Una mujer murió luego de un aumento de glúteos: acusan de asesinato a quienes le aplicaron el tratamiento

Una mujer que se sometió a una cirugía de aumento de glúteos en Los Ángeles murió a causa de una disfunción cardiopulmonar aguda y de inyecciones de silicona intramusculares e intravasculares, según los registros de la oficina forense del condado.

Por ese caso una mujer y su hija identificadas como Libby Adame, de 52 años y Alicia Galaz, de 24, están acusadas de asesinato por la muerte de Karissa Rajpaul, de 26 años, el 15 de octubre de 2019. Sin embargo, ambas se declararon inocentes.

Según la reseña de NBC, ambas fueron arrestadas en agosto de 2021 en Riverside en relación con la muerte de la mujer y de hecho, están acusadas ​​de tres delitos graves de practicar medicina sin certificación.

Actualmente están libres bajo fianza. Deben regresar a la corte el 3 de noviembre, cuando se fijará una fecha para una audiencia para determinar si hay pruebas suficientes para permitir que el caso en su contra proceda a juicio.

El sitio usaba sustancias no aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA)

Funcionarios del Departamento de Policía de Los Ángeles dijeron en un comunicado emitido después de que las dos fueran arrestadas, que el procedimiento cosmético en un centro no médico consistía en inyectar una sustancia de silicona líquida sin contenido directamente en las nalgas para que se vieran más grandes.

Además, señalaron que inyectar silicona sin contenido en el cuerpo puede hacer que entre en el torrente sanguíneo y cree embolias que pueden provocar una enfermedad grave o la muerte.

En sitio web, la FDA explica que la silicona inyectable es permanente y permanece en el cuerpo. Puede desplazarse por todo el cuerpo y causar graves consecuencias para la salud, incluso la muerte.

Los efectos secundarios pueden producirse incluso años después de inyectarse silicona en el cuerpo. A veces son necesarias múltiples y costosas intervenciones médicas y quirúrgicas para tratar las complicaciones años después de la inyección inicial.

“Las sospechosas huyeron de la escena sin identificar o informar a los paramédicos del procedimiento cosmético para que se inicien los protocolos adecuados para salvar vidas. Como resultado, la víctima murió en una sala de emergencias con los médicos que la atendían sin saber de la inyección de silicona”, dijo la policía.

“Adame y Galaz son un equipo de madre e hija que realizaron estos aumentos cosméticos de glúteos inherentemente inseguros y no aprobados por la FDA. Ninguna de los dos es un proveedor médico con licencia en California y sus clientes fueron reclutados a través de Instagram”, agregó el comunicado oficial.

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