Ingeniera mexicana creó un robot capaz de convertir el aire en agua potable
La máquina creada por una experta en robótica de Nuevo León puede producir hasta 35 litros de agua potable al día, solamente utilizando el aire del ambiente
Vita Gabriela Galindo, una ingeniera mexicana experta en robótica, logró construir una máquina capaz de convertir el aire en agua potable. El prototipo permite que el aire del ambiente se condense de forma tal que pueda transformarse en agua.
La ingeniera dice que utilizando su prototipo se puede llegar a producir 35 litros de agua potable diariamente. Explicó que la idea de crear el robot surgió a partir de la necesidad y es que en el estado de Nuevo León donde vive existe actualmente un grave problema en el suministro de agua.
“La creación de este robot surge ante la problemática que atraviesa el estado, me llevó mes y medio realizar el robot”, señaló.
Argumentó que le tomó poco tiempo poder construir su prototipo debido a que previamente había ensamblado otros tres robots, de los cuales había logrado aprender gracias a los errores cometidos. Comentó que actualmente se encuentra buscando la colaboración de algún laboratorio que pueda realizar las pruebas necesarias al agua de su máquina para así poder afirmar sin lugar a dudas que se trata de agua 100 % potable.
“El robot tiene integrado filtros, estoy buscando que un laboratorio haga un examen para tener certificado que el agua es potable. No soluciona la problemática, pero puede ayudar”, dijo.
Espera que su robot pueda llegar a ayudar en la medida de lo posible, no obstante, es consciente de que es muy poco probable de que esta pueda llegar a ser la solución a mediano o largo plazo.
Indicó que su principal meta era ayudar a su familia a poder contar con un suministro de agua, especialmente en un momento en el que la sequía que sufre el estado está causando estragos en toda la región. Dice que quisiera poder ayudar a más personas de su comunidad, sin embargo, no cuenta con los recursos necesarios para poder hacerlo.
Galindo cuenta que su prototipo fue posible gracias a que un amigo le prestó el dinero necesario para poder comprar todas las piezas y componentes que requirió. Por todo esto se encuentra a la expectativa de que alguna empresa privada quiera invertir en el proyecto para poder hacerlo crecer y así construir un equipo más grande.
“Estoy abierta a cualquier oportunidad. El costo no se ha definido, ya que como es un prototipo es a prueba y error, un amigo me prestó dinero para poder hacerlo. Quiero ayudar a más personas, no cuento con los recursos para replicarlo y llevarlo a todas las familias”, indicó.
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