Familias en Los Ángeles celebran el Día de Acción de Gracias con sabor latino
Mexicanos, colombianos, salvadoreños y hondureños le darán un toque especial a la cena familiar con platillos típicos de sus países
El Día de Acción de Gracias en Estados Unidos es un momento especial para cenar y celebrar en familia y los latinos, además de haberse integrado a la celebración estadounidense, le han añadido su cultura y el sabor de su rica gastronomía.
Desde México a Guatemala, El Salvador, Honduras o Colombia, cada uno le pone su toque especial a la cena y modifican el menú principal de este día.
En el restaurante Sabores Oaxaqueños, su propietario, Valentín Granja y sus empleados no se dan abasto para preparar los pedidos.
En dicho lugar los platillos especiales son el pavo y pollo en barbacoa, el lomo mechado y los tamales de mole con pollo y envueltos en hoja de plátano, de mole negro con pollo, verdes con carne de puerco y de pollo con rajas de chile.
“Nuestra gente no es muy allegada al pavo relleno”, dijo Granja, a La Opinión. “Seguimos la tradición americana, pero el pavo lo cocinamos al estilo que a nosotros nos gusta”.
En dicho establecimiento ubicado en 3337 ½ al oeste de la calle Octava en Los Ángeles, se cocinará un promedio de 350 pavos, los mismos que fueron marinados tres días antes al 24 de noviembre, fecha en que se celebra uno de los días festivos más importantes de esta nación.
El dueño de Sabores Oaxaqueños relató que hace ocho años sus ventas no eran muy favorables, por lo que decidió cocinar los pavos con las especies e ingredientes de las recetas originales de su natal Buena Vista Pochutla.
“A partir de ese momento comenzó nuestro éxito en estas fechas”, dijo. “Nuestros pavos y pollos en barbacoa quedan jugosos, nada secos y los envolvemos en aluminio antes de meternos al horno”.
En Estados Unidos, según la historia, el Día de Acción de Gracias se remonta a un banquete que tuvo lugar en el año 1621 entre peregrinos ingleses que fundaron la colonia de Plymouth (actualmente el estado de Massachusetts) y los indígenas de la tribu de los wampanoag, quienes les enseñaron a los peregrinos a cosechar maíz y otros cultivos, además de enseñarles a pescar y a cazar.
Para el otoño de aquel año, los peregrinos tenían mucho que agradecer por la abundancia de maíz, cebada y habichuelas. Compartieron aves de corral y los nativos aportaron carne de ciervo. Juntos dieron gracias a Dios por las bendiciones recibidas e iniciaron una tradición que se recuerda hasta nuestros días.
Estilo colombiano
“Yo llegué a los Estados Unidos a los 14 años y siempre me gustó celebrar el Thanksgiving”, dijo Sebastián García, un joven colombiano nacido en Cali. “Desde siempre me ha gustado darle gracias a Dios por todo lo que soy y lo que tengo”.
García, de 21 años, de oficio mesero en el restaurante Sabor Colombiano, ubicado en el 847 sur de la avenida Union, en Los Ángeles y cuyo dueño es su tío Darío García, expresó que durante la cena de Acción de Gracias estará acompañado de su tía Mónica y su primo Alex. Su plan es tener natilla, buñuelos, tamales y arepas rellenas, con queso o de choclo.
“Celebramos a nuestra manera, aunque pienso que todos los días deberían ser de acción de gracias”, dijo.
Por su parte,Darío García, informó que antes de la celebración recibió decenas de órdenes de cenas para familias, especialmente de pollo relleno, gallina y muchacho rellenos, este último, un suculento platillo colombiano que se hace con un corte especial de carne que, en algunos países del Caribe se conoce como “muchacho” o “redondo” en España.
“Aunque no es una receta rápida, su elaboración es sencilla y el resultado final es delicioso”, manifestó el inmigrante.
Darío, de 38 años, recordó que a su arribo a Estados Unidos hace dos décadas conoció la manera en que se cocinaba el pavo y decidió sacarle todos los huesos para después rellenarlo, dándole el toque típico de la cocina colombiana.
“El Día de Acción de Gracias es una de las fiestas más bonitas que uno puede celebrar”, dijo. “Para mí, es muy especial darle el toque de nuestra cultura y gastronomía, porque se es parte de una celebración americana con un toque de nosotros”
Sabor salvadoreño
Elis Aguilar, gerente de El Papayote Grill & Crepes, ubicado en el 1645 del bulevar Firestone, en el sur centro de Los Ángeles, destacó que la cultura salvadoreña se hará presente en las mesas de sus connacionales con la famosa gallina horneada, la cual, dijo, es marinada con naranja, mostaza, salsa inglesa, sal, pimienta, ajo y vino, además de especies como tomillo, maní, ajonjolí y el chile guaco.
“Típicamente se trata de un pollo de campo, cuya carne es muy sabrosa en El Salvador”, dijo. “El salvadoreño no es mucho de comer pavo”.
Aguilar, oriundo de Sonsonate, El Salvador, expresó que para este Día de Acción de Gracias sus trabajadores prepararán esa cena para casi medio centenar de familias, además del famoso plátano frito, sin olvidar las pupusas y las crepas de mantequilla y galleta, de Nutella y la tropical, mismas que prepara el experto en repostería, Mario González.
“Entre nuestra gente el Día de Acción de Gracias tiene el toque cultural anglosajón, pero el sabor de nuestras recetas”, indicó González. “Nos unimos a esta cultura americana como parte de la transculturización y le aportamos lo nuestro como sucedió cuando vinieron los peregrinos de Europa”.
Una cena con pozole
Mientras tanto, Vicente Ortiz,dueño de Don Chente Bar & Grill, que se localiza en el 2144 de la avenida Florence, en Huntington Park, consideró que los mexicanos se han unido a la tradición del Día de Acción de Gracias, no solo por el hecho de ser migrantes, sino “porque somos mayoritariamente católicos y tenemos que dar gracias a Dios por tener un plato de comida enfrente de nosotros”.
“Con nuestra gastronomía, nosotros le damos un toque y sabor especial a esta celebración “, agregó el hombre nacido en Degollado, Jalisco.
Ortiz comentó que, como todo buen jalisciense, quizás se reúna para cenar con todos sus hijos Karina, Andrea, Valeria, Vicent Jr. y Alex.
“Para nosotros, el pozole al estilo Jalisco no puede faltar en la mesa”, expresó.
Con sabor catracho
Entre tanto, Pedro Pablo Hernández y su amigo José Hernández, ambos originarios de la municipalidad de Nacaome Valle, Honduras, dijeron a La Opinión que ellos van a festejar con sopa de gallina o jamón horneado.
“No nos deberían faltar los frijoles refritos y unas tortillas”, dijo Pedro Pablo. “Quizás también tengamos pupusas y plátano frito en la cena”.