El aire contaminado y el estrés psicológico pueden causar graves problemas durante el embarazo
Estudio de la USC señala que la mujer latina y de bajos recursos es de las más afectadas
La contaminación del aire y el estrés psicológico durante la primera mitad del embarazo puede interrumpir el crecimiento fetal, indica un nuevo estudio de la USC.
El estudio titulado, “Asociación entre la contaminación del aire ambiental y el peso al nacer por factores estresantes maternos a nivel individual y de vecindario” fue realizado a 628 mujeres latinas embarazadas y predominantemente de bajos ingresos.
El estudio encontró que las exposiciones a partículas y dióxido de nitrógeno desde el principio hasta la mitad del embarazo se asociaron significativamente con un peso más bajo al nacer. Este fue asociado particularmente para las madres que experimentaron un mayor estrés percibido durante el período prenatal y que viven en un barrio con un alto nivel de estrés por contaminación ambiental.
Los hallazgos, publicados recientemente en JAMA Network Open, una revista médica internacional que publica investigaciones sobre atención clínica, innovación en atención médica, políticas de salud y salud global, sugieren que proteger a las mujeres embarazadas de la contaminación del aire puede mejorar el peso al nacer, especialmente entre las madres estresadas que viven en vecindarios con problemas ambientales.
Zhongzheng (Jason) Niu, co-autor del estudio e investigador asociado en la Escuela de Medicina Keck de la USC, dijo que aunque la contaminación del aire tiene un efecto nocivo en muchas poblaciones diferentes, el estudio identificó los efectos en las mujeres embarazadas que por su condición ya son más vulnerables.
“La adición de un alto nivel de estrés percibido es otro factor que contribuye a este problema”, dijo Niu. “Proteger a las mujeres embarazadas de estos riesgos protegería en última instancia a las generaciones futuras”.
Los recién nacidos con bajo peso al nacer enfrentan un mayor riesgo de mortalidad neonatal y posibles complicaciones, como problemas respiratorios, sangrado en el cerebro, ictericia e infecciones.
El bajo peso al nacer también está asociado con riesgos de enfermedades a largo plazo, como diabetes, enfermedades cardíacas, presión arterial alta, discapacidades intelectuales y del desarrollo, síndrome metabólico y obesidad.
Los hallazgos
Las partículas microscópicas amenazan a los bebés en desarrollo, según el estudio. Se examinaron tres componentes del aire contaminado: PM2.5, PM10 y NO2. Y los niveles de los contaminantes se monitorearon a partir de datos de calidad del aire ambiental (Sistema de Calidad del Aire de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.), con un promedio de cuatro estaciones de monitoreo dentro de un radio de 8 a 14 kilómetros de la dirección residencial de cada participante.
Las emisiones de la combustión de gasolina, aceite, combustible diésel o madera producen partículas de PM2.5, 30 veces más pequeñas que un cabello. El PM10 tiene un diámetro de menos de 10 micrómetros y se puede encontrar en el polvo y el humo.
El dióxido de nitrógeno, o NO2, es otro contaminante que se libera cuando los combustibles fósiles se queman a altas temperaturas.
Se asignaron estimaciones diarias de NO2 promedio de 24 horas y partículas del material en la ubicación residencial de cada participante, desde las 12 semanas antes de la concepción hasta las 36 semanas de embarazo.
Las conclusiones
Las exposiciones a partículas y dióxido de nitrógeno al principio y a la mitad del embarazo se asocian significativamente con un peso más bajo al nacer, encontraron los investigadores.
En promedio, el peso al nacer fue 9.5 gramos más bajo con cada aumento del rango intercuartílico (4 µg/m3) de exposición a PM2.5 durante el período de gestación de 14 a 22 semanas.
Carrie Breton, coautora del estudio y profesora de ciencias de población y salud pública en la Escuela de Medicina Keck de la USC, dijo que a pesar de las reducciones en la contaminación del aire en California, todavía se ven los efectos nocivos de los contaminantes del aire en el peso al nacer. Ese es un indicador clave de la salud futura del bebé, en poblaciones vulnerables.
“Las mujeres más vulnerables son aquellas que se ven afectadas por múltiples tipos de factores estresantes y experimentan el estrés de diferentes maneras”, dijo Brenton.
Agregó que continuar monitoreando los contaminantes del aire aún debe ser una prioridad. La reducción de los factores estresantes individuales y del vecindario también debería ser una prioridad, particularmente a nivel de políticas públicas”.
Para leer el estudio completo visite: https://bit.ly/3FnW9Yq