAUSD.
La necesidad de esos maestros es urgente en posiciones de educación especial, escuelas primarias, matemáticas y ciencias, de acuerdo con la lista más reciente del distrito escolar.
De hecho, una tercera parte de esas escuelas se ubican en el Distrito Local Oeste, el sur de la Bahía y el sur de Los Ángeles, donde la mitad de sus escuelas están consideradas como de “alta necesidad” (544 escuelas) , o “máxima necesidad” (144) , conforme al Índice de Necesidades de Equidad (SENI) que utiliza el distrito para asignar fondos.
Para solucionar la escasez de maestros y consejeros, el LAUSD está ofreciendo estipendios de contratación de $5,000 para maestros acreditados recién contratados que elijan trabajar en escuelas de la más alta necesidad y se comprometan a permanecer en su escuela por un mínimo de tres años, con el afán de cerrar la brecha de rendimiento.
El estipendio de $5,000 se dividirá en 3 pagos: $2,000 en el primer año; $1,500 en el segundo año, y $1,500 en el tercer año.
Además del estipendio, los maestros recibirán 20 horas de desarrollo profesional pagado cada año que está diseñado específicamente para los nuevos maestros que trabajan en las escuelas SENI.