Blanca Arellano, la mujer mexicana asesinada en Perú no tenía órganos
Lo que la víctima creía que sería un cuento de amor se convirtió en uno de verdadero horror, pues fue asesinada y descuartizada
Blanca llevaba tres meses en Perú, cuando de pronto dejó de responder a sus familiares y amigos. Crédito: RONALDO SCHEMIDT | AFP / Getty Images
Blanca Arellano dejó su vida en México para emprender un viaje a Perú, pues conoció a un hombre de manera virtual y le emocionaba conocer a la persona con la que mantenía una relación a distancia. Pero el que creía que sería un cuento de amor se convirtió en uno de verdadero horror, pues fue asesinada y descuartizada.
Su nombre rápidamente llenó los titulares de los medios de comunicación, y hoy se sabe que pudo ser víctima de tráfico de órganos, pues su cuerpo no tenía ninguno.
Llevaba tres meses en el país sudamericano, cuando de pronto dejó de responder a sus familiares y amigos, algo que evidentemente los preocupó y comenzaron a buscarla, esto fue lo primero que hizo que su nombre se conociera. Al poco tiempo fueron encontradas pertenencias de la mexicana y después un cuerpo mutilado en la playa de Huacho, el cual se confirmó que pertenecía a Arellano.
Todo apuntaba a que su novio, Juan Pablo Villafuerte, un joven estudiante de medicina con el que la mujer de 55 años llegó a vivir tras su llegada al país, es el responsable de tan atroz crimen, por lo que la policía comenzó a buscarlo.
El responsable del feminicidio hizo todo lo posible para ocultar su crimen, le quitó el rostro a la víctima, las huellas dactilares y los tatuajes para que no fuera identificada. Lo mismo hizo con su teléfono, trató de borrar cualquier huella, incluso la policía descubrió que googleó cómo resetear un celular ZTE, la marca del móvil que Blanca tenía.
Cabos sueltos
La sobrina de Blanca, Karla Arellano, realizó publicaciones en redes sociales informando de la desaparición de su tía. Detalló algunas características físicas para encontrarla, como sus tatuajes y el que usaba anillos plateados. Fue una de estas piezas la que también permitió la identificación de la mujer, pues llevaba uno en la mano izquierda.
Además, Juan Pablo cayó en contradicciones cuando fue cuestionado por la familia de su novia. El estudiante de medicina aseguró que solo ayudó a la mexicana debido a que estaba en condición de indigencia, por lo que le ofreció dinero, situación que contrastó con la versión de los parientes, quienes indicaron que Blanca tenía solvencia económica hasta por lo menos el mes de enero de 2023, lo que levantó más sospechas e hizo que pidieran ayuda a la embajada de México en Perú.
La dependencia intervino y actuó en conjunto con otras estancias, que descubrieron también que el joven apagó el GPS de su celular para evitar ser localizado por la policía, una vez que se supo del crimen.
Trató de desviar la atención de él dejando una carta suicida en la que decía que era inocente del crimen y que al ser su familia acusada, se quitaría la vida.
¿Tráfico de órganos?
Se realizó el cateo correspondiente a la casa del presunto feminicida, allí encontraron cabello de mujer, parte del equipaje de Blanca entre ropa y sus maletas, además de una bandera de México y manchas de sangre en la recámara de la estudiante.
Aunque compró varios insumos de limpieza y trató de borrar las evidencias, el colchón donde dormía Blanca arrojó manchas de sangre tras el análisis de bioluminiscencia.
Más cosas escabrosas salieron en las investigaciones, como que el hombre publicaba videos de órganos en TikTok. En ellos explica cada parte desde el estómago, el cerebro, el páncreas, además de la vías biliares y demás órganos del cuerpo humano que son clasificados como contenido perturbador para personas sensibles, según la red social china.
A ello se suma que, según el informe forense, el cuerpo de la mexicana tenía cortes realizados de manera profesional para un proceso de necropsia. Parte del esternón estaba separado, además de la piel que cubría el tórax. Aunado a ello, el cadáver carecía de órganos y vísceras, además de presentar fracturas en las costillas de su lado izquierdo.
Ante las acusaciones, él respondió que solo es un estudiante de medicina que se mantiene de vender trabajos escolares.
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