De cuidador de un cementerio y repartidor a darle una victoria a los Lakers: la motivadora historia de Matt Ryan

Tras un terrible inicio de temporada, parece ser que los LA Lakers agarran parece que han tomado el buen carril, presionados por la directiva, la fanaticada y también su máxima estrella, LeBron James, repleto en cuanto a su palmarés pero igual de sediento de nuevos títulos.

La promesa Matt Ryan metió un triple sobre la bocina para forzar el tiempo extra en el último partido, además del buen rendimiento de Lonnie Walker que registró 28 puntos le dieron la victoria a unos Lakers que también contaron con el importante aporte de sus dos estrellas, LeBron (20 puntos) y Russell Westbrook (13 puntos), todo para derrotar 120-117 a los New Orleans Pelicans.

De cuidar un cementerio y repartir comida a ser estrella de los Lakers

Esta temporada parece ser una de nuevos ciclos para la franquicia angelina. Tan solo el inicio dubitativo marcándose cinco derrotas en fila significó un elemento a resaltar. A falta de estrellas que apoyen la labor de James y Westbrook, está luciendo el joven Matt Ryan.

Apenas se ha marcado cinco partidos en toda su carrera en la NBA, una la pasada temporada con los Boston Celtics y cuatro esta campaña con los Lakers.

La historia de Ryan es para hacer una película, motivadora para aquellos que no consideran el rendirse como una opción: pasó hasta por tres universidades (Notre Dame, Vanderbilt y Chattanooga) en la NCAA, pero aún así no fue considerado para formar parte del draft 2020 de la NBA.

Concluyó sus estudios de Economía, pero no tenía ningún interés en que alguna compañía lo contratara, su sueño estaba muy claro: jugar en la NBA. Pasó horas interminables en el gimnasio entrenando solo.

Para seguir dedicándose tiempo completo a sus entrenamientos en el baloncesto, optó por buscar trabajos flexibles en Nueva York, y uno de ellos fue el de ser jardinero en un cementerio. Su jornada iniciaba muy temprano a las 7:00 de la mañana, luchando con las duras temperaturas neoyorquinas.

No fue el único trabajo que tuvo, también repartió comida a domicilio y pudo sustentarse durante la dura pandemia en la ciudad de Nueva York.

Se marchó a jugar a la G-League, liga menor en los Estados Unidos, luego que los Denver Nuggets le dieran una corta oportunidad en la pretemporada. Hizo muy buenos números con los Grand Rapids Gold, con lo que se ganó una convocatoria para el seleccionado nacional en una ventana FIBA.

El 28 de febrero de 2022 le llegó la gran oportunidad. Firmó un contrato dual con los Boston Celtics e hizo su debut en la NBA el 10 de abril, anotando 3 puntos en tan solo 5 minutos.

Quedó libre y tuvo que esperar casi un año para volver a tener otra oportunidad en el mejor baloncesto del mundo. El propio LeBron James pidió su contratación a la directiva de los Lakers, que casi nunca le niegan los caprichos a su jugador franquicia.

Matthew Richard Ryan, alero de 2,01 metros de estatura, ahora juega con uno de los equipos más dominantes de la historia de la NBA y ha convencido a sus compañeros (principalmente a LeBron) y al entrenador Darvin Ham. Promedia al principio de la temporada 4,6 puntos en 11,2 minutos en los cuatro partidos que ha jugado.

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