Inmunidad preexistente: la razón por la que algunos nunca han tenido COVID
La teoría de que estas personas podrían inmunes está respaldada por ejemplos históricos, por ejemplo, hay mutaciones genéticas que confieren inmunidad natural al VIH, al norovirus y a un parásito que causa la malaria recurrente
El concepto de “resistencia innata” contra la infección es bastante nuevo y muchos científicos son escépticos al respecto. Crédito: Zigres | Shutterstock
Hace más de dos años que llegó la pandemia de COVID-19 y aún conocemos a personas a las que el virus no les ha tocado bien sea porque se han cuidado o por pura suerte e incluso, hay otros a quienes les ha afectado, pero levemente.
En los primeros días de la pandemia, una comunidad de científicos creó un consorcio internacional llamado COVID Human Genetic Effort, cuyo objetivo era buscar una explicación genética a que algunas personas se enfermaban gravemente con COVID mientras que otros solo tuvieron un simple resfriado.
Después de un tiempo, el grupo notó que algunas personas no se infectaban en absoluto a pesar de las exposiciones intensas y repetidas. Los casos más intrigantes fueron los de las parejas de personas que enfermaron gravemente y terminaron en cuidados intensivos.
“Aprendimos sobre algunos cónyuges de esas personas que, a pesar de cuidar a su esposo o esposa, sin tener acceso a máscaras faciales, aparentemente no contrajeron la infección”, dice András Spaan, microbiólogo clínico de la Universidad Rockefeller en Nueva York.
La teoría de que estas personas podrían tener inmunidad preexistente está respaldada por ejemplos históricos. Hay mutaciones genéticas que confieren inmunidad natural al VIH, al norovirus y a un parásito que causa la malaria recurrente.
Sin embargo, en la larga historia de la inmunología, el concepto de resistencia innata contra la infección es bastante nuevo y escéptico, incluso, solo unos pocos científicos se interesan.
“Es un campo tan especializado que, dentro de los campos de la medicina y la investigación, está un poco despreciado”, dice Donald Vinh, profesor asociado en el Departamento de Medicina de la Universidad McGill en Canadá. Los genetistas no la reconocen como genética adecuada, ni los inmunólogos como inmunología adecuada, dice.
Esto es a pesar de que existe un objetivo terapéutico claro. “Si puede descubrir por qué alguien no puede infectarse, entonces puede descubrir cómo evitar que las personas se infecten”, dice Vinh.
Encontrar personas inmunes es una tarea cada vez más complicada
Si bien muchos se han ofrecido como voluntarios, solo una pequeña minoría cumple con los estrechos criterios de probablemente haberse encontrado con el virus pero no tener anticuerpos contra él (lo que indicaría una infección).
Los candidatos más prometedores son aquellos que han desafiado toda lógica al no contagiarse de COVID a pesar de tener un alto riesgo: trabajadores de la salud expuestos constantemente a pacientes con COVID positivo, o aquellos que vivían o compartían cama con personas confirmadas para estar infectado.
Los especialistas aseguran que la variante omicron es altamente infecciosa y que la lista de los participantes que eran considerados inmune, se redujo “drásticamente”. Sin embargo, Spaan ve la profanación de omicron bajo una luz más positiva: que algunos reclutas sobrevivieran a las oleadas de omicron realmente respalda la existencia de una resistencia innata.
