Trabajadores Inmigrantes vencen el cansancio y se gradúan como asistentes administrativos

El cansancio del trabajo diario y las tareas del hogar no impidieron que Alma Rosa Figueroa, una madre de cinco hijos, a sus 50 años, se inscribiera y graduara del programa de asistentes administrativos del colegio comunitario West LA College.

“Mi día es muy complicado entre el trabajo y en la casa, pero me ayudó mucho que las clases fueran en línea”.

Un grupo de 24 trabajadores inmigrantes como Alma Rosa, que hicieron un sacrificio al combinar sus estudios con su trabajo y la familia, lograron graduarse como asistentes administrativos dentro de un programa piloto online del West LA College que se impartió por 16 semanas.

“En México estudié contaduría. Así que encontré mucha conexión entre mis estudios y el programa de asistente administrativo; por lo que haberme graduado, me permitirá buscar un empleo en la administración de algún asilo o una biblioteca; o donde haya una vacante”, dice Alma Rosa, quien actualmente se gana la vida en la limpieza de un restaurante.

Lo mejor de todo, dice, es que haber concluido sus estudios como asistente administrativo, la entusiasmó tanto que ahora quiere sacar su certificado de preparatoria y seguir preparándose en el colegio comunitario, tomando más clases.

“Esto es apenas el principio de todo lo que quiero hacer”.

Una de las cosas que más le gustó a Adriana Peña, una inmigrante colombiana también graduada como asistente administrativa, es que el programa haya sido en inglés, especialmente porque aún no domina el idioma, y eso la obligó a hacer un esfuerzo.

“Me siento muy satisfecha. Es un logro inmenso porque conquistamos un reto, y vernos con la toga y el birrete fue muy momento de mucha felicidad”.

Adriana, madre de dos hijos, estudió para administradora en su país, pero aquí en Los Ángeles, trabaja como conserje.

“Graduarme como asistente administrativa, me permite soñar con un mejor empleo; y tener un día, mi propio negocio”.

Andrea Rodríguez Blanco, decana interina de Educación Continua para Adultos de West LA College, explicó que el programa es una capacitación laboral para que los graduados puedan trabajar como asistentes administrativos.

“Las clases son en inglés, se imparten por zoom y tienen un horario fijo”, precisó.

Y aclaró que el programa es totalmente gratis, no tiene un costo, con la ventaja de que si los estudiantes quieren volverlo a tomarlo, pueden hacerlo.

“Al salir, pueden trabajar en oficinas como recepcionistas y asistentes”.

Detalló que en las clases se les enseña terminología de negocios, cómo manejar la correspondencia, asuntos de oficina, el uso de aplicaciones, el servicio al cliente, se les dan clases de computación e inglés vocacional con segunda lengua.

“Lo que quisiéramos es que continuarán estudiando hasta obtener su certificado de secundaria y un título técnico”.

Añadió que tienen muchas clases en West LA College siguen el mismo modelo de capacitación laboral combinado con las clases de inglés vocacional como segunda lengua.

“El próximo programa que vamos a ofrecer es sobre Cuidado de Personas en el Hogar”.

Para mayor información sobre los programas de capacitación laboral en West LA College, pueden llamar al 310-287-4404 o conectarse ahttps://www.wlac.edu/Free-College/index.aspx

Un momento inolvidable

Emocionada hasta las lágrimas, la maestra Paloma de la Paz, quien les impartió la clase de inglés vocacional como segunda lengua, agradeció a los graduados por su trabajo duro y permitirle ser parte de sus logros académicos.

“Una de mis grandes metas como maestra de inglés como segunda lengua es ser un ejemplo a seguir porque yo estuve en su lugar hace muchos años. Y una de mis grandes recompensas es mantener a mis estudiantes viniendo a clases cada día, embarcándose en este viaje que definitivamente cambiará sus vidas”, dijo en su discurso.

Y les agradeció por su esfuerzo y perseverancia. “Ha sido el más grande honor de mi carrera, ser su instructora de inglés vocacional como segunda lengua y dirigir este programa piloto”.

De todo corazón, les dijo a los graduados, que reconocía que trabajaron muy duro para alcanzar su  meta.

“Deben sentirse muy orgullosos; y nunca piensen que merecen poco, sigan su corazón, sus deseos, trabajen duro para lograr sus anhelos y hagan que cada día cuente”.