Traumas infantiles impactan seriamente la salud mental y física en la adultez
Una investigación demostró que por cada tipo de abuso informado experimentado en la infancia, el riesgo de Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) de un participante aumentó un 47%
Según MedicalXpress, al menos 67 % de los estadounidenses informa haber experimentado al menos un evento traumático en la infancia.
Además, un nuevo estudio muestra que estas experiencias tienen un impacto significativo en los riesgos para nuestra salud como adultos.
Las enfermedades físicas como la obesidad y el dolor crónico se ven afectadas, pero los trastornos mentales muestran la asociación más significativa, incluido el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el trastorno bipolar, el abuso de sustancias y la depresión.
En el estudio dirigido por científicos del Instituto de Investigación del Desierto (DRI) y la Universidad de Nevada, Reno, participaron más de 16 000 del área y se sumaron al Proyecto Healthy Nevada.
Trastornos de salud
Los participantes respondieron preguntas sobre sus entornos sociales antes de los 18 años, incluidas las experiencias de maltrato emocional, físico o sexual, negligencia y abuso de sustancias en el hogar.
El objetivo de los investigadores combinaron esta información con registros médicos anónimos para aprovechar la investigación existente sobre cómo los traumas infantiles afectan los resultados de salud.
“El estudio proporciona información sobre cómo los determinantes sociales de la salud pueden influir en los trastornos de salud de los adultos“, dijo Robert Read, MS, investigador del Centro de Medicina Genómica de DRI y uno de los autores principales del estudio.
Casi dos tercios (66 %) de los participantes recordaron al menos un tipo de trauma y cerca de una cuarta parte (24 %) informó haber experimentado más de cuatro.
En el caso de las mujeres y las personas de ascendencia afroamericana y latina informaron una mayor prevalencia de experiencias traumáticas que los hombres y las personas con ascendencia europea, pero las personas en hogares de bajos ingresos fueron las más afectadas.
Trece enfermedades mentales mostraron las asociaciones estadísticamente más significativas, incluidos los trastornos del estado de ánimo, la depresión, el TEPT, los trastornos de ansiedad, los trastornos alimentarios, la esquizofrenia y el abuso de sustancias.
Por cada tipo de abuso informado experimentado en la infancia, el riesgo de TEPT de un participante aumentó un 47%. Cada trauma acumulativo también aumentó el riesgo de realizar un intento de suicidio en un 33%.
Karen Schlauch, Ph.D., investigadora de bioinformática en DRI y una de las autoras principales del estudio, informó que el próximo objetivo de la investigación es comprender cómo los traumas infantiles pueden estar relacionados con rasgos específicos como la impulsividad, un rasgo prominente en las comunidades de juego de Nevada.
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