El hombre más sucio del mundo se baña por primera vez en 60 años y muere semanas después
Testimonios aseguran que Amou Haji no sólo no se bañaba, sino que comía animales atropellados, fumaba en una pipa llena de excrementos e incluso algunas fotografías lo muestran fumando varios cigarrillos a la vez
El hombre de Irán supuestamente tenía miedo a bañarse como consecuencia a “contratiempos emocionales de su juventud”. Crédito: AFP / Getty Images
Amou Haji, quien evitó la ducha durante más de medio siglo, por lo que se ganó el título del hombre “más sucio del mundo” tras no bañarse durante seis década, smurió a los 94 años, según medios estatales iraníes.
Haji evitó la ducha durante más de medio siglo, temiendo que si lo hacía se enfermaría, pero “por primera vez hace unos meses, los aldeanos lo llevaron a un baño para baña”, dijo un funcionario local a los medios estatales iraníes.
“Poco después, se enfermó y finalmente… entregó su vida”, informó la agencia IRNA, que confirmó que falleció el domingo en el pueblo de Dejgah en el sur del país.
En un documental sobre su extraña vida, Haji dijo que eligió ensuciarse después de sufrir problemas emocionales cuando era joven. Luego se aisló.
Haji, que vivió cubierto de hollín y suciedad, tenía aversión al agua y al jabón. Dijo que odiaba incluso la idea de bañarse.
El iraní dijo en una entrevista en 2018 que eligió esta forma de vida excéntrica después de experimentar “contratiempos emocionales en su juventud”, desde entonces decidió vivir solo y aislado.
Así pasó la mayor parte de su vida en el mismo pueblo, que se encuentra en la provincia sureña de Fars, donde los lugareños le construyeron una choza abierta para vivir después de haberlo visto durmiendo en un agujero en el suelo.
Los lugareños también decidieron convencerlo de que se duchara unos meses antes de que muriera después de los informes de que se sentía solo y que no lavarse le dificultaba hacer amigos y encontrar una compañera.
Incluso, Amou Haji había sido examinado por un equipo de médicos en Gran Bretaña, que lo sometió a completos estudios clínicos y de laboratorio. La buena salud del Haji los había dejado sorprendido.
El equipo de médicos, que fue dirigido por el profesor asociado de parasitología, el Dr. Gholamreza Molavi, de la Escuela de Salud Pública de Teherán, visitó a Haji y lo convenció de que le permitiera realizar algunas pruebas.
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