El futuro de la Acción Afirmativa en las admisiones universitarias en manos de la Corte Suprema

Varios expertos analizan lo que está en juego para los estudiantes de las minorías

Corte Suprema Maine

Este mes de junio, la Corte Suprema se definirá el futuro de la Acción Afirmativa. (Getty Images) Crédito: SAUL LOEB | AFP / Getty Images

El 31 de octubre, la Corte Suprema de los Estados Unidos escuchará los argumentos orales de dos casos Students for Fair Admissions (SFFA) contra Harvard y la Universidad de Carolina del Norte (UNC) para que consideren la raza en sus procesos de aplicaciones, lo cual determinará el futuro de la Acción Afirmativa. 

Durante la videoconferencia: “La Corte Suprema sopesa el futuro de la Acción Afirmativa. ¿Qué está en juego para los estudiantes de color?”, organizada por Ethnic Media Services, varios expertos en el tema discutieron lo que está en juego para los estudiantes de las minorías al mantener la conciencia racial en las admisiones, y el poder del activismo de los estudiantes en un esfuerzo por apoyar la Acción Afirmativa.

Cabe decir que la demandante, SFFA, es una organización sin fines de lucro creada por el activista conservador Edward Blum con 22,000 estudiantes que fueron rechazados por universidades que utilizan criterios raciales para evaluar las admisiones, a pesar de que algunos de ellos tenían puntajes perfectos en las pruebas y el mejor GPA de su clase.

John C. Yang, presidente de la organización Asian Americans Advancing Justice|AAJC, dijo que en el caso de Harvard, la inscripción asiático-estadounidense ha aumentado significativamente en casi el 28% de los alumnos admitidos más recientemente, aunque los asiático-estadounidenses representan aproximadamente el 7% de la población estadounidense. 

Sin embargo, dijo que si Harvard deja de considerar la raza, causará un descenso significativo en la diversidad racial de los estudiantes.

“La proporción de estudiantes afroamericanos en las admisiones, probablemente disminuirá del 14 al 6%; y de latinos, del 14 al 9%”.

Indicó que la Corte Suprema ha reconocido durante mucho tiempo que los colegios y universidades tienen un interés apremiante en los numerosos beneficios que se derivan de un cuerpo estudiantil diverso. 

“Es una idea errónea que los estadounidenses de origen asiático no apoyan la acción afirmativa. Eso es simplemente falso. Encuestas que se han realizado en nuestra comunidad, incluida una que se publicó recientemente en 2020, muestran que más de dos tercios de la comunidad asiático-estadounidense apoya la Acción Afirmativa”. 

Si bien, dijo que es cierto que hay una minoría de asiático-estadounidenses que no la apoyan, aclaró que no son la mayoría de su comunidad. 

Agregó que una política de admisiones que ignore la raza, silenciaría la capacidad de hablar sobre las verdaderas identidades en las admisiones universitarias.

“Los demandantes y Ed Blum (activista contra la Acción Afirmativa) se están alimentando del estereotipo de la minoría modelo, una noción que habla que los estadounidenses de origen asiático de alguna manera tienen un rendimiento superior, lo cual divide a nuestras comunidades”.

David Hinojosa de la organización Lawyers’ Committee for Civil Rights Under the Law, que representa a los estudiantes y participará con argumentos en la demanda de la UNC, dijo que mucha gente está apostando contra la Acción Afirmativa, la justicia y la oportunidad.

“Pero la historia, la Constitución, la ley y los hechos están de nuestro lado. Es mucho lo que está en juego”. 

Y lamentó que no solo quieran deshacerse de la Acción Afirmativa sino blanquear la historia y restituir los privilegios del pasado.

Michaele Turnage-Young de Legal Defense Fund, que representa a 25 organizaciones de estudiantes que agrupan a más de 18,000 alumnos afroamericanos, latinos, nativo americanos y blancos de Harvard, dijo que todos los estudiantes merecen un trato justo al ir a la universidad, sin importar sus ingresos, donde crecieron, y sus antecedentes étnicos y raciales.

Sin embargo, hizo ver que los estudiantes de color continúan experimentando racismo sistemático e interpersonal en detrimento de las oportunidades educativas, lo que significa que los estudiantes tienen menos oportunidades de reunir las credenciales que los psicólogos consideran para las admisiones.

“Por ejemplo, los estudiantes afroamericanos, latinos, nativo americanos y de las Islas del Pacífico, tienden de tres a seis veces más que los estudiantes blancos a asistir a secundarias pobres, con maestros menos experimentados, menos cursos avanzados, instalaciones inadecuadas, menos actividades extracurriculares, clases de arte, recesos y recursos para el salón de clases”.

Cito otro ejemplo, al decir que algunos de los exámenes estandarizados en los que confían las universidades para sus admisiones fueron desarrollados en una época en la que la población de Estados Unidos era 90% blanca.

“Décadas de investigación demuestran que los estudiantes latinos y afroamericanos experimentan prejuicios en los exámenes estandarizados administrados desde la educación temprana hasta el colegio, sin importar su inteligencia y potencial”.

Hizo ver que están preocupados de que al borrar la raza del proceso de admisiones, se haga imposible para los solicitantes de las minorías presentarse en las solicitudes para las admisiones.

El peticionario en estos casos busca una orden judicial permanente que requiera que Harvard lleve a cabo todas las admisiones de una manera que no permita que quienes participan en el proceso de toma de decisiones se den cuenta o sepan la raza o el origen étnico de cualquier solicitante de admisión.

“Emily VanDyke, una alumna nativo americana de la Universidad de Harvard dijo que si los estudiantes ni siquiera pueden hablar sobre su reservación indígena, ya que eso probablemente identificaría su raza, cómo pueden esperar darle a la oficina de admisiones de Harvard una imagen razonablemente completa de quiénes son en sus ensayos de admisión”

Sally Chen, graduada de Harvard y directiva de Chinese for Affirmative Action en San Francisco, dijo que ella es la primera generación en graduarse de la universidad, hija de trabajadores inmigrantes chinos con inglés limitado.

“Nuestra familia de seis, creció en un departamento de una recámara en San Francisco, batallando para que nos alcanzara el dinero. He ido a escuelas públicas toda mi vida, y desde niña he traducido y abogado por mis padres”. 

Dijo que aplicó para 15 universidades y terminó matriculándose en Harvard.

“Las razones por las que testifiqué en favor de las admisiones de conciencia de raza, es primero porque la Acción Afirmativa me permitió contar mi historia acerca de la realidad de la raza”.

Y recordó como un profesor en la secundaria, le dijo que ya no hablara de la historia de un inmigrante asiático, porque ya estaba muy dicha y no era cautivadora.

“Eso me dolió mucho, pero no seguí su consejo, y de todos modos, hablé de mi experiencia. Y en los comentarios de la gente en mi archivo de admisión en Harvard, miré que reconocían cómo navegué por las dificultades y cómo tenía potencial para contribuir a la vida del campus de una manera que puede ser verdaderamente inusual”.

Chen dijo que la segunda razón por la que testificó a favor de la Acción Afirmativa fue porque vio el impacto en su experiencia de aprendizaje al organizarse con otros estudiantes de color en el campus, particularmente afroamericanos y latinos para avanzar en problemas comunes y tener diversas perspectivas en la mesa.

“Eso realmente fortaleció nuestra relación”.

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